Capitulo 21

LÁGRIMAS.

Cuando llegó al sitio no le sorprendió que la haya citado en un sitio lejano de la ciudad, pero sobre todo era de esperar que el lugar de la reunión fuera un hotel. Miro su teléfono, piso 4 habitación 303. Subió al ascensor marcando el piso y apenas salió justo frente al ascensor se hallaba la puerta de la habitación. Se paró frente a ella y toco.

Austin la recibió con una sonrisa cuando abrió, estaba sin camiseta y sus jeans caían por sus caderas, sus pies estaban descalzos sobre la alfombra de la habitación.

La habitación no era ostentosa, era modesta, la cama matrimonial estaba cubierta por sábanas blancas, las paredes eran de un color celeste, frente a la cama estaba el plasma y debajo de este había una mini nevera con una hoja blanca sobre esta.

- Mira la hoja - le dijo tomando asiento sobre la cama - será mejor que te pongas cómoda cariño, porque tenemos una larga conversación.

Tomó la hoja doblada a la mitad sobre la nevera, al desdoblarla y leerla entendió que era, observo la fecha, era la fecha de ese mismo día, arrugo la hoja observando a Austin amenazante.

- No pueden prohibirme salir del país.

- Sí que lo tienen cariño, es más eso es una orden, hasta que no se compruebe si de verdad ese mocoso es mi hijo.

- Tu no lo quieres, dime Austin que quieres para que nos dejes en paz - la sonrisa del muchacho se amplió.

Camino despacio hasta posicionarse frente a frente con ella, le llevaba cabeza y media de altura pero era tan fácil derribarlo con un solo golpe.

- Te quiero a ti, en mi cama, ahora...

(...)

Austin acariciaba su brazo, ella le daba la espalda, se sentía asqueada y con el estómago completamente revuelto, acostarse con él había sido lo más asqueroso que pensó hacer con tal de que él se olvidara de Justin. Pero tampoco podía olvidar que hacía un par de horas también había estado con Nathan, ahora ella se sentía una zorra, peor que una prostituta barata.

- Voy a estar fuera del país un mes más o menos - le confesó aún con su mano tocando su piel, sus caricias le quemaba quería salir corriendo - Te dejaré pensar, pero quiero que vivamos los tres juntos, tu, el mocoso y yo, como la familia que somos.

- No viviré contigo- él la volteó subiendo sobre ella.

- Es que no es tu decisión, cariño, te lo estoy ordenando, luego que regrese de grabar viviremos lo tres, me entendiste.

- Sí no ¿Qué?

- Entonces tomaré la decisión frente al juzgado de quitarte al niño, tienes tiempo para pensarlo - la beso para luego levantarse.

- Te odio - le dijo una vez que la soltó.

- Es una suerte que yo tenga suficiente amor para los dos.

Austin se levantó recogiendo su ropa vistiéndose en el proceso sin quitarle la vista de encima a la chica.

- hubo un momento en que cediste, ¿Qué pensabas? - Ella lo observo.

Recogió sus piernas colocando su cabeza sobre estas y le sonrió recordando.

- ¿En quién crees tú que estaba pensando? - él apretó los puños a los lado volviendo a la cama.

- Olvídate de ese maldito maestro, ahora eres mi mujer, ¿entendiste?

- No sabes lo mucho que te desprecio en este momento - él se levantó colocándose la camiseta.

- por cierto, no me cuide, lo mejor será que tomes una pastilla o algo, no quiero más mocosos, con uno es suficiente.

Abrió la puerta y se marchó, dejándola sola dentro de la habitación, ella al fin logro levantarse, pero cayó sobre la cama mareada, espero un momento volviendo a inténtalo logrando su cometido, Camino hasta el baño, una vez dentro vio su reflejo a través del espejo. Su cabello castaño estaba revuelto, tenía chupetones y ciertas partes rojas por sus caderas, la entrepierna le dolía como un demonio, el estoma se le revolvió, apenas y le dio tiempo de llegar al wáter cuando devolvió lo poco o nada que había ingerido en el día, aún con las piernas temblando se dirigió a la regadera, abrió el agua y dejo que está le cayera llevándose con eso los besos y caricias de Austin.