CAPITULO 10

MC- El verdugo...

CHARLES-HENRI- Así es. El verdugo con la sangre de miles en sus manos. El Dios de la Muerte.

(¿Así que Charles solía ser un verdugo, y fue resucitado como vampiro?)

FAUST- Je, je, pobrecito. La verdad puede haber sido demasiado para ella.

CHARLES-HENRI- No sabía cómo decirlo. Ahora soy... médico, en fin...

(Esto suena tan descabellado que podría ser un sueño. Pero sé que no lo es. Hay tantas preguntas que quiero hacerle a Charles. Pero por el momento...)

Intenté desenredar mis enredados pensamientos y centrarme.

(Un vampiro de sangre pura puede convertir a alguien en vampiro con un mordisco, pero...)

MC- Aunque tengas el poder de convertir humanos en vampiros, resucitar a los muertos no es tan sencillo. ¿Cómo lo has conseguido?

VLAD- Veo que sabes lo de la puerta. Y llegaste de otro país... Así que eres un viajero perdido del futuro, que llegó a esta era por medio de esa puerta. ¿Es eso cierto?

¡MC- ...!

FAUST- ¿Del futuro? Eso sí que es interesante.

CHARLES-HENRI- ......

VLAD- En cuanto a cómo soy capaz de traer a la gente de entre los muertos, bueno, la respuesta es simple. ¿Conoces al Conde de Saint-Germain, supongo? Fuimos amigos, una vez. Juntos, construimos esa puerta que permite al usuario doblar el tiempo y el espacio a su voluntad.

MC- ¿Usted y el Conde la construyeron juntos? En un pasado lejano, en una ladera cubierta de rosas, él y yo hablamos de la fugacidad de la vida humana...

Los humanos eran tan efímeros como las flores, su genio se dispersaba como pétalos caídos, demasiado pronto. Viendo lo triste que esto ponía al Conde, Vlad propuso que cultivaran una flor que nunca se marchitara. Si la vida y el talento de un ser humano pudieran continuar para siempre, el mundo sería un lugar mejor. Ese fue el germen de la idea. Utilizando unos planos olvidados que Vlad había encontrado, construyeron una puerta que les permitiría cruzar el tiempo y el espacio, para revivir a figuras con talento de la historia. Todo parecía ir bien, hasta el día en que Vlad, por capricho, utilizó la puerta para viajar al futuro. Lo que vio allí fue desolación. Toda la vida, incluso la vampírica, había sido destruida. La interminable guerra humana, dijo Vlad, alimentada por el progreso científico, había consumido el mundo, dejando nada más que una cáscara podrida.

(Nada más que una cáscara podrida... ¿Es eso cierto...?

VLAD- Esa visión de desesperanza me dio mi propósito, MC. Los humanos son falibles. Necesitan orientación para evitar sus inevitables errores. La ideología humana debe ser controlada.

MC- ¿Controlar la ideología humana? ¿Cómo?

VLAD- Cuando hablamos de ello, el Conde estaba tan horrorizado como tú ahora. Por eso nos separamos.

Me miró a los ojos un momento antes de continuar, con voz cantarina.

VLAD- Los corazones humanos pueden ser moldeados por una influencia lo suficientemente fuerte. Seguro que has oído hablar de la música que se regula en tiempos de guerra, por ejemplo. Y un líder carismático puede alterar el curso de la historia por sí solo. Tengo la intención de reunir a aquellos que pueden ejercer tal influencia, y aprovechar su poder.

MC- Personas que pueden influir en la historia...

VLAD- Seguro que te vienen a la mente varios nombres, MC.

(No...)

VLAD- Así es. Quiero ese ramo de flores impenetrables que el Conde tanto aprecia. Ese gran yo arrancado del tiempo. Serán mis peones para ayudarme a conseguir mi objetivo.

¡MC- ......!

FAUST- Lord Vlad sólo quiere los peones más fuertes, sin embargo. Descartará al resto.

(Sigo intentando averiguar por qué me quiere a mí. No tengo la clase de influencia de la que habla. Lo que SÍ tengo es...)

MC- Así que me quieres como moneda de cambio para hacerte con ellos.

Su dulce sonrisa confirmó mi conclusión.

(Tengo que salir de aquí. Tengo que avisar al Conde y a los demás de todo esto)

Empecé a levantarme de mi asiento. Fausto lanzó un suspiro cansado.

Estamos en lo profundo del bosque. Si huyes, te perderás hasta que te desmayes. Además... Lord Vlad tiene el poder de obligar a la gente a cumplir sus órdenes. Si actúas precipitadamente, puedes convertirte tú mismo en su peón, y ser la perdición de esos grandes hombres que tanto parecen importarte. Perdiste toda opción en el asunto en el momento en que llegaste aquí. Lo cual es muy conveniente para nosotros.

(¿Así que nunca hubo escapatoria?)

Apreté los puños, intentando procesar lo que parecía una situación desesperada.

Vlad era claramente el cerebro. Pero alguien más había cumplido sus órdenes.

CHARLES-HENRI- No estés tan triste, MC. Lord Vlad sólo quiere crear la paz en la Tierra. Cuando su sueño se haga realidad, no habrá más guerra. No más matanzas. ¿Por qué no te unes a nosotros, MC?

MC- Tal vez él pueda hacer lo que dice. Tal vez. Pero incluso así... Incluso si puede... ¿Estás dispuesto a pasar por alto lo que sea que sacrifique para hacerlo?

CHARLES-HENRI- ¿Qué?

(No creo que a Vlad le importe lo que le ocurra a los demás, con tal de hacerse con las herramientas que necesita. Diría que el fin es lo bastante grande como para justificar los medios, sacrificando lo que sea y a quien sea.)

El sacrificio puede ser necesario en defensa de la justicia, o para alcanzar objetivos nobles. Pero las palabras bonitas por sí solas no protegían nada... eran sólo excusas.

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NAPOLEÓN- Incluso con la perspectiva añadida de mi segunda oportunidad en la vida, no puedo decir con certeza lo que está verdaderamente bien o mal.

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Alguien que hubiera tomado esas decisiones, y vivido con todo el peso de ese pecado, dolor y arrepentimiento sobre sus hombros... Nunca las trataría tan a la ligera.