Sintió un insistente sonido al otro lado de la puerta, era molesto cuando tenía que ir a trabajar tan temprano, sobre todo ahora que la estúpida novela adolescente musical había terminado. Pero Zoey, su representante tenía programado entrevistas por medió mes más.
- Austin - el susurro de Zoey se escuchó del otro lado de la puerta.
- ¿Qué sucede? - su humor por la mañanas era de perros.
- Tú hermana te habla al teléfono.
¿Ashley? ¿Llamándolo?, ¡vaya milagro!
Algo quería.
Su hermana nunca lo llamaba a menos que se tratara de pedirle un favor, la última vez que supo de ella fue en el cumpleaños de su padre, pero ahora se acercaba el de su madre, sin embargo eso nunca era motivo de las llamadas de Ashley.
Su caprichosa hermana siempre quería un favor. Siempre.
- ¿Sucede algo?
- ¿Cuándo regresas?
- Para el cumpleaños de mamá, ¿por qué?
- Falta demasiado tiempo para eso - murmuró.
- Es dentro de medio mes
- Necesito que mantengas ocupada a una chica - confesó al fin.
- No me digas - se carcajeo burlándose de su hermana - no pienso hacer lo mismo que hice con Serena, simplemente para que tu logres acostarte con un hombre - escucho a Ashley suspirar del otro lado - ¿Qué pasó con Michael? ¿Ya te aburrió?
- Eso no es de tu incumbencia - Ashley silencio un momento y luego suspiro - esta bien, la chica que quiero que distraigas es Serena...
Un silencio se hizo en ambas líneas.
Ella había vuelto, ¿Cuándo? ¿Dónde estaba? y ¿Por qué no se había enterado?
- ¿Cuándo volvió?
- ¿Interesado? - podía jurar que su hermana estaba sonriendo.
- ¿Cuándo volvió? - repitió
- No lo sé exactamente, su madre murió hace mes y medió, creo que después de eso.
- ¿Por qué no me avisaste?
- Cálmate ¿sí? Yo me enteré hace una semana, imagínate mi sorpresa al verla entrar al salón de clases
- Debiste llamarme inmediatamente.
- No era necesario, creía poder ocuparme de ella – suspiró - Serena ya no es la tonta que conocimos hace años, cambió.
- Debes estar bromeando
- Te estoy enviando una fotografía de como luce en estos momentos y me dices luego.
Corto.
Al abrir el mensaje de sus hermana en efecto era una fotografía de una chica de cabello oscuros, profundos ojos grises y piel pálida, el orbe de sus ojos estaba pintado con creyón negro, su boca era roja, su ceño estaba fruncido, un pircing en la ceja y ropa mayormente negra la blusa y el collar, una camisa azul de cuadros completaba su atuendo.
La foto la habían tomado con ella desprevenida, no cabía duda que ahora lucia mucho más linda que cuando salió con él. Le gustaba esa nueva apariencia que tenía, le causaba curiosidad conocer ese lado de ella que había creado para auto protegerse.
Dio una sonrisa socarrona al teléfono.
Que tanto le podía durar la máscara de chica mala cuando él la tuviera de frente.
(...)
Ashley lo había llamado para quedar en el parque que quedaba a un par de calles más abajo de donde él vivía. Camino todo el camino al parque cuando de la nada un niño rubio de ojos azules se le acercó con una linda sonrisa, su cabello rubio estaba largo y caía desordenado por toda su cabeza.
- Te pareces a mi papá - le dijo de pronto.
Frunció el ceño, porque de todas las cosas que un niño podía decirle, este lo había comparado con su papá.
- Justin... - una voz lejana pero bastante familiar llamo al niño.
- Me tengo que ir señor papá - este le dio una sonrisa y se marchó saltando.
- Te alejaste mucho - esa voz la conocía pero no recordaba donde - vamos Victoria nos está esperando.