Cenizas de amor

Capitulo 10

POV´s William

Aburrido muy aburrido. Odio estos eventos.

—¡William! ¡Ven aquí!

Suspire por lo bajo y me acerque.

—Toma

Me acerco una copa con champán y la tome. Entonces dos mujeres se acercaron con una sonrisa encantadora.

Aquí vamos.

—Mira cómo han crecido mis hermosas hijas.

Coloco su mano en uno de mis hombros y río.

—Penny, Angela. Saluden.

—Ha paso tiempo señor Rosen.

—¿Como ha estado señor Rosen?

—Angela, Penny estoy bien, gracias por preguntar. Ustedes se han puesto más hermosas y sus vestidos combinan con el color de su pelo. Son hermosas.

Ambas mujeres sintieron tímidamente y se sonrojaron.

El William de antes, no dejaría pasar esta oportunidad.

—Bueno, iré a saludar por haya.

—Claro, y si te interesa alguna solo necesitas decirlo.

Reí para despistar mi incomodidad.

—Por el momento no estoy interesado en tener una relación.

Me acerque a Dante quien me miraba con una sonrisa burlona desde una esquina.

—¿Que? ¿Aun no quieres tener suegro?

—Cállate.

Se río y yo le di un sorbo a la copa de champán.

—Sus hijas no están nada mal y él es un empresario con buena reputación. ¿Que está mal?

Suspire

—¡Ah! Cierto, tu estas embobada de alguien a quién no le importas.

Lo mire mal y el entendió que no quiero hablar de eso por lo que suspiro.

¿No le importo?

Bueno, hay un chico más acoplado a su edad y con un pasado limpio cortejándola. No me extrañaría recibir la noticia de que están saliendo.

—Oh que hermosa mujer, no la vi el año pasado ¿será la acompañante de alguien?

Ignoré las palabras de Dante y seguí mirando hacia el suelo. Aún seguía perdido en mis pensamientos mientras él me dijo que iría a saludarla.

Las imágenes de Mara con el hermano menor de Alice vinieron a mi mente, así que tome una aperitivo que estaba cerca y lo comí para calmar mi molestia.

Seguí comiendo hasta llenar mi boca y miré hacia mi alrededor para averiguar si era observado, pero comencé a atragantarme cuando mis ojos encontraron a Dante.

Tapé mi boca con la mano y tosí lo menos escandaloso posible.

¿Mara? ¿Qué hace aquí?

Este evento solo es para los empleados de Campany Soffit, patrocinadores y ciertos invitados. ¿Como es que esta aquí?

Mire como hablaba con Dante quien le sonreía coqueto.

De inmediato una bola de fuego se formó en mi garganta y aprete los puños. Después de tomarme por completo el champán que quedaba en la copa, me acerque a ellos dos.

—¿Tienes planes después de terminar aquí?

—Si, tengo que ir a casa y cuidar a mi hijo.

—¿Oh? ¿Tienes un hijo?

—Sip, ¿te sorprende?

—Ja, la verdad sí. Te vez muy joven.

—Lo soy y gracias por el halago.

—Buenas noches.

Salude y cuando Mara me vio, la sonrisa se borró de su rostro y retrocedió un poco.

¿Tanto me detestas?

—Los presentaré, William ella es...

—Mara

Conteste antes de que el terminará haciendo que se sorprendiera.

—¿Se conocen?

—Si, ¿cómo estás?

—Estoy bien, gracias

Dante seguía mirándonos sin entender nada.

—¿Has venido con alguien?

—... No, yo solo le estoy haciendo un favor a Paulette.

—Oh, ya veo….

Mara tomo de su copa y la miro fijamente por algunos segundos.

—¿Entonces...?

—Oh mira, la hija del señor Puol te está observando, ¿porque no vas a saludarla?

Dante me miro con los ojos entrecerrados y entendió que quiero deshacerme de él.

Cuando hizo contento con la chica, ella le sonrió y él se forzó a hacerlo. No le quedo de otra más que despedirse y dirigirse hasta el lugar donde se encontraba la dama.

Me quede solo con Mara. La mire por el rabillo del ojo y ella un mantenía la cabeza gacha.

Sonreí ya que me daba un poco de ternura el cómo se esforzaba por evitar mi mirada.

—¿Como esta Davet?

—Él está bien, en este momento lo está cuidando Paulette.

—¿Porque no pudo venir Paulette?

—Quiere pasar más tiempo con su hija.

—Ah, sí. Es linda la bebe ¿verdad?

Ella por fin levantó la cabeza y sonrió.

—Si, es hermosa.

Hicimos contacto visual y ambos nos quedamos en silencio mirándonos. Sus hermosos ojos me trajeron viejos y hermosos recuerdos, pero todo termino cuando ella volvió a bajar la cabeza.

Veo que aún no pude perdonarme, y dudo que algún día lo haga. Yo jugué con ella, pero cuando quise arreglarlo, ya era demasiado tarde.

—El Sr. Rosen ... ¿Esta aquí por trabajo?

—Si y no. Soy uno de los socios del anfitrión y mis empleados están en alguna parte del salón haciendo su trabajo.

—Veo.

Una voz se escuchó y el anfitrión subió al escenario. Nos pidió que nos acercáramos y luego de unas palabras brindó por el excelente trabajo de sus empleados.

Paso aproximadamente una hora y media cuando vi a Mara levantarse de su asiento y despedirse de las personas con las que estaba hablando. Ella miro todo el momento hacia el frente, pero lo siento por ella, no dejare que vuelva sola después de lo ocurrido hace poco.

Me Despí de Angela, y sin dejarla refutar me aleje con prisa.

—¡Mara!

Al escuchar mi grito, la castaña se estremeció y se detuvo. Me acerque a ella y cuando llegue a tan solo unos pasos se giró.

—Ya es tarde, me iré aho...

—Yo te llevaré. Espero entiendas que si no lo hago me sentiré ansioso.

Ella abrió y cerro la boca varias veces, pero para mí surte termino aceptando.

Fue cuestión de pocos minutos y ahora estábamos en la autopista rumbo a su departamento. Ambos estamos en silencio y en un intento de cambiar el ambiente encendí el reproductor.



#2767 en Novela romántica

En el texto hay: romance, drama, mama

Editado: 18.09.2021

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