Bueno aquí vamos otra vez. En este momento me encuentro en un lugar muy extraño. No es un lugar como un acantilado ni nada de eso. Por si te lo imaginabas.
Ok vamos a lo que vamos ¿no? Ya me conocieron un poco mis locos pensamientos y todo lo relacionado a eso. Pronto sabrán mas de esa versión de mi.
Ya que este ser no solo es un depresivo si es que puedas llamarme asi... El siente también y es capaz de amar como todos ustedes, el también sabe como tratar a una chica. No es uno de esos holgazanes que andan sin rumbo, que sólo nos hacen quedar mal a los hombres que somos medianamente cuerdos.
Hay mucho que quiero contarles y confesarles.
Miré el reloj de mi cuarto mientras estaba en una silla, enfrente de un escritorio.
Apagué la luz y me levanté de la silla.
Esta lloviendo y cayendo truenos mientras afuera no hay nada mas que los sonidos del viento rebotando en los techos y en las almas de todos los durmientes que no tiene nada mas que hacer que descansar y soñar lo que vivieron y lo que quisieran vivir.
Me acosté en el suelo, pues estaba muy helado y me relajaba los dolores de cabeza.
En este momento son las 11:39 y esta lloviendo...
Estoy en un lugar muy obscuro, en una esquina, con todo el mundo encima tratando de recordar cuando fue la última vez que la vi, o que le sentí su mano... O si quiera la miré a sus ojos.
La ultima vez que senti que alguien me amaba. Y esque quizás no es la persona a la que extraño o tal vez si.
Posiblemente me este mintiendo a mi mismo y lo que extrañe sea sentir el sentimiento de que a alguien en algún momento le llegué a importar y presto un poco de atención en mi.
Pasa el tiempo y empiezas a olvidar lo que creiste importante para ti, y es triste porque ni aquel que tiene la mejor memoria se salva de esto.
La memoria nos traiciona y juega de las peores maneras haciendote incluso confundir risas y apariencias que creías muy valiosas y únicas.
Me levanté, pero en el camino me resbale con la gotera que caía en mi cuarto y me caí.
(Me olvidé de lo que estaba hablando)
Demonioooos ... Pu** cuarto, ¡porque tuve que mudarme aqui!. Mejor me relajo, porque mi madre esta abajo. Aunque odio aquí, tengo que estarlo. A pesar de los malos recuerdos.
Me trae recuerdos tan horribles... Aunque lo único que me da fuerzas es el saber que debo de cuidar a mi madre. Soy lo único que le queda, y lo menos que puedo hacer es estar aquí con ella aunque sea temporalmente.
Es tan triste el saber que ni si quiera todos los recursos posibles puedan salvar a lo que mas amas, y no solo amas sino que cuidas. Que anhelas salvar y que pelearias hasta el ultimo segundo por darle otra oportunidad...
Bajé a la cocina a tomar un vaso con agua.
Y mi Madre salió de su cuarto para ver lo que pasaba, y si yo estaba bien.
-Hijo, Hijo ¿Estas bien? No encuentro a tu padre. Estoy muy afligida no sé donde está, llevó toda la noche buscándolo, y creó que estoy lastimada porque me duelen los brazos, mira lo que tengo, ¿Que me pasa porque me duelen?- miraba a todos lados buscando algo.
- Mamá ten mucho cuidado esta muy obsuro no te vayas a tropezar, debes de dormir has estado despierta dos dias, esta haciendo mucho frio ven vamos a tu cuarto- la tomé del brazo delicamente.
La llevé a su cuarto y la senté sobre su cama.
-Mañana sera otro dia madre, y estarás mejor, solo te pido que descanses que lo necesitas... Te amo con toda mi alma... Y te cuidaré en cuanto te pueda tener- la abraze y le di un beso en su cabello mientras ella veía a la nada.
-Perdóname hijo, porque quizá tengas mas cosas que hacer y estas aqui conmigo- me miró a los ojos con una lagrima en su rostro.
-Madre jamás pienses eso otra vez, tu me cuidaste y siempre buscaste lo mejor para mi. Estar cuidandote no es ninguna molestia para mi, el tenerte aún aquí es una bendición que ningún dinero puede pagar- la abraze y arrecoste suavemente en la cama.
Mi madre fue condenada a vivir con artritis, nunca entenderé la razón de como pudo ser condenado un ser tan bueno como ella. Mi corazón me duele al recordar esas noches terribles cuando era niño en las cuales tuve que oirla llorar de dolor y de desesperacion de no poder mover las manos ni los pies.
Noches en las que era la primera en ir a la cama para que nadie la oyera llorar y sentirse incapaz de realizar todo lo que ella quería hacer.
Siempre me culpe, y pensé que yo era la razón por la cual ella lloraba. Eso me creo un sentimiento de culpa el cual perduró muchos años, aún asi esa enfermedad nunca liberaria a mi madre de esa esclavitud...
Años después ella encontró la forma de tratar su enfermedad con un medicamento el cual le degeneró año tras año sus riñones, sus ojos, su gusto y ultimamente su cerebro. Todo lo pagó por no sentir el dolor que la torturaba.
Intenté lo que pude pero solo me decían que tenía que esperar a la llegada de su muerte, esas personas no tienen ningún corazón, solo ven el dinero, y solo eso les importa más que nada en la vida, no hay ningún hospital ni ningun lugar en que la puedan rescatar.
Ustedes me han visto como alguien no muy cuerdo que digamos, tal vez logren comprender todo algún dia, cuando ni Dios lo deseé les toque ver a su madre morir como yo lo haré. Y sin poder hacer nada mas que ver su sufrimiento. En una anciana que busca a un esposo que ya esta muerto pero que no recuerda...
O les toque ser el hijo que solo ve a su madre morir sin hacer nada.
Algún dia comprenderán el valor de tener a una madre sana y que aún puede verlos, y abrazarlos sin causarse dolor a si misma.
No, no es fácil ser tantas personas un una sola, entender que tienes que dirigir una corporación que esta a tu cargo, que debes ser un hijo bueno, y en todo eso manejar un carácter fuerte, alguien carismático y un hombre que se muere en si mismo por sus emociones y sentimientos.
No soy maquina, no lo soy. Esto lo entenderán cuando sean la persona detras de una corbata.