Cuando la situación es adversa y la esperanza poca, las determinaciones drásticas son las más seguras.
— Tito Livio
24 de noviembre 2022
—Intrusiones para inmunizar a María Veitia. —Leo en voz altas las letras negras que se encuentran en el folder que se encontraba ayer en mi puerta.
Saco la pequeña grabadora y otros papeles que comienzo a hojear mientras le doy play, lo primero que veo es una pequeña fotografía de una mujer.
—Esta es la fotografía mírala bien, te sugiero contactarla en el aeropuerto y ganar su confianza, no se entablar conversación con ella y de alguna manera, aquí viene lo difícil inyecta cero punto cinco miligramos de mi sangre con una jeringa para insulina con aguja corta de seis mm.
No te explicare los fundamentos biológicos de eso y por qué tan poca cantidad sirve, pero María no sufrirá daño alguno te lo aseguró, el único efecto secundario es que el nuevo plasma destruirá temporalmente su sistema inmune alterando sus linfocitos, pero será un efecto colateral mínimo apenas un par de molestia para detener la replicación del virus y el nacimiento de Pegaso, pero debes de ser fuerte Beatriz toda acción tiene su consecuencia. La Segunda posibilidad, si ves que no es posible inmunizarla es que evites que esa joven suba al avión y eso requiere de mucha decisión, tú lo sabes mejor que yo... un comprimido de flunitrazepam de dos miligramos debería bastar... Beatriz yo sé que no será fácil, pero el futuro depende de ti.
Supongo que esta es mi última interacción con el caso sesenta y tres, no había sabido nada de el en las últimas casi tres semanas por un momento llegue a pensar que fue todo producto de mi imaginación y me había vuelto loca, pero ayer cuando me llego el folder de Pedro me dio un poco de alivio.
Me miro en el espejo precisamente a mis ojos, los últimos días he dormido solo un par de horas y se puede notar. He escuchado todas las cintas una y otra vez, cada frase cada fecha, note ciertas incoherencias en sus cronologías, dice que en el futuro se han eliminado los sismos, pero también dice que en la purga de Berlín murieron unos estudiantes de budismo, dice que no sabe lo que son las redes sociales y que no hay Wikipedia, pero luego dice que estudió a la perfección a Gaspar Marín y sus foros. Dice que acercarse a alguien es un acto de fe, pero tiene un tatuaje, un tatuaje actual. Dice que viajó con su mujer a Noruega, pero dice que la gente se fue al campo a vivir en cordones sanitarios... y...
Aun así, le creo.
Creo en el caso sesenta y tres, creo en lo que dice, creo que uno puede cambiar el futuro.
Anoche hablé con los adolescentes en México, los dejé contactados y les dije que recordaran mi nombre, sé que soné a alguien inestable, quizás es bueno sonar así. Y después de todo este tiempo mi situación es complicada.
Creo en una imposibilidad que me impulsa a romper con todo lo que he construido, puedo olvidarme de esto o puedo hacer por primera vez en mi vida... un acto, un movimiento que tenga sentido, aunque sea basado en una mentira, aunque no sirva para nada.
Entre una vida normal y lo que se espera que haga, hoy elijo creer.
Inhalo profundamente mientras tomo mi celular para comenzar a grabar un audio que debí hacer hace mucho.
—Hola Dani, soy tu hermana... Mamá me dio tu número no te había podido escribir, supe lo de tu enfermedad y me contaron que vas a empezar una nueva terapia... lo siento mucho Dani, yo sé que nosotros nos hemos distanciado para mí ha sido bien difícil todo, pero quiero que sepas que volver a comunicarnos me importa, que tú me importas y yo, te perdono, te perdono por todo. —Siento como las lágrimas recorren mis mejillas, mientras tomo la pequeña maquina a mi lado. —Voy a estar unos días de paso en Madrid y me gustaría mucho verte, estoy en una especie de cambio de vida, un cambio de vida radical en realidad y no puede haber un cambio sin comenzar por el cabello y si el cambio es radical entonces se necesita una de estas.
Paso la maquina para rapar por mi cabeza varias veces viendo mi cabello cae a mi alrededor, no he dejado de grabar así que se que el ruido se puede escuchar en el audio y no me detengo hasta que e cortado todo mi cabello. No importaba que pasaría después necesitaba que supiera que hacía esto por ella. Termino el audio mientras me pongo a limpiar el baño de mi casa.
Mis maletas ya estaban listas y solo necesitaba cambiarme para salir rumbo al aeropuerto.
Miro a mi alrededor entre la gente mirando la foto en mis manos tratando de buscar a la mujer en ella.
María Veitia.
El aeropuerto estaba lleno, pero aun asi logro encontrarla, sentada junto a su maleta en unas de las muchas bancas que se encontraban aquí, apresuradamente para que no me ganaran el asiento a su lado, me apresuro a guardar su foto en mi bolso y evitar que la vea.