Caza Zabat

Capítulo 6

Lo primero que tienes que hacer para clonarte es pensar, imaginarte en ese lugar, te diría que debes estar serena, pero es mentira porque cuando estás en peligro no estarás con la mente tranquila—dice con obviedad, asiento.

Él se acerca a mi rodeándome y colocándose tras de mí, apoyando sus manos en mis hombros causándome un escalofrió, pero no un escalofrió como cuando un fantasma se acerca si no un escalofrió extraño, un cosquilleo agradable.

Nunca cierres los ojos, solo imagínate en ese lugar, empecemos por el sofá del frente—respiro hondo y me concentro.

Espero y espero, pero nada sucede.

Tranquila, es la primera vez...vamos concéntrate—respiro hondo nuevamente y nada, el hace presión en mis hombros reconfortándome y repito el patrón.

Levemente me veo sentada en el sofá, pero solo dura un par de segundos.

Bien, casi lo logras—sonríe con suficiencia, coloca sus manos en su cintura asintiendo—aprendes rápido—estoy feliz de ver mi casi logro.

Seguimos practicando unas dos horas más, no hubo avances, apenas salía levemente mi imagen en el sofá, estaba estresada. Blake me dijo que estresarse causará que sea más difícil poder manifestarlo.

Mi madre sale de la oficina y nos reúnen a todos.

Chicos, hay un caso en el cine, es reciente—empieza a hablar mi madre—¿saben que dos chicas fueron encontradas muertas en el baño del cine hace un mes? —todos asentimos, esa noticia fue sonada en la ciudad—bueno, al parecer esas chicas les aparece a chicos en particular, chicos rubios y musculosos.

¡En serio?—se ríe Fátima—lo siento, es que me imagino a los pobres chicos rubios.

Tendrán que irse caminando porque estamos todos ocupados con otros casos.

Yo puedo llevarlos—me asusté al escucharlo, pensé que se había ido.

Fátima y Andrea se ríen al leerme la mente. Las callo con la mirada.

En serio no es necesario—dice mi madre.

¡Tía!—dicen mis primos al unísono—¡odiamos caminar!

No tengo problema—sonríe mostrando los dientes.

///

Nos encontramos en la camioneta camino al lugar del caso, voy en el asiento del copiloto, Blake va conduciendo y en mi cabeza retumba las palabras de mi madre que me dijo antes de salir.

"Recuerda mantener distancia con él, no confíes."

Pero que hago si Cecilio quiere que confié en él y mis padres no. Sé que debo confiar en mis padres porque ellos son mis padres, pero no sé que hacer, algo me dice que confié en él.

Niego con la cabeza a la vez que los chicos gritan atrás. Justo en este momento recuerdo la visión que tuve sobre Blake conduciendo a mi lado y solo me confirmó que el futuro no se puedo cambiar, ni esquivar y más cuando lo ves de ante mano.

La clarividencia es tanto una bendición como una maldición. A veces quisiera no saber lo que sucedería en un futuro y dejar que me sorprenda porque es horrible saber lo que te sucederá y no poder hacer nada para cambiarlo.

Llegamos al cine que lo vaciaron para que podamos trabajar. Nos dividimos y fuimos en busca de los tenaces fantasmas.

¿Qué pueden hacer dos simples chicas?

Me encargué de ir directo al baño y para cuando llegué Blake se encontraba ahí.

—Eres rápido.

Y tu muy lenta—sonrió—usa tu habilidad—se tele-transportó para llegar aquí ¿Por qué no lo pensé antes?

Esperábamos a que aparecieran, pero al parecer no están aquí. Salimos del baño y caminé por las salas del cine, siento un escalofrío recorrerme la nuca, seguido de un jalón que me hizo caer de espalda.

Para cuando me di cuenta, tenía a una de ellas sobre mí. Podía acabarla con solo mencionar un hechizo, pero no pude y más cuando su muerte pasó frente a mí.

La chica que me ha atacado venia al cine con su novio, entraron a una de las salas, eran felices. Ambos tomados de la mano, compartiendo su gaseosa. Se sentaron en sus butacas al lado de una chica castaña, de ojos azules que agarró la mano del chico frente a su novia.

¿Sabes que tu novio te engaña conmigo? —sonríe con cinismo la chica—pobre de ti—hace una cara de perrito.

La chica se levanta y se va llorando de la sala, el novio la sigue y discuten, pero la castaña no se queda atrás y arrastra por el cabello a la chica, se van directo al baño de chicas y el novio las sigue, pero para cuando entra ve a su novia desangrándose en el suelo.

Te dije que ibas a ser solo mío—sonrió la castaña con maldad y locura en su mirada—eres mío.

Nunca estaría con una loca como tú—dijo con los ojos llenos de lágrimas, mirando a su novia en el suelo.

Iba a salir del baño en busca de ayuda, pero ella venia tras el para apuñalarlo, él fue más rápido y la esquivó, lucharon hasta que en un movimiento le incrustó el cuchillo a la chica en el estómago, la chica cayó al piso justo al lado de su novia.




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