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Dos días después de lo sucedido en el parque de diversiones, me halle en la desesperante situación de los exámenes finales de la academia Byōga gakkō. Afortunadamente, de una manera casi milagrosa, había logrado acomodar mis horarios y no descuidar la academia, ya que en los últimos días me había dedicado casi por completo a la búsqueda de las piezas para los Castle Games. Nilton me había ayudado en todo, tanto así que sus apuntes me los prestó hasta la noche anterior a los exámenes.
-¡Vaya!- Exclamé mientras descansaba en una de las sillas del amplio patio de la academia- no habiendo más me puedo dedicar a buscar mis piezas faltantes, no me puedo descuidar si no, no conseguiré piezas buenas y mi equipo será un completo fiasco, afortunadamente he encontrado buenos prospectos, eso sin contar que una de las chicas es pretendida por varios equipos- me tome de las manos y jugué con mis pulgares- pero la verdad me hace falta un caballero con fuerza y agilidad, ¿O tal vez debería darle ese puesto a Kenneth?.
-Vaya con que aquí estas- Nilton había salido por fin del edificio.
-Nilton, ¿Cómo te fue en los exámenes finales? - pregunté mientras me ponía de pie justo enfrenté de él.
-Supongo que bien- respondió- los exámenes no estaban tan complicados, dime, no te gustaría ir a comer algo, los exámenes estarán listos y calificados en dos horas.
Salimos del Byōga gakkō a una pequeña cafetería no lejos de allí, al llegar nos sentamos, era un lugar confortable, nos sentamos en la mesa que se hallaba cerca a la ventana y nos daba una hermosa vista al maravilloso Tokio dos.
-Dime Steven, ¿Cómo vas con lo de los juegos?
-No voy lo suficientemente rápido para mi gusto, es muy difícil encontrar las fichas para mi equipo anhelado- Nilton hizo una pequeña sonrisa, como si estuviera al tanto de las cosas.
-No te aceleres- replicó luego de pedir algo para tomar- los únicos equipos listos y preparados son Goki, Sijan, Narak y Golem, Sitria, Maruk y Nakem apenas son equipos en los cuales sus reyes apenas están buscando sus fichas. Apropósito- Nilton se acercó a mí y pregunto- Dime ¿Qué nombre piensas ponerle a tu equipo?
-Todavía no lo sé, primero pienso armar mi equipo y luego pensaré en uno.
-Ya veo- susurro algo pensativo- deberías darte prisa, a lo mejor piensa un nombre primero y luego...
-Eso no me preocupa- pronuncie sin dejar terminar a Nilton, tome un sorbo de té, el cual había llegado hacia unos segundos- pienso que un nombre no da la reputación a un equipo, el equipo da la reputación al nombre- Nilton me miró fijamente mientras tomaba su té, parecía estar en desacuerdo.
- ¿Puedo hacerte una pregunta?
-Pregunta- respondió.
- ¿Mis fichas, deben ser de Tokio solamente o puedo comunicarme con personas de otras partes del planeta y pedirles que hagan parte de mi equipo? - al oír mis palabras, tuvo una sonrisa de satisfacción.
-Sí, si puedes, los Castle Games, son juegos que no tienen discriminación alguna, ya deberías saber que cada persona dentro del juego, va a tener un salario, en un principio cada equipo contara con un millón de earthlands como base, luego cada equipo se defenderá financieramente como pueda, pero el problema no es el después, ya que muchas empresas van a querer tener como voceros de sus marcas a reyes y piezas de los juegos, así que económicamente esta todo resuelto- tomo un poco de té- pero dime ¿A quién deseas traer y de dónde?- respire hondo y respondí.
-Una reina, tal vez sea de mi país o de Alemania.
- ¿No has podido encontrar a una en una ciudad tan grande como Tokio?
-La verdad es que no.
-Y la chica… Karina ¿Ella no sería una buena reina? - Me sentí un poco incómodo con lo que Nilton dijo.
-Ella no tiene las capacidades físicas y mentales para un juego como este, además no pienso exponer a personas que no sean capaz de soportarlo- decidí no darle vueltas al asunto y cambié la conversación.
- ¿No sabes dónde hallar a alguien fuerte y ágil?
-La verdad no puedo ayudarte con eso, soy un miembro de apoyo para los jefes- Nilton puso su mano en la barbilla, como si se le hubiera ocurrido algo- pero te puedo ayudar a buscar uno, en Tokio tres.
-No conozco Tokio tres- dije como para aclarar mi ignorancia.
-Tranquilo, iré contigo, Tokio tres es un lugar a donde todos pueden entrar, pero no todos pueden salir- observó su reloj- si lo deseas podemos llamar a tu País y a Alemania, mi casa está cerca de aquí y tenemos más de una hora para los resultados.