Celestia: Las Reliquias Del Poder

Capítulo XVI: Las Reliquias Del Poder

La noche tras la misión a Venivy fue intranquila, todo el escuadrón 422 tuvo dificultades para dormir algunos no lo hicieron en lo absoluto y otros, entre ellos Luka, despertaron en repetidas ocasiones debido a terribles pesadillas, lo vivido en Venivy no sería fácil de superar. Por esas razones no era de extrañar que a la mañana siguiente se presentarán cansados e irritados al entrenamiento. Paul, sorpresivamente ya se encontraba en el salón esperándolos y al igual que ellos parecía no haber tenido un buen descanso.

Escuchen, antes de empezar el entrenamiento me gustaría hablar sobre los aciertos y fallos en la misión del día de ayer enunció el general— primeramente fue un error que…

Nuestro único error es tenerlo a usted como general expresó Diana molestaes pésimo haciendo su trabajo, su “entrenamiento” no nos lleva a ningún lado, sigo sin entender por qué todavía no lo han corrido del ejército Imperial.

Paul Wyatt se mostró indignado ante la insolencia de la chica Escucha niña, no vas a decirme como hacer mi trabajo, y además fuiste tú quien incito el ataque precipitado a los galanight así que la culpa también es de ustedes.

Diana se puso rígida ante sus palabras, no obstante, rápidamente recuperó su postura arrogante, no iba permitir que expusieran sus errores y la dejan en vergüenza frente al escuadrón.

Buena forma de evadir su responsabilidad echándonos la culpa a nosotros de su fracaso respondió intransigente.

Ah, se nota que contigo no se puede hablar, no tenemos tiempo para esto, hablaré con ustedes cuando estén de mejor humor, solo empiecen con el calentamiento indicó finalmente.

Eh… general murmuró Luka tímidamente  yo-o quisiera decir algo.

Paul lo miró confundido ¿qué podría decir alguien como él? De acuerdo… pero que sea rápido.

Si, gracias.Luka se colocó frente al grupo, su corazón latía rápidamente pues ser el centro de atención lo ponía nervioso, suspiro e inhaló suavemente antes de hablar. Quiero disculparme por lo que pasó en Venivy, por mi culpa estuvimos en peligro… lo que menos quiero es que algo malo le suceda a alguno de ustedes, de verdad lo siento.

Los soldados se miraron entre ellos de forma bondadosa, excepto Diana quien rodó los ojos y cruzó lo brazos ásperamente.

Luka no te angusties señaló uno de sus compañeros creo que hablo por la mayoría al decir que fue una situación que se nos escapó de las manos, no hay culpables solo debemos esforzarnos más, no te mortifiques.

Luka se sorprendió ante la amable respuesta del escuadrón, sus palabras le hicieron sentir que se deshacía de un poco del peso sobre sus hombros, antes de que pudiera agradecerles una severa voz proveniente de la puerta irrumpió en el salón.

Interesantes palabras las que acabo de escuchar reconoció la subcomandante Selene Amaris apareciendo de la nada.

¡Subcomandante! Exclamó alarmado el general— ¿Qué esperan para formarse? la subcomandante está aquí bramó al atónito escuadrón.

No es necesario general Wyatt, lamento interrumpir su entrenamiento pero he venido a solicitarle que me permita a Luka Stellan un momento.

¿Aa-h mi? Balbuceo consternado el joven.

Si a ti respondió malhumorada — la emperatriz solicitó tu presencia en su sala.

«¿¡La emperatriz!? » pensó Luka aterrorizado.

En ese caso no hay ningún problema en dejarlo ir indicó Paul igual de extrañado por la situación.

Excelente, gracias por su tiempo general… tú dijo girando de manera agresiva en dirección a Luka  sígueme.

Sin atreverse a hacer preguntas ni mucho menos a desobedecer la orden Luka caminó detrás de ella nerviosamente, pensaba en las posibles razones por las cuales la emperatriz en persona quisiera verlo y la que resultaba más obvia lo ponía tenso, seguramente sería reprendido por su pésimo desempeño en Venivy. El escuadrón observaba intrigadamente su ida.

¿Qué están mirando? ¡A entrenar! Replicó Paul tras darse cuenta que él también miraba absorto la escena.

Durante el trayecto Selene no volteo a verlo ni pronunció palabra alguna, esa actitud le provocó a Luka mayor angustia. Caminaron en total silencio hasta el último piso del área habitacional, donde vivía la familia real y miembros del Consejo de Magia, el piso mantenía el estilo elegante del cuartel cambiando únicamente la madera por mármol y cristales, a su vez la seguridad era mayor al contar con gran cantidad de soldados de alto rango paseándose por los pasillos. Finalmente llegaron ante una imponente puerta plateada custodiada por tres soldados.

Caballeros inició Selene— he traído al invitado de su majestad, por favor permítanos pasar.

Por supuesto subcomandante contestó el soldado de en medio desplazándose para abrir la puerta.

Selene entró sin vacilar a la habitación seguida por un temeroso Luka, una alfombra de terciopelo gris cubría el piso en su totalidad, sofás de cuero blanco amueblaban la sala junto a una redonda mesa de cristal y una chimenea de mármol, tanto las paredes y el techo eran de tono azul índigo, diversas fotografías y pinturas adornaban las paredes, entre ellas la de la una mujer envuelta en luces rosadas, la representación de Celestia, no obstante, lo primero que capturó su atención fue el techo en donde el dibujo de un asteroide dorado resplandecía acompañado de pequeñas estrellas al centro de una gran circunferencia, sin duda debía tratarse del sello de Nuria Berenguer.



#16763 en Fantasía
#23039 en Otros
#3043 en Aventura

En el texto hay: poderes magicos, fantasia magia, revolucion

Editado: 05.12.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.