Cenizas de amor

Capitulo 25

—El baby shower será en dos semas por lo que no tengo mucho tiempo.

Esta vez será algo mucho más grande, sin olvidar que será en un gran salón donde habrá muchos invitados importantes por parte de Andrew.

—Deja de comerte las uñas...

Will retiro mis dedos de mis dientes y me abrazo por detrás.

—Will, debemos preparar algo grande...

—¿Debemos...?

Lo mire mal y él sonrió.

—Si, preparemos algo grande.

Bese su mejilla al saber que cuento con su apoyo.

—Bien, ahora ¿Alguna idea?

Ambos nos quedamos en silencio y yo coloqué toda mi energía en pensar en alguna idea creativa.

—¿Que tal lanzar brillantina desde el cielo?

—No, eso no funcionará. Sera en un salón muy lujoso con techó.

Hizo una mueca.

—Creo que algo sencillo será suficiente.

Suspiré.

—Vamos cariño, hora de irnos...

Will tomo mi mano, pero yo no camine.

—¿De qué hablas?

—Ya terminaron tus citas ¿No?

—Si, pero....

—Mara vamos, ayer llame a Alice después de que regrese al trabajo. La felicite, y claro que no le dije el sexo del bebe, pero me dijo que te dijera que no te estresaras demasiado.

—Pero es importante para mí...

—Cariño...

Will me tomo de las mejillas y junto nuestras frentes.

—Davet regresa pronto, quiero estar un poco más cerca de ti...

—¿Que?

—Davet regresa dentro de 3 días, y quiero estar contigo todo lo posible en ese tiempo.

Will beso la punta de mi nariz, y luego lentamente hizo a un lado el cabello que cubría un poco mi cuello.

—Oh, eso...

Me mordí el labio inferior y mis piernas temblaron cuando sus labios tocaron mi piel.

—Oye basta...

Lo empuje un poco y saque un gran bocado de aire por la boca.

—Vamos a mi casa

—Recuerda que tenemos un montón de ojos sobre nosotros.

—Es de noche.

—¿Y eso qué?

—Sera muy fácil engañarlos.

Will sonrió y comenzó a explicarme su plan. Lo mire dudosa cuando termino y el llamo a dos chicos.

—¿Ya están listo?

—Si, señor. Ambos ya están por dejar el lugar.

Arrugue la frente y pregunte.

—¿Que? ¿A qué se refieren?

—Mara ponte esto.

—Espera que...

Will me entrego un traje de un saco grande, no era pesado, pero si era del doble de mi tamaño.

—No entiendo.

—Saldremos por la ventana trasera en unos minutos.

—... ¡Will!

Le di un golpe en el brazo cuando entendí que todo esto ya lo tenía planeado. El solo sonrió con inocencia.

—Ahora apaguen la luz, ya saben cuál es el plan.

—Pensé que mañana se llevaría a cabo el plan, no hoy.

—¿No quieres?

Suspiré cuando lo vi a los ojos. Me mordí el labio y asentí avergonzada.

—Bien, andando.

Como lo ordeno. Las luces se apagaron y nuestros dobles salieron tomados de la mano. Miramos todo mientras nos escondíamos en la ventana.

Cuando el auto arranco y se fueron, salieron 3 personas de la oscuridad y cada uno subió a un auto y siguieron el coche.

—Sabía que soy acechada, pero verlo con mis propios ojos es aterrador.

—Lo siento.

Mire a Will y al verlo tan desanimado, suspiré y bese su mejilla.

—Andando.

Caminé hacia la ventana trasera y la abrí, Will me cargo y di un pequeño grito, con una risilla me ayudo a pasar la ventana y después él con un salto llego a mi lado.

—Dios, si llegan a entrar y llevarse todo, te lo hare pagar muy caro...

Me callo con un beso rápido y tomo mi mano. Caminamos unos minutos hasta llegar a un auto y un poco cansada subí en él.

—Mara...

Abrí los ojos, no sabía en qué momento me quedé dormida, pero ya estábamos en la parte trasera de la casa de Will.

El toco delicadamente mi mejilla y gire mi mirada hacia él.

—Ya llegamos...

Cerré unos segundos más mis ojos y suspire, me estire un poco y talle mis ojos.

—Estas cansada, vamos para que te des un baño y duermas.

Lo miré un poco somnolienta y asentí.

"Por supuesto que no dormiré, idiota"

La razón de porque estoy aquí es obvio, pero no es como si me negara.

Entramos y pasamos por el cuarto de lavado de ropa, y un poco después ya estamos en la sala.

—¿Doctora? Ah, quiero decir, señorita.

La mujer que me recibió el día del accidente de Ela, me saludo de una manera formal que me hizo sentir incómoda.

—Angela, ¿Ya te vas?

Angela miro de manera resentida a Will y luego suspiro.

—Si, ya me voy. Vendré mañana.

Angela se alejó un poco, pero paro y giro.

—Ambos cuídense bien.

Me sentí tan avergonzada que tuve que bajar la cabeza para ocultar mi vergüenza. Cuando Angela salió, Will rio de manera sarcástica, pero me tomo de la cintura y me guío al segundo piso.

Ahora que lo pienso, esta es la primera vez que vengo a su casa. Cuando lo conocí él vivía en un departamento de lujo, por lo que todas nuestras reuniones fueron en ese lugar, incluso...

Ah que calor hace.

Esta es mi habitación.

Anuncio antes de abrir la puerta de madera, cuando entre un clima fresco choco con mi rostro lo cual hizo mi piel se erizará.

No debería de sorprenderme, pero como no evitarlo. Su habitación es enorme, su cama es el doble de grande que la mía. Hay dos puertas más, y una enorme televisión frente a la cama.

—Eso es... ¿Un librero?

—¿Por qué te sorprende?

—Bueno, sinceramente no pensé que estuvieras interesado en lecturas.

—Ah, eso. Bueno en realidad hace miles de años que no toco esos libros. Cuando era niño me gustaban las historias de ficción y sobrenatural, pero ahora solo tengo tiempo de leer el periódico.

Me reí un poco y me acerqué. Saque un libro y otra risilla salió de mi boca.



#2768 en Novela romántica

En el texto hay: romance, drama, mama

Editado: 18.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.