CAPÍTULO 3 : DELFINA LE HACE UNA LLAMADA A SU PADRE ALEJANDRO PUES QUIERE LIMAR ASPEREZAS.
El capitán Álvaro se despide de su esposa Delfina y de su Peque Alejandro, vamos han quedado de acuerdo en aquellos referente a que Alejandrito pueda conocer al abuelo, y este el abuelo tenga todavía la oportunidad de conocer a su nieto, quien lleva su mismo nombre.
El capitán Álvaro sale del departamento ubicado en la zona sur de la ciudad de Toluca, lugar donde radican sus familiares y amigos, y se dirige a la empresa de su señor padre, de Don Álvaro Cafetales.
Delfina pronto va a su agenda personal telefónica y busca el número de su señor padre, del señor Alejandro otrora contador de la empresa de su señor suegro Don Álvaro.
Delfina toma la bocina del teléfono fijo de casa con la mano derecha, y con la diestra posiciona su dedo dentro del disco de los números del teléfono, y hace una llamada por lo que marca directamente al señor Alejandro, a su padre, y mientras atendía el teléfono Delfina cuidaba celosamente el corral de juegos para niños en el que se encontraba el pequeño Alejandro.
El señor Alejandro se encontraba distrayéndose un poco en el jardín que tenía su pequeño departamento, totalmente propiedad de él, y con dinero bien habido al contrario de lo que pudiera pensarse o pudieran pensar los demás, pues una vez que salió de prisión después de aquella condena, justa por cierto, él todavía se quedó con su casa la cual la vendió por medio de una inmobiliaria, de tal venta y por presiones del abogado de su ex esposa Bianca Y por supuesto de la misma Bianca, fue que tuvo que ceder el 50% a su señora, a su esposa la señora Bianca, con quién quedó totalmente peleado pues ya ni se veían y ni se hablaban, y mucho menos se buscaban, y con ese 50% que le tocó a él de tal venta, adquirió un departamento módico y pequeño pero bastante apropiado para él, y decente para quien alguna vez haya sido contador y que haya vivido bien, de su carrera, que realmente no cualquiera, pues se podía ser profesionista y realmente conseguir poco del mundo y de la vida, todos los que se sabían meter y se sabían relacionar lograban llegar alto en sus carreras, y él lo había conseguido pues él era el ex gerente de contabilidad del poderoso negocio SOMOS LÍDERES LEART JET, propiedad de la familia Cafetales García, muy en específico del señor Don Álvaro Cafetales Bandera.
Con ese dinero producto de la venta de la casa que generará su matrimonio con Bianca, ahora ya su ex mujer, el ex contador y ahora señor Alejandro, fue que adquirió un vehículo nuevo y ya no le alcanzó para más, pero al conseguir un vehículo nuevo lo utilizaba como taxi independiente, mediante la utilización de la tecnología a través de una aplicación llamada Uber, con la cual sus clientes potenciales lo contactaban a él y a su vehículo en directo, con eso pudo sobrevivir pues ya no tenía derecho a ejercer ninguna carrera, y de esta manera podía darse el lujo de vivir una vida decente y totalmente independiente, a todo aquello que ya no podía conseguir de la vida, de su vida, motivo de sus malas acciones en la empresa del señor Don Álvaro su ex jefe, vamos el señor Alejandro se hizo por necesidad taxista independiente, pues no podía más ser un contador puesto que el estado y la justicia, le habían retirado su cédula profesional de licenciado en contabilidad, como resultado del desfalco causado a la empresa de Don Álvaro, es jefe del ahora señor Alejandro, y dinero desfalcado que había tenido que regresar peso a peso, centavo a centavo a la familia Cafetales, motivo por el cual al quedarse sin dinero se había visto en la necesidad de vender su vivienda producto del amor que se tuvo con su ex esposa Bianca.
El señor Alejandro padre de la licenciada Delfina tomaba de inmediato el teléfono, y de inmediato vez con vez cada que sonaba anunciándole la entrada de una nueva llamada, y es que el señor Alejandro le gustaba contestar el teléfono en su nuevo departamento, debido a que se sentía solo, vivía solo, y no le gustaba pasarla solo, por eso contestaba de inmediato cada llamada que entraba a su número telefónico, también contestaba de inmediato porque mientras fuera el gerente de contabilidad de la empresa SOMOS LÍDERES LEART JET, él se había acostumbrado al trato con la gente, le gustaba hablar con las personas, y mal individuo realmente no lo había sido, bueno no había sido mal individuo con el personal que tenía a su mando, en su trabajo, pero sí que tenía sus cosas, sus defectos en su persona, y ya había tenido el error de cometer una falta, con la cual había perdido toda la confianza ganada con su ex jefe, con Don Álvaro, confianza de más de 20 años que perdiera al sentirse presionado económicamente, por las necesidades de su vida, al querer dejarles algo bueno a toda su familia, y es que le remordía la conciencia pues como padre había dejado mucho que desear, y ya había lastimado enormemente a su hijo Rubén, quién De hecho perdiera la vida no por su culpa, sino por el destino que a Rubén le había tocado vivir, en su vida, propia y personal de él, de Rubén, pero al haber muerto así su hijo, de forma repentina, la vida no le había dado la oportunidad de reivindicarse con él, ni de contentarse con él en ningún modo, y todo esto le dolía enormemente al señor Alejandro, pues lo había lastimado a él, a su hijo enormemente, al querer controlar su vida y no dejar que fuera quién él quería ser, pero al final sí que había algo que le podía dar consuelo al señor Alejandro, con respecto de su hijo Rubén, y esto era que cualquiera que hubiese sido la imposición de su padre, para con Rubén, realmente terminó por dejarlo ser, a su hijo, le permitió ser quien él quería ser, y lo había dejado morir como él abría querido morir, como a él le hubiese gustado morir, Rubén, su hijo se realizó en la vida en la carrera que más amaba, él había conseguido ser militar y se había realizado como un muy buen militar, puesto que el día de su muerte él tenía el mando del pelotón que había sido destinado para esa misión.