CAPÍTULO 2 : DELFINA LE COMUNICA A SU ESPOSO ÁLVARO SU DESEO DE CONTACTAR AL PADRE DE ELLA.
Dos años después de la boda ambos se encontraban en la recámara matrimonial de su apacible hogar, ellos estaban sobre de la cama a esa hora tan temprana de la mañana, a los dos les gustaba madrugar pero más a Delfina, más últimamente lo había venido haciendo también su marido Álvaro, quien le da un beso en la mejilla y posteriormente en la boca, a Delfina su mujer, ambos ya están despiertos puesto que ya abrieron los ojos, pero aún no sé han levantado, del todo.
Delfina se dirigió hacia la cuna donde se encontraba el bebé fruto de ese bello amor, mientras que Álvaro también hacia lo propio con respecto de levantarse y mientras así preguntaba a su amada Delfina si es que habrá agua caliente?, claro para bañarse, Ella ya con el bebé entre sus brazos se giraba para voltear a ver a Álvaro directamente a sus ojos, en tanto le respondía con un tono de voz que mostraba claramente su amor por su marido,
- Sí bebé el agua está caliente pues se quedó prendido desde ayer el boiler, te lo juro que estoy ahorrando, estoy ahorrando gas pero se me olvidó apagarlo el día de ayer, y después me volví a acordar que estaba prendido, pero recordé que estábamos en el mes de diciembre, en el típico mes del invierno en nuestro país, por lo que ibas a necesitar el agua caliente así que lo dejé encendido, del todo desde ayer.
- Nena okay okay pero recuerda ahorrar es necesario, no para ti, no para mí, sino para nuestro nene Alejandro.
Delfina y Álvaro le habían puesto ese nombre en honor del abuelo, del padre de Delfina, del abuelo Alejandro!, Era lo único que había podido hacer Delfina por su padre, desde que habían decidido que no compartirían sus vidas con él, su esposo Álvaro y su suegro Don Álvaro, y como Delfina siempre consideró algo cruel con respecto de su padre a toda ésta postura, en que tenían al abuelo Alejandro, decidió rendirle tributo de esta manera, Delfina al abuelo, le había bautizado pues con nombre de su padre a su pequeño hijo.
Delfina había venido notando que su amado esposo Álvaro, se venía levantando temprano, cada vez más temprano que en otras ocasiones o que de costumbre, ella asombrada y si tituviar le preguntaba por esta cuestión que ella ya notaba en él :
- Álvaro por qué te estás levantando tan temprano?, qué vas a ver a otra?, Delfina queriendo hacerle una broma pero al mismo tiempo preguntando a Álvaro su marido, por esa cuestión que ella había notado en él, Y es que ella había notado que Álvaro se levantaba más temprano que de costumbre, o con respecto a la hora en que él la tenía acostumbrada ya, a su mujer, a él levantarse.
Álvaro le respondía un tanto no sorprendido, puesto que él sabía muy bien que sí, que sí se venía levantando más temprano, Álvaro, y él le respondía de inmediato con una sonrisa en su en su mirada, porque Álvaro le sabía sonreír a su amada con los ojos, Delfina sabía que cuando Álvaro le sonreía con la mirada, era porque este le tenía una gran sorpresa, una muy, muy, buena noticia, ella ya lo conocía, vaya que si conocía, a Álvaro, no obstante que apenas su matrimonio era muy joven, era un matrimonio con solo dos años de longevidad y que había dado como fruto de ese amor, de esa relación a su Peque Alejandro.
- Así es Delfina, así es amor, si me vengo levantando más temprano
Álvaro le hacía ver a Delfina que él se encontraba bastante motivado por una noticia, y más que por una noticia por una propuesta de crecimiento que le había dado el abuelo Don Álvaro, y tal oportunidad radicaba básicamente en que el abuelo, Don Álvaro le estaba ofreciendo conseguir para la familia de su hijo, de su único hijo un crédito mediante los contactos, influencias, amistades, y relaciones que lo catapultaban a Don Álvaro para conseguir tal cosa, y todo esto era motivo derivado del poderoso negocio, del exitoso negocio que había sido y qué era el negocio de la familia Cafetales García, SOMOS LÍDERES LEART JET.
Crédito mediante el cual Don Álvaro le abría los ojos y le hacía ver que de esta manera él podría conseguir, comprar, y adquirir, un nuevo jet ejecutivo para dar servicio dentro de la empresa, de Don Álvaro, su padre, pero claro ya de una manera totalmente como piloto aviador, sí, de la empresa, pero el regalo y la sorpresa era que también lo haría como socio de la misma, y que por tanto lo que percibiría serían dos entradas, el sueldo derivado de la profesión que él tanto amaba, y que no era otra que la de piloto aviador, y la segunda entrada sería como socio accionista de la empresa de su padre.
- Mi amor cómo ves es una oportunidad que no debo dejar pasar, comentaba muy entusiasmado Álvaro a su bella esposa Delfina.
Delfina estaba más que sorprendida, pues esa noticia no solo era una gran noticia, más bien era una bendición para su familia, para el peque Alejandrito.
Y como a todo aquel, como a todo el mundo, como a todos nosotros, oh a como cualquiera es que le pasaba a suceder cuando recibía una muy buena noticia, y que esa noticia realmente resultaba ser también una bendición, había sido que de inmediato Delfina pensaba y recordaba a su padre, Alejandro, pues la vida lo había maltratado demasiado ya al abuelo, a su señor padre, y comúnmente lo que uno le sucede lo que uno recibe en su mente o en lo primero que piensa uno en su mente, recientemente después de recibir una excelente noticia, Y qué si tal noticia pudiese ser más bien una preciosa bendición, en lo primero que piensas es en conseguir todo el bienestar que deseas tener en tu vida, y generarlo a través de esa oportunidad que te está dando esa gran noticia, o esa maravillosa bendición.