Cazando al rey

Prueba

¡MUY BUENOS DÍAS MUNDO!, mentira, casi nunca amanecía de muy buena manera o leche, como quieras decirle, necesitaba como mínimo unos 20 minutos, (de ser posible más), para reencontrar el amor con la vida, y café claro, no podía faltar ese elixir mágico marrón con olor sabrosón

Además de que por regla general tardaba un poquitín más en levantarme de cama, el exterior solía ser un lugar fiero y frio, y a mí en lo personal me gustaba mucho el calorcito de las mantas

—Por fin despiertas bollo—Una sonrisa relajada se pintó en mi rostro

—Muy buenos días goloso

—Tu café y tu bonito teléfono que no dejo de dar la lata en toda la mañana —Por dios santo del café, como amaba a este hombre, era casi perfecto, teniendo en cuenta que era un espécimen con pene, pero espera un segundo, ¿Por qué estaba aquí?, no quería sonar como una mal agradecida o algo así, pero no recordaba irme a la cama con el

—Me cole—Admitió tras ver mi cejo fruncido y seguido me robo un pico y sonrió de lado — Te veías de muerte dormida, y tu cama muy calentita, además de todo estaba lloviendo, no creí que fueses tan cruel como para obligarme a marcharme

Hice un mohín, hombres, eran difíciles y muy calenturientos, lo último no estaba para nada mal, pero lo primero me causaba conflictos

—Además— Se giro para mirarme directo a los ojazos que poseía— Si no me hubiese quedado, no tendrías una magdalena de fresa justo a punto de salir del horno en— Miro un reloj imaginario en su muñeca y conto regresivamente— Tres, dos y uno— Pum, el sonido del microondas lleno el apartamento

—Bueno, estas perdonado y la cuota ha sido pagada con la magdalena, pero esta noche tu culo gordo duerme en tu piso

—Trato, pero amas este culo gordo—Me reí ante las palmaditas que se propino a sí mismo en el trasero antes de darme un beso más profundo y darse media vuelta para ir al trabajo— Te amo bollo

—Te amo goloso— Sonreí levantándome en busca de esa deliciosa magdalena de fresa que se me había prometido, eso junto con el café me había hecho más amena la mañana, y ahora era hora de empezar el día, una lástima en realidad

Primera parada, el baño, la llamada de la naturaleza me alcanzo justo cuando había sacado la magdalena del horno, segunda parada, la magdalena, necesitaba combustible para el día que pintaba movidito, tercera, mi sofá junto con mi computador y mi ruidoso teléfono, el correo estaba medianamente libre, spam, correos viejos que había olvidado contestar por x o y razón y algunos de la empresa, pero WhatsApp, joder, era una zona de guerra, y no es que tuviera una gran vida social, el trabajo me consumía, la mayoría era de compañeros de trabajo que me pedían consejos en sus diseños, otro de mis padres pidiéndome ir a cenar con ellos y que llevara pan, y a mi pareja claro, un mensaje de promociones en aplicaciones para mi teléfono, uno de mi jefe de departamento, el primo John queriendo un asilo, seguro habrá peleado de nuevo con su madre, lastima por él, y finalmente mensajes de Scarlett, conteste por orden de importancia, primero bloquee a la compañía del móvil, no necesitaba que la memoria se me llenara por promociones, Scarlett fue la siguiente, a ella no la bloquee, aunque había estado en zona de riesgo muchas veces, estaban sus quejas rutinarias, ¡Maldición hace demasiado frio!, ¡Ahora mucho calor!, Olvide comprar el azúcar, alguien se ha comido mi pan, y después el chismorreo, ¿Viste que parece que alguien va a comenzar un nuevo contrato con nuestro jefecito?, ojala este buenorro, ¿Quién será?, ¿Vamos juntas al curro?

Mire la hora, tenía justo una hora para mejorar mi aspecto físico e ir al trabajo

Era de madrugada Scarlett, claro que hacía frio, desnúdate, a menos que tengas algo que ocultar, anótate la lista de la compra en la frente, así algún buen samaritano te diga que olvidas el azúcar, tu misma el jueves pasado, estabas como una cuba, ¿De verdad?, espero que sea una viejecita, así no te llevan por el camino del pecado pecaminoso, tengo pareja, ¿recuerdas?, no me obligues a pecar, soy un alma débil, Claro, una ducha y te paso a buscar

Conteste a mis compañeros de camino a la regadera, a mi jefe de departamento mientras esperaba que el acondicionador y la mascarilla hicieran su magia y listo, todas las prioridades resueltas, ya no hacia tanto calor como Scarlett había dicho, seguro que le llegaba pronto la menopausia, por ello tocaba un pantalón azul de los normales, una blusa con un diseño de lunas muy cookie y una chaqueta de cuero, unas botas de motociclista que me había comprado Scarlett y listo, llevaba mi bolso además de mi computador, mi teléfono y unas barritas de moras con más azúcar de la recomendable, llegue justo cuando mi mejor amiga, mejor conocida como Scarlett caraculo salía de su apartamento

—Justo a tiempo, vaya, de verdad tomaste una ducha, déjame tomarte una foto, tenemos que inmortalizar el momento— Rodé los ojos

—8 años Scarlett, no me bañaba a los 8 años, odiaba el agua como todos los niños

—Nunca pase más de 3 días sin bañarme, tu duraste una semana querida— Bajamos hasta mi auto

—Estas celosa de que mis padres no me obligaban a darme un regaderazo

Tuvimos una plática muy profunda de duchas y niños, no eran compatibles, al menos esa fue mi gran conclusión, seguíamos en la gran platica hasta el momento de separarnos, lamentablemente la muy asquerosa tenía el curro en otro piso diferente al mío, pero bueno nada se podía hacer. Ella amaba los números y yo el diseño.




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