Capítulo 15

Nos detuvimos frente a él y parecía inconsciente hasta que abrió los ojos.

—¡Vas a morir! —gritó levantándose y atacando a Andrea, corro para evitar que le haga daño, pero cuando lo toco nos tele transportamos.

Repentinamente aparecemos en una especie de bodega y hace demasiado frío. Cuando me doy cuenta el chico está estrangulando a Andrea. Trato de ayudarla, pero este chico es demasiado fuerte a causa del espíritu negro dentro de él.

—Aguanta Andrea—le digo mientras pienso rápido en una idea.

¡Un hechizo! Eso es. El hechizo de exorcismo.

Agarro al chico mientras el sigue apretando el cuello de Andrea.

—Gorputzaren gatz hori orain—no afloja el agarre—¡gorputzaren gatz hori orain! —repetí y vi que aflojó el agarré hasta soltarla.

Cayó al piso de rodillas mientras que Andrea cayó tosiendo. De pronto el chico levanta la mirada y ve Andrea, se acerca con rapidez a ella con la intención de atacarla nuevamente, pero Andrea fue más rápida.

Al no conseguirlo me mira a mí que estoy cerca de él. Intenta atacarme, pero antes de que logre agarrarme, Andrea lo golpea con una silla y su cuerpo cae al suelo inconsciente.

El espíritu sale de su cuerpo e intenta atravesarme, pero lo evitamos al tomarnos de las manos pronunciando un hechizo.

—Iluntasuna arimak—logramos expulsarlo, pero ahora tenemos a un chico inconsciente.

—¿Qué hacemos? —me pregunta.

—¿Sabes dónde vive?

—Creo que vive a dos casas de la de Grace—nunca lo había visto.

—Tele-transportémonos hasta la casa de Grace, tomemos sus manos—eso hacemos.

Aparecimos en su habitación sorprendiéndola.

—Odio cuando apareces como un fantasma—mira al chico y frunce el ceño—¿Qué hace Mike con ustedes? —gatea en su cama viéndolo más de cerca—¡¿está muerto?! —se sorprende alejándose—no las ayudaré a esconder un cuerpo—negó asustada.

—No, solo está inconsciente, lo golpeamos—nos miramos un poco avergonzadas.

—Par de locas.

—Fue en defensa propia—aclara Andrea.

—Pero si él es todo menos peligroso y una buena persona.

—Un espíritu se apoderó de su cuerpo—asiente entendiendo todo.

Esperamos a que despertara y le explicaríamos todo para después cuando esté en la puerta de su casa, borrarle la memoria.

—Gracias por ayudarnos—le digo a mi amiga que me sonríe de vuelta.

—Para eso estamos las amigas y debes valorarme soy la única que soportaría tu habilidad—asiento riendo.

—Eres la única—la abrazo—te quiero amiga.

—Yo también.

Regresamos a casa y me fui directo a mi habitación para estar sola, pero al estarlo lo único que venía a mi mente era Blake con esa chica. ¿¡Que acaso me olvidó tan rápido!?

No quiero llorar por ese idiota, pero no puedo evitarlo. Me enamoré de la forma más tonta y he sufrido como nunca, mis padres tenían razón al decirme que no era el indicado para mí, pero aun así no les hice caso.

—Princesa, te hice...—mi padre entró tomándome desprevenida y con las lágrimas mojando mis mejillas—¿Por qué lloras? —se acerca rápidamente hacia mi cama—¿dime que no fue Blake? —me miró seriamente.

—Creí que mamá te lo había dicho—frunce el ceño.

—¿Qué cosa? ella y yo hablaremos después ¿Cómo me va a ocultar algo así? —seguía hablando, de pronto me mira confundido—¿Qué es lo que no me ha dicho?

—Blake y yo terminamos—una sonrisa apareció en su rostro que borró rápidamente.

—No es que esté feliz...digo...

Está feliz, le leí la mente, pero quiere matarlo al mismo tiempo. Él le advirtió a Blake que si me hacía llorar lo mataría.

—Papá te leo, no lo hagas...fue mutuo la decisión.

—¿Y por qué lloras?

—Porque duele papá, lo quiero, pero es mejor así—sequé mis lágrimas—ya se me pasará.

Se acerca abrazándome, correspondo al abrazo a la vez que el acaricia mi cabello.

—Como has crecido mi pequeña—escondo mi cara en su pecho—siempre cuidaré de ti, no lo olvides—asiento—y por eso lo mataré.

—¡Papá! —lo miró sorprendida.

—Es broma—ríe y yo vuelvo a recostarme en su pecho—o no—ruedo los ojos—es broma pequeña.

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No recuerdo cuando me quedé dormida, pero ya me encontraba caminando al colegio. Vamos tarde, pero no nos importa solo disfrutamos de la caminata y las burlas que le hacemos a Felipe por su reciente caída, la cual terminó raspado y como ya trae un botequín en su mochila, el mismo se curó.