—Discúlpame— dice el chico quitando todo rastro de lágrimas.
Levanta su rostro y conecta sus ojos con los míos, tiene un ojo azul y el otro de color café, son demasiado hermosos, él agacha la cabeza. ¿Qué les pasó a sus ojos? Me pregunto.
—Tengo heterocromia, por eso son de distintos colores— agrega rápidamente, respondiendo a mi pregunta.
—Son muy lindos— digo, jugueteando con mi cabello.
—Gracias, a mí me gusta mucho el marrón de tus ojos— sonríe y yo hipeo.
Por alguna razón el hipo me entra cuando estoy nerviosa. Este chico me coloca muy nerviosa.
—Gracias— murmuro.
—Bebe esto y tapa tu nariz, es para que se te vaya el hipo— me extiende una botella de agua y yo hago caso a lo que dice.
Y el hipo se va poco a poco.
—Yo, yo te agradezco por haberme salvado— menciono sin poder mirarlo.
—No tienes que agradecer.
Recién me fijo que tiene su boca tapada, solo puedo apreciar sus ojos.
—¿Por qué no dejas ver tu cara? — pregunto.
—¿Quieres qué me quite esto?
—No es necesario, si tú quieres está bien.
Él solo ríe.
—¿Qué es tan gracioso? — pregunto haciendo un mohín.
—Pareces una niña mimada haciendo eso, realmente eres hermosa.
Yo me sonrojo.
—Hasta sonrojada eres linda.
—¡BASTAAA! — grito.
—Cariño, ¿estás bien? — dice Sophia—. Escuché un grito y pensé que estabas en peligro, pero ya vi que no. Bueno me voy.
—Tu madre es muy sobreprotectora— dice el chico sin nombre.
—Por cierto, aún no me has dicho tu nombre— menciono sonrojada.
—Me llamo Jake Parker, para servirle.
Un lindo nombre para un chico lindo es todo lo que pienso.
—Un gusto Jake, mi nombre ya lo sabes ¿cierto? — él asiente.
—Alice, un lindo nombre— dice levantándose de la silla—. Tengo que irme, pero te veré muy pronto.
—Estaré esperando para verte.
Sale de la habitación, y yo quedo completamente sola. Estoy tan cansada de estar encerrada, ya no sé qué hacer aquí. Miro mi mesita y está mi celular, así que él lo tenía, lo tomo y un mensaje llega.
Desconocido:
Jamás dudes de lo valiente y buena persona que eres, sé fuerte preciosa, todo va a estar bien.
Mi corazón se rompe al leer esas palabras y agradezco al cielo que Jake esté conmigo, aunque lo conozca de hace poco.
Llevo varias horas asimilando todo lo que ha pasado en estos días y no logro recordar nada de lo que pasó el día de mi accidente.
Una llamada entrante interrumpe parte de mis pensamientos, veo la pantalla y es Katherin, ya llevaba varios días sin saber de ella.
—Baby, ¿cómo estás? — pregunta al otro lado de la línea.
—Estoy bien, recuperándome poco a poco.
—Lamento mucho no estar a tu lado, estás al tanto de que tengo que estudiar y tú sabes cuidarte sola, supongo que no tuviste suerte ese día.
Me enoja un poco su forma de expresar lo sucedido como una "mala suerte", ignoro completamente su comentario, volviéndose el ambiente un poco tenso.
—Por cierto, Danty está aquí conmigo, ¿eso no te enoja? — rompe el silencio.
Desde acá puedo sentir que forma una sonrisa y sé que lo hace para cabrearme, pero está equivocada si piensa que eso me hace sentir fatal.
—Me alegro mucho. Katherin necesito descansar, te hablo luego, ¿Okay?
—Vale cariño, te quiero— dice antes de que cuelgue.
Recuerdo que aún no he agendado a Jake y tampoco le he respondido.
Alice.
Jake, hola y gracias por tu mensaje.
Esperar su mensaje me inquieta, pasan los minutos y él no responde, en este preciso momento no quiero nada solo quiero hablar con Jake, sus palabras me reconfortan y me hacen sentir una chica especial y segura de mí misma, es raro decir eso si lo conozco de hace poco, pero así me siento.
El celular vibra dos veces haciendo llegar alguna notificación y mi mente viaja a Jake, y efectivamente es él, hay un mensaje y un archivo multimedia que solo puede verse una vez.
Jake.
Me estaba duchando, te dejo un regalo.
Abro el archivo, MADRE SANTÍSIMA QUE PECTORALES, es lo que grita mi mente, no puedo apartar la vista de ahí. Lleva alrededor de su cadera una toalla de color blanca, que posiblemente yo se la arrancaría.
«Adolorida, pero siempre perversa»
Necesito callar a mi mente, dice muchas barbaridades, alguien haga clic y que la apague de una buena vez.
Alice.
Bonita foto, gracias.
Eso es lo único que mi pequeña cabecita pudo procesar, estoy tan nerviosa que siento cosquilleos hasta por donde no debería, al final el día pudo ser bueno gracias a los abdominales de Jake, ejem gracias a sus mensajes.
Mi lado malo se está apoderando por culpa de este ser que salió de la nada y resultó ser mi salvador.
«¿Ya nos enamoramos del desconocido?»
Ni lo sueñes, no me enamoro tan fácil, soy una chica difícil y Jake no me gusta.
«Eso dices»
Maldita conciencia, cállate de una vez joder.
Antes de seguir insultando a mi conciencia, otro mensaje llega.
Jake.
Sería más bonito si lo vieras en persona, te echo de menos preciosa.
Grito, literalmente suelto el grito más desgarrador y jodidamente sexy que jamás haya soltado en mis 19 años de vida.
El grito es tanto que todas las enfermeras, mi doctor y mis familiares entran a la habitación y solo estoy yo con el celular en mis manos y posiblemente con la cara roja de la vergüenza.
Los miro y todos me repasan de arriba a abajo al mismo tiempo.
—Cosas que ves en internet y te excitan, eso es todo— digo, alzando los hombros restándole importancia.
***
¡Holis! Si estás leyendo esto te agradecería de todo corazón si podrías seguirme y darle un corazoncito a mi hermosa obra para que no te pierdas de las próximas actualizaciones. Muchas gracias por leer y espero vernos pronto en el siguiente capítulo.
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Editado: 17.11.2024