1min antes del juicio
—El juez va a entrar, favor de ponerse de pie—el juez entró y tomó su lugar—pueden sentarse.
Presente
POV Abogado Defensor
Lira es una chica increíblemente inteligente, conocí a su padre en la universidad, y tengo que decir que, al momento de recibir el llamado de mi amigo, me sorprendí, pero no dudé en aceptar. Después de todo, este era sin duda el caso más interesante de mi carrera: adolescente acusada por un asesinato por el simple hecho de haberlo escrito.
El delito por el cual está siendo incriminada no tiene la consistencia suficiente para condenarla por el cargo de asesinato en masa. Y aunque si la tuvieran, por su intelecto, podía llegar un acuerdo de ingresarla en una institución mental y convencer a todos de que la niña está loca. Sin embargo, esa será la última opción, pues no pienso perder este caso.
El juez dio la señal y el juicio comenzó. El fiscal dio su punto inicial y por más consistente que pareciera, realmente no tenía nada. Así que cuando me paré, no fue complicado convencer al jurado de que la joven de apenas dieciocho años a quien representaba era absolutamente inocente. Así que empecé:
—El caso que se está debatiendo hoy aquí—me dirigí al jurado—no es un asesinato masa; si no, que es un caso de culpabilidad errónea de una niña con una mente privilegiada, y una imaginación exorbitante con la habilidad de redactar historias y venderte el personaje. Porque es eso; esa, es la única evidencia que el fiscal tiene en contra de mi cliente. Un cuento que se escribió hace ya dos años y que además es de dominio púbico. No se puede condenar a una niña por un crimen en el que no participó y del cual no sabe nada. Pues por más que el atentado siguiera la cronología de su historia, esta no comprueba más que el verdadero culpable está obsesionado con esa historia.
El caso continuó por lo que fueron horas. El fiscal fue presentando pruebas que realmente no decían nada. A así continuó por mucho tiempo: él hablando y yo desacreditando cada prueba que tenía.
—La acusada se ha declarado inocente; ¿pero es acaso inocente alguien que planea un asesinato y a los dos años ese se vuelve real? La historia en tema se titula "CASO 00" (Caso doble cero). La principal de la historia es una niña con problemas mentales, al igual que Lira; y su mismo ensayo nos comprueba lo retorcida que puede ser su mente.
El fiscal entregó una copia del cuento al jurado y otra al juez, quería que todos se volvieran en contra de Lira, pero yo no lo permitiría.
—Punto número uno, el relato "CASO 00 (Caso doble cero)": escrito hacía dos años, es de dominio público. Después de ganar el concurso, el cuento fue publicado en la página y expuesto a ojos de todos. Pudo ser inspiración para cualquier mente enferma. Y perfecta manera de intento de inculpar a Lira por un crimen que no cometió, convirtiendo la prueba únicamente en circunstancial y sin fundamento. Si se me permite —me dirigí al juez— no considero que este cuento sea relevante en este caso.
—Estoy de acuerdo abogado, jurado, favor de no tomar en cuenta el argumento recién realizado por el fiscal.
Volvió a comenzar el fiscal:
—El más reciente escrito de la acusada es un ensayo sobre el trastorno de las mentes. La capacidad que se tienen para engañar y cómo es que alguien con simples palabras puede ser visto cómo victima en vez del culpable que es. Lira es un caso de los que en su ensayo presenta.
—Objeción, está hostigando a mi cliente.
—Ha lugar, fiscal favor de mantener la compostura.
—Eso es todo—contestó es fiscal un poco enojado.
—Si se me permite—continué—el ensayo "El funcionamiento detrás de la traición" sin el escrito al que se refirió el fiscal es un escrito basado en hechos reales; redactado con la influencia de un perfilador, el padre de la niña, y consultor civil de la policía, convirtiendo su enfoque en criminales y psicópatas mucho más realista. Si se quiere tomar como evidencia (que entraría como circunstancial), se pueden incluir también otras historias donde la joven relata y vende diferentes historias con puntos de vista y personalidades variadas, mismas que demuestran que la joven Lira tiene una capacidad literata incomparable y una imaginación extraordinaria. Así, que, si el juez está de acuerdo conmigo, me gustaría eliminar todos los escritos de Lira como evidencia incriminatoria, después de todo no se puede condenar a alguien por saber escribir ¿o sí?
El juez no contestó a mi propuesta, pero si hizo efecto en el jurado. Todos se empezaron a preguntar si realmente la única prueba que tenían en contra de Lira eran sus escritos.
—¿Abogados se pueden acercar? —nos habló el juez y luego se dirigió al fiscal— ¿tiene alguna prueba consistente en contra de la niña? ¿O todo su caso se basa en suposiciones en cosas que la niña escribió?
—La niña es un riesgo para todos, pero sí, tenemos expedientes de trastornos emocionales.
—Entonces, por favor continúe —ambos nos alejamos y el caso continuó.
—Me gustaría llamar al estrado al Dr. Marín— un señor de mediana edad subió al estrado y el fiscal empezó sus preguntas.
—Doctor, ¿nos puede decir cual es su especialidad?
—Soy psiquiatra de jóvenes.
—Me puede confirmar que la joven Lira Gopin fue paciente suyo.
—Sí, la traté durante varios años, y al igual que varios de mis pacientes, fue medicada por un periodo de tiempo.
—Dice que fue medicada, ¿a qué se debió esto?
—La niña tenía problemas para procesar la cantidad excesiva de información que su cerebro le proporcionaba. Ayudaba para calmarla y en algunos casos evitaba ataques de ansiedad.
—Eso es todo.
—Abogado, el testigo es suyo— me informó el juez.
—Dr. Marín, ¿me podría decir hace cuanto tiempo la niña fue su paciente?