4. La verdad.

-Hola Catalina. 

-*Q-Que hago...? * -Pensó Catalina- *N-No me puedo...mover! * 

-Veo que no te puedes mover. 

-Aléjate de mí Miguel! - Dijo Catalina tratando de moverse. 

-Tú vendrás con nosotros pequeña- Dijo Miguel y Catalina cayó al piso inconsciente. 

Catalina abrió lentamente los ojos, lo primero que vio fue a Juan, en una celda, en una silla, amarrado y golpeado, Catalina también estaba amarrada a una silla, con cadenas ‘‘especiales’’ para su especie, por primera vez en casi 2 o 3 meses se dio cuenta de que su collar no estaba. 

-*¿Dónde está? - Pensó Catalina mirando hacia todos lados- *¿Cuándo lo perdí? Estos meses sentía que estaba colgado en mi cuello, entonces, ¿En dónde está? * 

Mientras Catalina buscaba su collar por los alrededores de aquella celda, la puerta se abrió, y tres hombres entraron, los antiguos aprendices de Andrés: Miguel y Cristian, y el primo de Andrés: Mauricio. 

-Veo que la princesita ya despertó- Dijo Miguel. 

- ¿Dormiste bien? - Dijo Cristian. 

-Muchísimo mejor que ustedes tres juntos- Dijo Catalina- ¿Cómo les ha ido matando a personas inocentes?, ¿Si han logrado dormir? O ¿Su conciencia no los deja? 

-Dormimos muy bien para tu información- Dijo Mauricio- Pero eso ahora no es lo importante, te voy a hacer unas preguntas y me las vas a contestar. 

- ¿Y si no las quiero responder que vas a hacer? - Dijo Catalina con su ya conocida ‘‘mirada desafiante’’. 

-Bueno- Mauricio soltó una pequeña risa mientras se dirigía a una cuerda que se encontraba en aquella celda en donde Catalina estaba- Por cada pregunta que no contestes- Mauricio jaló la cuerda- Tus amigos recibirán un golpe- Un telón se abrió dejando ver una celda en la cual estaban todos los amigos de Catalina, amarrados a una silla y estaban acompañados de 5 hombres. 

- ¡No te atrevas a hacerles algo Mauricio! -Gritó Catalina mientras las lágrimas caían de sus mejillas sin que ella se diera cuenta.  

-Eso depende de ti- Dijo Mauricio caminando hasta quedar en frente de Catalina. 

- ¿Qué es lo que quieres? -Pregunto Catalina. 

-Necesito saber- Dijo Mauricio metiendo la mano al bolsillo de su pantalón negro- ¿Cómo funciona este collar? - Dijo sosteniendo el collar de Catalina. 

- ¿Cómo es que...? 

- ¡Yo hago las preguntas aquí! - Gritó Mauricio- Ahora dime, ¿Qué hago para que este collar funcione? 

-Ese collar solo sirve conmigo. 

- ¿Segura? - Pregunto Mauricio. 

-Estás diciendo que si invocamos a Carmín ¿Ella no activara el collar? - Dijo Miguel 

-Cometerán un gran error si invocan a Carmín- Dijo Catalina. 

-No, porque Carmín esta de nuestro lado- Dijo Cristian. 

-Carmín jamás trabaja en equipo- Dijo Catalina. 

- ¿Nos vas a decir como activar el collar? - Preguntó Mauricio. 

-Ya te lo dije, solo se activará cuando yo se lo pida, y no pienso hacerlo. 

-Bien- Mauricio hizo una seña y uno de los hombres de la otra celda golpeó a Pep. 

- ¿Cómo entramos al inframundo? -Preguntó Miguel. 

-Con el collar, el collar es la llave. 

- ¿Cómo hacemos para sacar todas tus mitades? - Pregunto Cristian. 

-Eso...no lo sé... 

-Bien- Mauricio hizo otra seña, esta vez otro hombre golpeó a Daniel- Será mejor que colabores Catalina. 

- ¡No lo sé! - Gritó Catalina- No lo sé... Hay muchas cosas de mí que no se ¿Okey? 

-Ya empezó a llorar otra vez- Dijo Cristian rodando los ojos. 

-Vámonos- Dijo Mauricio- Invocaremos a Carmín- Dijo mientras salía de la celda de Catalina seguido de Miguel y Cristian. 

Catalina estaba mirando al suelo, mientras sus lágrimas caían, ¿Cómo es que no sabe la mayoría de su historia?, ¿Ahora que iba a hacer?, Ni siquiera sabía en donde estaban, ¿Dónde estaban sus padres? ¿Su bisabuela? 

-*Se acabó, perdí la batalla*-Pensó Catalina- *Pero mis amigos no*- Catalina levantó la mirada- *Los hombres ya no están, necesito zafarme de estas cadenas...*-Pensó Catalina tratando de buscar la forma de librarse- *Ya sé, solo necesito voltearme*- Pensó mientras con dificultad se volteaba para mirar la parte de atrás de la silla- *Vamos, ‘‘Ojos láser activados’’, ¡Si! - Catalina levantó las manos después de librarse de las cadenas- *Ahora mis amigos*- Pensó mientras se levantaba de la silla. 

Catalina estaba parada enfrente de la puerta de su celda, cerró los ojos, y apareció en la celda de sus amigos, Catalina pudo ver el asombro en los ojos de sus amigos, soltó las cuerdas que los juntaba a la silla y curó a Daniel y a Pep. 

-Bien- Dijo Catalina- Se que esto es muy confuso, pero los voy a teletransportar a mi casa, van a ir a mi cuarto y debajo de mi cama hay una caja morada, en la caja esta una carta en donde encontraran las respuestas a la mayoría de las preguntas que están cruzando su mente ahora mismo, mandaré a un chico para que los cuide, ustedes lo conocen, es José Gonzales, él tratará de resolver las preguntas que necesiten, pero necesito que hagan todo lo que él les diga, ¿Está bien? 

-Si...-Dijo Daniel. 

-Bien, tal vez no nos veamos de nuevo, así que ni una sola palabra de lo que vivieron aquí, ni lo que leyeron en la carta, a nadie le contaran de esto, adiós- Catalina extendió las manos, una luz apareció enfrente de sus amigos y desaparecieron junto con la luz. 

-E-Ellos estarán b-bien- Dijo Juan. 

-Lo estarán manito- Dijo Catalina caminando hacia la celda de Juan- Al igual que tú- Dijo Catalina sonriendo. 

México-Cancún. 

Los amigos de Catalina: Adrián, Daniel, Valentina, Dayana, Pep y Sophie estaban en la sala de la casa de Catalina, la casa estaba destruida, había varias hojas en el suelo. 

-Vamos con la policía- Dijo Adrián. 

- ¿Estás loco? - Dijo Dayana- ¿Qué no escuchaste lo que nos dijo Catalina?