Celestia: Las Reliquias Del Poder

Capítulo XXV: El Banquete

El día posterior a la exitosa misión en Nile, la emperatriz organizó un gran banquete en celebración de la trascendental victoria. Durante la mañana, la servidumbre del cuartel general se vio atareada con los preparativos del mismo, su eficiente desempeño se vio reflejado cuando la celebración dio inicio al atardecer. Varias mesas redondas blancas se distribuían por los salones o por las áreas despejadas de algunos de los pisos, cada una de ellas rebosaba de exquisita comida, cuyo delicioso aroma impregnaba por completo el lugar, y extravagantes bebidas de distintos sabores. Todos los soldados del cuartel y de las distintas bases imperiales alrededor de la galaxia estaban cordialmente invitados, especialmente Luka al recibir una invitación personal por parte de Nuria solicitando que la acompañara durante la cena como invitado de honor; fue por dicha razón que se presentó al banquete, si hubiese sido por él se hubiera quedado en el dormitorio el día entero, estaba completamente abatido sin fuerza para absolutamente nada, no obstante, rechazar la invitación de su majestad no era una opción.

A Luka le incomodaba estar sentado en la misma mesa que Nuria Berenguer y la celebración en general. Durante el transcurso de la cena figuras de alto rango y clase social lo abrumaron constantemente con preguntas relativas al hallazgo de la reliquia, provocando que su abatimiento incrementara. Recordar lo sucedido en la habitación de la maravillas lo alteraba; por tanto, daba explicaciones vagas de lo sucedido, omitía lo relacionado al soldado galanight y únicamente hablaba cuando le dirigían la palabra.

En la mesa, como era de esperarse, también se encontraba la subcomandante Selene junto al príncipe Marth, quien parecía molesto por la silla que ocupaba Alain junto a su madre, sin embargo, este último tampoco se veía cómodo con la situación pues continuamente volteaba a todos lados como si estuviese esperando algo en particular. Al parecer sus dos amigos no se encontraban de humor para celebraciones al igual que él.

Poco antes de finalizada la cena, Nuria se puso de pie y alzó moderadamente la copa de oro que sostenía en una de sus manos, pasaron pocos segundos para que el lugar quedara en completo silencio y la atención de cada asistente recayera sobre ella. Antes de hablar la emperatriz aclaró la garganta.—. No tengo palabras para expresar lo dichosa que soy en estos momentos, el motivo que nos reúne hoy aquí representa una gran ventaja para el Imperio de salir victoriosos en esta guerra contra los galanight...todos han demostrado una enorme determinación y lealtad a la causa, pero, en esta ocasión hemos de reconocer la hazaña de Luka Stellan, quien ha encontrado la primera reliquia del poder, ¿Nos harías el honor de ponerte de pie?— La petición al momento lo dejó estático, no quería hacerlo, era indigno de tal reconocimiento, sin embargo, sería grosero de su parte declinar la petición de la emperatriz; cohibidamente se levantó exponiéndose a la vista de cada persona a su alrededor, acción que lo inquieto.—. Propongo este brindis a tu salud Luka, te agradezco lo que haz hecho por el Imperio.

De inmediato, el resto de los soldados gritaron “salud” seguido de frases de alabanza al joven pelinegroalzaron sus copas y bebieron eufóricamente. Luka ante la desmerecedora atención comenzó a marearse y a sentirse enfermo, pasó saliva pesadamente y retomó su asiento. Ciertamente había recuperado la reliquia y estaban más cerca de ganar, no obstante, el costo implicó la vida de una persona, no era merecedor de tan extravagante celebración, ni era un héroe… incluso puede que no fuera nada.

Cuando la emperatriz tomó asiento nuevamente, sujetó por el hombro a Alain, cuya reacción fue de sobresalto.—. Bueno, también he de reconocer el extraordinario trabajo realizado por el capitán Farrren al haber localizado la reliquia ¿No les parece un hechicero excepcional?— Preguntó a las distinguidas figuras que compartían su mesa, quienes asintieron en acuerdo.

Repetidamente, Marth se levantó bruscamente de su asiento.—. Si me disculpas madre, debo ir a atender otros asuntos— pronunció contundente para alejarse de la mesa.

—Hablaré con él— mencionó enseguida la subcomandante Selene Amaris saliendo tras el joven príncipe.

—Me disculpo por la actitud de mi hijo, damas y caballeros— lamentó Nuria apenada y sorprendida por lo sucedido.

—Ah… ¿majestad?— Aventuro a decir Luka, su malestar empeoraba.

—Si ¿Qué sucede?— Dijo cálidamente.

—¿Puedo retirarme? estoy algo cansado— comentó con una sonrisa.

—Oh… quería hablar contigo personalmente pero en ese caso podemos dejarlo para más tarde.

—Por supuesto majestad, muchas gracias por todo con su permiso.

Abandonó su asiento con delicadeza para evitar aumentar el mareo y se apartó con fatiga de la mesa principal. Simultáneamente, en un pasillo moderadamente conglomerado, Selene intentaba tranquilizar a su protegido.

—Marth, esa actitud no fue muy cortés de tu parte, te pido que regreses a la mesa.

—No volvere para ser ignorado y menospreciado otra vez.

—Nadie está haciendo eso.

—¡Claro que sí, incluso mi madre!

—Majestad, lo que dice no es verdad.

—¡Si lo es! únicamente felicita y reconoce los logros de Alain, incluso los restriega en mi cara… yo soy su hijo ¿Por qué parece que lo quiere más a él?— Espetó con voz entrecortada.



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Editado: 05.12.2024

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