Tras cada paso en camino al área de despegue, ubicada en el último piso del edificio de mecánica, Luka sentía el temeroso latir de su corazón recorrer todo su cuerpo, el aterrador momento de la primer misión finalmente había llegado. El área de despegue se trataba de un piso completo totalmente despejado de tonalidad metálica con líneas de seguridad correctamente colocadas en el piso. Al llegar, Luka se aventuró a buscar a su escuadrón entre la muchedumbre de soldados que entraban y salían de las cosmonaves y corrían de un lugar a otro, avanzó con dificultad hasta que finalmente visualizó a la inconfundible figura del general Paul Wyatt, quien agrupaba al escuadrón en cuatro filas. Se acercó cohibidamente hacía él y llamó su atención tocándole ligeramente por el hombro.
— Eh...general Wyatt, ya he…
—¡Ah, Stellan!, por fin llegas —dijo sujetándolo del brazo para acercarlo a las filas —. Anda, formate por ahí. Perfecto, ahora que están todos les iré pasando sus armas.
Paul se agachó sobre la caja de armas que tenía a un lado y empezó a repartirlas a sus respectivos usuarios. Terminada su labor, se colocó frente del escuadrón e hizo un intento por motivarlos.
— Antes de que me pregunten qué está sucediendo seré honesto con ustedes, ni yo lo se, es una misión de emergencia, por tanto, pronto vendrá su majestad la emperatriz Nuria a decirnos que lo ocurre y darnos indicaciones. —Calló sin la intención de continuar hablando, no obstante, al observar las miradas temerosas en la mayoría de los soldados prosiguió fatigado—. Entiendo que la primer misión de miedo y que terminamos el entrenamiento básico hace poco, pero, si nos han llamado es porque nos consideran aptos para ello, así que solo apliquen lo que hemos aprendido y estarán bien.
—Disculpe, ¿y exactamente qué es lo que hemos aprendido?, prácticamente hemos entrenado solos, usted pasa la mayor parte del tiempo ebrio y dormido — expresó molesta Diana.
—Escucha niña, he puesto mucho empeño en ustedes, será mejor que…
—¿Hay algún problema general Wyatt? — interrumpió la profunda voz de la subcomandante Selene, quien apareció repentinamente detrás de él.
—¡No subcomandante!, ninguno — espetó tratando de disimular es susto que le provocó su inesperada aparición —. Detesto que haga eso —pensó.
—Eso espero general, me han llegado quejas respecto a su comportamiento en los entrenamientos, sinceramente no considero que su escuadrón esté preparado para esta misión o alguna otra, además, su único hechicero es ineficiente —mencionó mirando fijamente a Luka —. Ya veremos que resulta de todo esto.
En ese momento todo el bullicio cesó tras la entrada de Nuria, quien iba acompañada por un reducido grupo de generales, capitanes y soldados de vasta experiencia, entre ellos iba Alain, que a perspectiva de Luka se veía más cabizbajo de la usual. Al verla entrar, Selene se precipitó hacia ella, acompañándola en su recorrido hasta el centro del lugar.
—Todo está listo su majestad, todos los escuadrones y unidades médicas que solicitó están reunidas y esperando instrucciones.
—Agradezco tu servicio, Selene —señaló la emperatriz, volteó y miró atentamente a los grupos de personas frente a ella, antes de hablar carraspeó.— Primeramente, quiero agradecerles su pronta respuesta al llamado, demuestra su compromiso con el Imperio… Ahora, pasemos a los hechos, descubrimos que el ejército Galanight logró infiltrarse y levantar una base en el planeta Venivy —al escuchar aquel nombre el temor de Luka incremento—, lugar donde está instalado uno de nuestros cuarteles, al momento de descubrir su infiltración tuvo lugar un enfrentamiento el cual apenas pudimos controlar, sin embargo, la base de los galanight sigue en pie y por tanto sus miembros aún rondan por el planeta. Nuestra misión es adentrarnos en Venivy, encontrar su base y arrestar a tantos soldados galanight podamos. Para ello cada escuadrón se dividirá en dos y serán acompañados por soldados pertenecientes a las unidades médicas y de mecánica, por favor, les pido que se reúnan con el escuadrón que se les asignó.
Con la orden, los médicos y mecánicos se dispersaron rápidamente a acompañar a los escuadrones que les fueron asignados, colocándose a los costados de los mismos.
— Eh, Luka ¿qué hay? — susurró la voz de la persona que se colocó a su lado, Luka giró para ver de quién lo saludaba, se trataba de Elián.
— O-oh, hola.
— Vaya chicos, parece que trabajaremos juntos —susurró Metztli, al acercarse a ellos y acomodarse en la fila.
— Excelente —prosiguió Nuria—. Mi séquito y yo, nos adelantaremos al cuartel de Venivy, esperaremos su llegada en las cosmonaves, capitán…
— ¡Espere! —gritó una voz cuyo dueño entró apresuradamente al lugar, los murmullos no tardaron en aparecer, Luka consiguió visualizar al sujeto hasta que estuvo frente a la emperatriz, era Marth.