Capitulo 28

Héroe.

14 de Febrero. Día de la boda.

Miraba el vestido blanco sobre el maniquí. Se sentía pésimo, las náuseas habían vuelto desde que se levantó y el bebé se había sentido como algo que se escurre demasiado rápido dentro de su vientre. Miro el reloj. Nadie sospechaba nada pero gracias a la libertad que Ander le había dado podía conversar con Michael tranquilamente a solas, los gemelos no se apartaban de su vista luego del incidente en la entrevista y Austin tampoco molestaba luego de aquella amenaza, gracias a eso estaba más tranquila.

Se recostó en la cama luego coloco una mano sobre su rostro a ver si así las náuseas cedían, acarició su vientre plano con su otra mano mientras tarareaba o eso intentaba una de las tontas canciones románticas que Nathan tanto le gustaba.

Hubo un peso en la cama que le obligó a detener el movimiento de su mano y quitar su mano del rostro, unos orbes marrones se encontraron con los de ella, Serena sonrió acariciando su rostro, el rostro familiar se acercó rozando su nariz, depósito un suave beso.

- Mamá...

Serena miro a Dustin en la puerta, luego su vista fue al peso sobre ella, Austin miraba al niño con enojo.

- Maldito mocoso toca la puerta.

- Quítate - lo hizo aún lado caminando hasta el niño - No le vuelvas a decir así.

- Como digas,  los estilistas esperan por ti date prisa  - gruño saliendo de la habitación.

- Mamá, ¿papá se enojó conmigo? - sus ojos se llenaron de lágrimas.

Ella le dio una sonrisa suave tomando su estatura, eso la aliviaba porque Dustin comenzaba actuar como Justin y rechazar a Austin, eso le facilitaría las cosas a la hora de escapar.

- No le hagas caso, él siempre está enojado.

- Tú  y él pelean mucho, ¿no lo quieres? - Serena abrió la boca para contestar.

- No- fue Justin quien respondió - mami quiere a mi papi Nathan, él no se enoja y siempre me compra helados, cuando mami vuelva con él ya vas ver quién es el mejor.

- Justin - Reprendió su madre.

- Mami - hablo con él mismo tono - Dustin vamos tío Michael nos está buscando para darnos un premio - Serena sonrió.

Los miro a ambos para abrazarlos fuertemente.

- No se olviden mama los ama, ¿de acuerdo? le hacen caso al tío Michael en todo lo que diga, ¿de acuerdo?

- ¡Sí! - contestaron ambos al mismo tiempo.

Serena los observo marcharse escaleras abajo tomados de las manos, su corazón se encogió, pero era lo primero que debía de hacer, sacar a los niños de ese infierno y luego ella ya encontraría la forma de escapar en lo que restaba de día pero por ahora no podía, debía permanecer en su sitio para que nadie sospechara de ella ni de Michael. Daniela se encargaría de los gemelos hasta que ella escapara de la casa Miller.

Entró de nuevo a la habitación, tomo una ducha y cuando salió Ashley estaba allí sentada, parecía contenta, radiante como si fuera una victoria.

- ¿Qué haces aquí?

- Disfrutando de tu derrota - sonrió.

Ashley miro sus uñas pintadas de un rosa muy llamativo, su cabello rubio estaba completamente recogido en un moño y el maquillaje resaltaba el azul de sus ojos, vestia una bata de ceda roja con bordes negros.

- Estas loca, tu siempre has ganado? no te entiendo - ella se levantó tomando la misma estatura.

- Claro - movió un mechón de cabello - la linda e inocente Serena, la niña buena, la número uno en la escuela, no sabes cómo te desprecio - la miro de arriba abajo - desde el momento en Michael puso los ojos en ti supe que eras un grano en el culo - la señaló – ¿sabes cuántas veces te nombró mientras dormía?

- ¿Es en serio? ¿Tu alguna vez fuiste mi amiga?

- Te le metiste por los ojos a Michael, no contenta con eso hiciste lo mismo con Nathan, eres una envidiosa - Ashley toco su hombro - o me vas a decir que te embarazaste por un descuido, no seas estúpida - Serena quito la mano y lo apretó con fuerza.