Cero

Capítulo 2

Ese día Midén se levanto temprano, sus padres le prohibieron tener despertador, creo que ya no es necesario explicar la razón ya que para los señores Kerlin de alguna forma el despertador mataría a Midén.

¿Como se despertó temprano?, ni ella lo sabía, desarrollo una clase de habilidad que le permitía elegir la hora en la que despertaría.

Pero el punto es que ella despertó temprano, y eso fue porque ese día era su chequeo medico, ella se alisto como cualquier día, Midén vestía normal, su familia tenia la capacidad de vestirle con pura ropa de marca y diseñador, pero pues los señores Kerlin preferían tener sus medidas, tampoco querían criar una chiquilla malcriada.

-¿Estas lista? -Pregunto la señora Kerlin, ella era una ama de casa, el señor Kerlin era quien trabajaba, cabe a destacar que no eran machistas o sexistas, para que puedan entender terminen de leer.

-Sí -Afirmo Midén bajando por las escaleras. 

La casa de los Kerlin era normal, más grande que las casas promedio de las personas pertenecientes a la clase media, pero no lo suficiente grande como una casa perteneciente a la clase social de ellos.

-¿Todo normal? -Pregunto la señora Kerlin preocupada, tanto su madre como su padre se lo preguntaba todo el tiempo, esto para que saber si Midén podía estar alterada.

-Sí -Dijo la muchacha mientras subía a la camioneta de su madre.

-Luego del chequeo ¿Que planeas hacer? -Pregunto su madre para conversar con la joven, la relación de Midén con sus padres era mejor de lo que podían creer.

-Leeré el libro.

-¿La chica que nadie conocía?.

-Sí, se mira interesante.

-Estoy dudando un poco en dejarte leer el libro.

-¿Por qué? -Pregunto la muchacha, normalmente una persona sentiría un poco de decepción pero no era el caso de Midén, ella nunca esperaba nada de todo.

-Bueno, hay momentos en los que puedes sentir demasiada emoción o angustia.

-En guerra avisada no hay muertos.

-Hipotéticamente hablando si lo habrían.

-Solo es decir.

-Lo sé, pero esta bien, se ve que quieres leerlo, así que hablaré un poco con tu padre, no esperes nada.

-Sí -Aquí es donde se supone que hay felicidad por parte de Midén, pero al igual que la decepción se quedo esperando la felicidad solo se sentó a acompañarla.

-Bueno, ya llegamos -Aviso la madre de Midén y ambas bajaron del auto para entrar al hospital, lo de siempre un par de exámenes cortos y par de revisiones, y un ultrasonido.

-Bueno Midén, como siempre te felicito, se ve que cumples con todas las normas que te ponemos para que estés sana, ¿Lo haces porque quieres o porque  te obligan? -Bromeo la señorita Casco, la doctora de Midén, era recién graduada de su especialidad, era muy joven para la especialidad que estudio, Cardiología, sin embargo, la broma no le pareció agradar a la señora Kerlin quien miro sería a la cardiologa, pero Midén río.

-Sí, cumplo con lo que me pide porque así lo deseo -Respondió Midén tranquila.

-Bueno, solo quería hacerte una propuesta -.La doctora explico a Midén y a su madre acerca de una inyección que ayudaría en la salud de Midén, la doctora claramente explico a profundidad la inyección pero Midén solo escucho lo de mejorar su salud -Pero, tendrá que quedarse por hoy en el hospital, ¿Acepta?.

Midén como de costumbre miro a su madre, aunque dije que su edad sería un misterio si les diré algo, Midén aun era menor de edad, así que dependía aun más de su madre.

-Es tu decisión -Le dijo su madre y Midén miro a la doctora.

-Sí -La doctora le dio una sonrisa amable y la llevo a una camilla, Midén como una persona promedio también sentía desprecio hacia el dolor de las inyecciones, pero tampoco lo odiaba, solo lo despreciaba.

-Bueno, señor Kerlin lo mejor será que vuelva a casa, puede estar tranquila Midén esta en buenas manos -Le dijo la doctora a la madre de Midén, la señora solo asintió a la doctora para ir donde Midén.

-¿Midén? -La llamo la señora con un tono de voz sereno.

-Sí, madre, no te preocupes puedes irte -Invito la muchacha y la señora se marco del lugar.

Los doctores del hospital de Midén estaban al tanto de la prevención extrema de sus padres, pero ellos sabían la historia completa, así que no juzgaban a los señores Kerlin, pero tampoco les agradaba y a la señorita Casco era la que más odiaba esto, y lo que le molestaba aun más era no poder hacer nada por Midén.

-Midén, no tienes porque estar en la camilla, puedes ir a caminar un poco si lo deseas -Invito la doctora de Midén, el hospital tenia bastantes lugares agradables para una persona de la edad de Midén, esto para que los chicos de la edad de Midén que por su salud tenían que casi vivir en el hospital pudiesen despejarse un poco y olvidarse del verdadero lugar en el que estaban.

-¿Puedo? -Pregunto Midén sentándose.

-Sí, y si dices que no no podrás sino que tendrás -Midén río e hizo caso a la petición de la doctora.

Midén caminó por los pasillos del hospital, vio mucha gente, y vio por las distintas situaciones que vivían cada uno, Midén siempre fue una buena niña, y siempre hizo caso a las indicaciones de sus padres y a las de los doctores, ya que sabia que ella no era la única que vivía de esa forma de hecho ella era afortunada de no necesitar andar un artefacto, bueno un artefacto que fuese visible que tuviese que cargar su marcapasos cardíaco era sí un artefacto que debía andar, pero no le molestaba de ningún modo, no pesaba.

Midén llego a una clase de balcón, este tenia una vista hermosa, y habían plantas en el, Midén se apoyo en la barandilla del balcón a contemplar la vista, Midén no sabía cuanto tiempo había pasado, pero el sol comenzaba a ocultarse, aunque todavía se miraba con la luz que este brindaba.

Midén contemplaba el atardecer, a diferencia de muchos ella miraba los atardeceres normalitos, nunca los vio como un espectáculo hermoso, seguramente te preguntaras ¿Como puede ver tal majestuosidad sin emocionarte?, bueno para Midén no era una majestuosidad, solo era el sol ocultándose como todos los días, te recuerdo que ella era un Cero, así que no esperaba nada de todo, por lo que cualquier cosa fascinante para ella era normal.



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En el texto hay: novelajuvenil, enfermedad, paranoia

Editado: 26.06.2020

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