4 LA VISITA DE DELFINA A SU PADRE ALEJANDRO EN EL DEPARTAMENTO DE ESTE

CAPÍTULO 4 : LA VISITA DE DELFINA A SU PADRE ALEJANDRO EN EL DEPARTAMENTO DE ESTE.

Había pasado ya un día completo desde la última llamada de Delfina, la hija del señor Alejandro, y siendo que ya en el día presente su padre es que le esperaba prácticamente impaciente, inquieto, pues deseaba saber para qué es que ella lo buscaba, y así él se encontraba intrigado, mientras trataba de imaginarse el motivo de la visita de su hija, hasta el departamento propiedad del señor Alejandro.

Él se encontraba aguardando por Delfina en la sala de su departamento, un departamento espacioso que tenía 160 metros cuadrados por lo que no era nada pequeño, tampoco grande, al menos no tenía la extensión de una casa, ni se asemejaba en ningún modo a la casa fruto del amor con su ex mujer Bianca, la cual sí tendría unos 250 metros cuadrados de extensión, Y esa misma casa contaba con dos plantas.

De repente y estando sentado en la sala de estar, del departamento es que llamaban a la puerta de manera insistente, él se imaginaba que pudiera ser Delfina, su dedo gordo del pie, aunque ella realmente no sabía ni conocía a este hermoso detalle por parte de su señor padre.

Él se levantaba del asiento en el cual se encontraba sentado plácidamente tomando una copa de coñac, y ya había servido otra copa con la misma bebida para su hija, él desconocía si le gustaba el aperitivo y si lo acostumbraba a beber, pero él le había servido la copa como una mera atención y como protocolo, ante ya una ausencia por parte de ella y por parte de él en la relación padre e hija, desde hacía ya un tiempo mayor a 2 años, y 2 años que tenía ya de edad el nieto Alejandro.

Alejandro preguntaba que quién era?, pues había escuchado unos toquidos del otro lado de la puerta, él escuchó una voz que denotaba una felicidad muy marcada en el tono y en el acento de la misma, de la misma voz vaya pues, al menos en ese momento del tiempo, al pronunciar las palabras buenas tardes te encuentras padre?, soy Delfina tu hija cómo estás,? cómo está viejo?.

Él padre de Delfina abría la puerta de par en par,  para ella y para cuando ambos se miraban frente a frente, era que pasaban a experimentar una avalancha de sentimientos hermosos y cautivadores, y que los hacían converger uno para con el otro, y este encuentro había sido así de cálido y fraterno, debido a que habían pasado dos años en que no se veían, dos años de no conversar y de no verse ni frecuentarse, y así mismo tenía ya dos largos años aquel sacrificio, hecho por su padre Alejandro, para con Delfina, para con el marido de esta, y para con respecto del suegro de la misma, para con Don Álvaro Cafetales Bandera, el objetivo de tal sacrificio perseguía qué tanto el capitán Álvaro como su señor padre, Don Álvaro Cafetales Bandera no debían de ser molestados por su ex gerente de contabilidad, por el señor Alejandro Bilbao Ríos.

Él señor Alejandro, al tener ahí en esos momentos fidedignos del tiempo, a su linda hija Delfina, era que pasaba a recordar todos aquellos aspectos de su vida, todos aquellos aspectos negativos de tales cuestiones, y de tales asuntos por igual.

Delfina lo que pretendía con esa visita en directo a su padre, era primero restablecer las relaciones diplomáticas con él, la conversación y las relaciones interfamiliares también, ella le comparte la noticia de que ella ya era madre, y que por lo tanto Alejandro ya era abuelo también, Delfina le comparte la hermosa noticia de que el nieto se llama igual que él, que lo hizo en honor a él, a su padre, al señor Alejandro, esto lo llenaba de una dicha indescriptible por lo que se emocionaba tanto, que de sus ojos salió llanto.

Otra razón por la cual Delfina estaba ahí presente con su padre Alejandro, era debido a que las dos personas que habían formado parte ya de aquel sacrificio que había realizado el señor Alejandro en favor de su hija Delfina, un acto puro de amor, Y qué tal las personas eran el capitán Álvaro y su padre Don Álvaro, y mismos que ya habían cambiado de parecer con respecto de él, vamos ya se la habían perdonado pues querían que el niño fuera feliz, y tuviera un infancia feliz, pues Alejandrito ya tenía dos años de edad.

Ellos y ella deseaban que el abuelo Alejandro se incorporara a la vida familiar y que formara parte ya de la vida del Nieto, Alejandrito.