Cenizas de amor

Capítulo 32

Termine contándole mis sospechas a Alice. Necesitaba hacerme esa prueba de embarazo ya. Mañana regresa Jim de su viaje de negocios y no quiero que sea el primero en saberlo.

Alice fue dada de alta al día siguiente de dar a luz con la condición de que reposará en cama durante toda una semana. Así que ya está en casa con su bebe.

Me mato con preguntas cuando llegue con Davet y le conté mis sospechas, sabía que podía contar con ella y pidiéndole el favor de que cuidara de Davet por unas horas, me dirigí al hospital.

Baje del taxi y mire el hospital, estoy muy nerviosa y no quiero encontrarme con nadie conocido. Quiero llevar este asunto de manera muy discreta.

Camine unos cuantos pasos, pero un auto freno abruptamente frente a mí lo cual me asusto bastante.

—¡Quítate del camino!

—¿Eh?

El hombre comenzó a gritarme diciendo que soy una tonta e inútil, que si algo más grave me hubiera pasado seria mi culpa.

—¿Que mierda? ¡Maldito cobarde! ¡Eres tú el idiota!

—¡Mujeres inútiles!

El hombre se bajó de su auto, era más bajo que yo y la barriga le colgaba. Note que dentro del auto estaba una mujer avergonzada, y tapándose el rostro.

Así que es el típico macho Alpha.

—¡Niña tonta! ¿No te enseñaron a respetar a tus mayores?

—El respeto se gana, no tengo porque ser amable con alguien como usted.

Las personas miraron hasta nuestra dirección y algunas se acercaron. El hombre estaba tan molesto que dejo a un lado los insultos y me empujo.

Caí al suelo con un tremendo dolor en la nuca. Sentí que mi piel se quemaba y en mal momento comencé a sentirme mareada.

En ese momento el hombre me miro asustado y subió a su auto. Las personas se acercaron, pero como pude me puse de pie y para mi mala suerte, el maldito arranco y su auto me rozo lo suficiente para lanzarme de nuevo al suelo.

—¡Ayuda!

Los gritos de una mujer me mantenían consciente, mi cabeza pulsaba y los pies me temblaban.

—Chica no te muevas, estas sangrando de la cabeza y tienes algunas heridas en tus piernas.

Un chico me ayudo dejándome apoyarme en su pecho. El personal del hospital salió y me llevaron dentro de inmediato.

Que mala suerte.

Todo el tiempo me la pase protegiendo mi vientre, una enfermera me preguntó si estoy embarazada a lo que conteste que es una sospecha.

Ella entendió y cuando el doctor llego se lo comento. Me sacaron sangre y me dijeron que los resultados estarán dentro de 1 o 2 horas.

—Esto necesita unas puntadas. Parece ser que te golpeaste con una piedra, por surte no fue grave.

Dijo el doctor después de limpiar la sangre.

La enfermera atendió los raspones en mis piernas y rodillas mientras el doctor cose mi cabeza.

—Hmm.

Me quede de un repentino dolor en mi vientre y eso me asusto.

—Enfermera, por favor llévela al área de ginecología, que alguien libre la atienda de inmediato.

Me mordí el labio, entre el doctor y la enfermera me ayudaron lentamente a sentarme en una silla de ruedas.

—Señorita, ¿Ya le aviso a sus familiares?

—Eso... No, aun no.

—Le recomiendo que lo haga, si está embarazada será un peligro que regrese sola.

Suspiré y asentí.

No puedo preocupar a Alice y mis padres no están en California, Jim tampoco esta así que solo queda Will.

Estaba por marcarle, pero alguien me llamo.

—¿Mara?

Aby y Bianca me saludaron. Tímidamente les sonreí y ambas se acercaron.

—¿Que paso?

—Bueno, tuve un pequeño accidente...

—¿Pequeño? Tu cabeza esta vendada.

Sonreí incómoda.

—La señorita fue atacada por un hombre frente al hospital, el mismo hombre causo sus lesiones y huyo.

Ambas chicas suspiraron ante la explicación de la enfermera.

—Pero, ¿qué haces en esta área?

—Bueno, yo en realidad sospechó de un embarazo, por esa razón vine al hospital. Ya me sacaron sangre para unos análisis, pero mi vientre me duele un poco.

Bianca asintió y se acercó.

—Mi hora de comida termino, yo me hare cargo.

La enfermera se hizo a un lado y Bianca tomo el control de la silla de ruedas. Entramos a su consultorio asignado y Aby nos siguió detrás.

—¿Ya lo sabe Will?

—No, ahora le llamo.

Como lo imagine fue un gran alboroto, apenas le expliqué que tuve un accidente y que estoy en el hospital, se puso como loco. Me dijo que venía de inmediato y colgó sin dejarme explicar más.

Bianca ya tenía el material listo, y como aun recordaba cómo era esto, me levanté con ayuda de Aby y me recosté levantando mi blusa dejando a la vista mi vientre.

Me estremeció al sentir el gel frio y suspire nervioso. Unos minutos después, mientras miraba el techo Bianca hablo.

—Ya no es necesario la prueba de laboratorio.

Gire mi cabeza y mire la pantalla, como la primera vez no entendí nada y pase mi mirada a Bianca.

—Estas embarazada Mara.

Mordí mi labio y volví a suspirar.

—¿Cuánto tengo?

—Por el tamaño diría que falta poco para los 2 meses.

La habitación se quedó en silencio y Bianca siguió moviendo el aparato sobre mi vientre.

—¿Qué pasa? ¿No estas feliz?

Pregunto Aby.

—Estoy un poco nerviosa y asustada. Digamos que desde que sé que el embarazo no es como lo pitan en las películas y libros, me traume un poco.

Sonreí.

—Pero no lo odio. Aún estoy sorprendida a pesar de que lo sospechaba, pero será un bebe amado.

Aby sonrió. Cuando Bianca termino me senté y tomé la llamada en mi celular. Le dije a Will donde me encuentro y en menos de 2 minutos la puerta se abrió.

—¡Dios!

Corrió a mí y me miro de arriba abajo, su mirada se detuvo en las vendas que cubren los raspones de mis piernas y rodillas y cuando miro mi cabeza unas lágrimas salieron de sus ojos.



#1961 en Novela romántica

En el texto hay: romance, drama, mama

Editado: 18.09.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.