Las horas pasaron y llegó el momento de despedirse, siempre que estoy con ellos el tiempo pasa muy rápido.
—Quisiera que se quedaran más tiempo —los mire con tristeza y ellos a mí con ternura.
Will fue el primero en acercarse y darme un abrazo cálido, era delicado y protector.
—Trataremos de visitarte más seguido y tú deberías ir a vernos también —dejo un beso en mi cabeza y se alejó para tomar su mochila.
—Seguro, quisiera ver a los demás también —sonreí y vi a Jay quien se acercaba a mi.
El abrazo de Jay fue reconfortante, me sentía segura y en paz entre sus brazos, me encantaba abrazarlo y sentir como su perfume te envuelve, usaba uno fuerte que quedaba impregnado en la ropa y era fácil de reconocer.
—No te sobreesfuerces —dijimos los dos a la vez en un susurro provocando una sonrisa de mi parte. Siempre cuidamos del otro.
Una vez terminó el abrazo ambos caminaron a la puerta y me sonrieron para luego salir cerrando la puerta detrás de ellos.
Cuando estuve sola solté un suspiro y me tiré en el sofá, aún podía sentir el perfume de Jay en el ambiente, cada vez que venían mis amigos el departamento cobraba un ambiente animado y cuando se iban todo se apagaba, no era triste pero siempre tiene un toque melancólico.
En nuestro grupo somos cinco: Jay y Will, los hermanos problema; Marina quién es la más amigable y tranquila que es de mi edad, Anny que era una bomba de tiempo, ruda y leal que tiene un año más que yo. Los cinco siempre estuvimos juntos desde que nos conocimos, ellas dos se unieron al grupo en la preparatoria y ahora trabajan junto a Jay como detectives en la unidad de inteligencia de la policía de Chicago mientras que Will es médico cirujano en emergencias del hospital central.
Anny y yo somos las más unidas, es mi mejor amiga, es mi persona, es con quién puedo contar para todo...literal.
Tomé mi móvil y empecé a revisar mis redes sociales, como siempre respondía y daba me gusta a los comentarios de mis lectores en la última publicación que había realizado, mi ánimo subía al ver todo el apoyo y buen recibimiento que tenían mis historias, eso me inspira a seguir escribiendo.
Estuve un par de minutos más en el móvil y luego me dispuse a prepararme para dormir, fue un día relajado y no tenía mucho sueño pero ya estaba incómoda en el sofá. Me puse el pijama, limpie e hidrate mi rostro y al final me metí a mi cama, en mi mesa de noche tenía el libro que estaba leyendo que es Orgullo y Prejuicio junto a la lámpara además de una pequeña libreta y una pluma por si tenía ideas o simplemente anotar mis sueños.
Me acomode en la cama luego de apagar la luz y me puse a meditar, repasaba todo lo que había pasado en el día y hacía memoria de las cosas que tenía que hacer al día siguiente hasta quedarme dormida.
Las noches en Chicago los fines de semana eran muy animadas, los bares y clubs llenos de gente queriendo divertirse o pasar un buen rato.
El día había sido muy ameno, estar con Emma y Will me había levantado el ánimo luego de un caso difícil, muchas veces mi día libre lo pasaba solo o tomaba otro caso y posponía el descanso. Amo mi trabajo aunque sea muy demandante y arriesgado, pero eso muchas veces arruinó mi vida personal, tengo buenos amigos... sí, pero en el lado sentimental me ha ido mal.
Tuve algunas parejas luego de salir del ejército,al cual entré luego de la muerte de mi madre. Dichas relaciones no se concretaron, hubo una que estuvo a punto de formalizarse. Creí que era la indicada, pero se fue sin despedirse, desde entonces solo me enfoco en mi trabajo lo cual me distrae de la soledad.
Me desperté por el sonido de mi alarma, no recordaba en que momento me había quedado dormido, pero ya era hora de levantarme e ir al trabajo. Como policía estamos atentos a todo sea la hora que fuese, la mayor parte del tiempo agradezco poder dormir ocho horas seguidas.
De camino a la estación me compré un café y algo de comer, iba temprano así que tenía pensado desayunar en la oficina mientras llegaban los demás.
—¿Te despertó un gallo?
Tomaba mi café cuando escuché a Patrick llegar, no había día que no hiciera un comentario gracioso a quien llevaba temprano. Levanté la vista de mi café para encontrarme con su cabellera rubia despeinada, podrías jurar que trataba de imitar a Justin Bieber.
—Me dormí temprano —levante mis hombros restándole importancia al hecho.
—Aprovechaste tu día de descanso —camino hacia la cafetera y se sirvió una gran taza de café recién hecho.
—Estuve con mi hermano en casa de Emma, hace un tiempo que no la veíamos —sonreí al recordar el día anterior.
—Oh ya entiendo, eso explica tu buen humor —me miró con una sonrisa burlona y le dio un trago a su café.
—No es lo que piensas Pat —mordí el sándwich había comprado junto con el café— es mi mejor amiga.
—Seguro.
Quiero muchísimo a Emma, daría mi vida por ella, eso es seguro, no la he visto con otros ojos admito que es muy hermosa y talentosa, es amable, graciosa, te sientes en paz a su lado...es la mejor chica que he conocido.
Editado: 06.10.2021