El día pasó lento mientras veíamos el caso de las pandillas, al final logramos atrapar a los culpables y quedamos satisfechos por otro día de trabajo.
—Lo que más deseo es llegar a casa y lanzarme a mi cama para no levantarme más —me encontraba guardando mis cosas cuando Pat habló.
—Antes debes cenar —Marina se acercó a él con su chaqueta lista para salir.
—Pasemos por comida china antes de llegar a casa o pedimos cuando estemos ahí.
—Nos queda de camino así que podemos ir.
—Bien, nos vemos chicos.
Nos despedimos y cada quien tomó su camino, mientras conducía había puesto en aleatorio la música cuando empezó a sonar una canción muy conocida para mí, sonreí al recordar el significado de esta. Era la canción que tenía con Emma, aún recuerdo ese día.
En ese entonces aún estábamos en secundaria, ella había tenido un muy mal día ya que le habían hecho una broma bastante cruel, a decir verdad ella no se llevaba mal con nadie pero habían algunas chicas que les molestaba que fuera mi amiga y estaban celosas de que yo le prestará más atención a Emma que a ellas.Al terminar las clases Emma se fue corriendo a su casa, trate de seguirla pero me lo impidieron, recuerdo las lágrimas que caían por sus mejillas y lo avergonzada que estaba. Me sentía horrible, obviamente la defendí al igual que Will y dejé en su lugar a esas chicas que nunca más la volvieron a molestar, pero sabía que Emma se encontraba muy deprimida y debía hacer algo por ella.
Mi padre me había regalado un megáfono así que se me ocurrió hacer algo para alegrarla, tome la pequeña radio que tenía, si bien se escuchaba muy la música su volumen era bajo por lo que se me ocurrió poner el megáfono en modo de bocina, salté la cerca del patio trasero de su casa, la cual se encontraba al lado de la mía y me coloque bajo el balcón de su habitación.Hice sonar la sirena del megáfono y espere a que saliera, sabía que a esa hora de la tarde ella estaba sola en casa así que no molestaría a nadie con la música, al darme cuenta de que no había captado su atención, grite su nombre contra el megáfono y ella se asomó confundida, vi sus ojos hinchados y supe que estaba llorando. Me dolía verla así.Ella me hacía preguntas, pero las ignoré todas y procedí a poner la música, empecé a bailar al ritmo de esta haciendo que Emma riera, me sentía feliz de haber logrado mi cometido, después ella bajó y nos pusimos a bailar los dos.
Sonreí al recordarlo y una idea llegó a mi mente. Le pregunté a los demás por el grupo si tenían un megáfono y al recibir una respuesta negativa por todos; y muchas preguntas al respecto fui a comprar uno, cuando lo tenía conduje al departamento de Emma y puse en marcha mi plan.Hice lo mismo que ese día y ella reía por la locura que estaba haciendo, sus vecinos me veían extrañados y algunos un poco molestos por el ruido, más no me importó, con solo ver la sonrisa de Emma nada me importaba, volví hacer un adolescente al revivir aquel recuerdo del pasado.Una vez la canción terminó, entré al edificio y subí al departamento, en la puerta me esperaba Emma con una gran sonrisa, sabía que esperaba una explicación.
—Es nuestra canción —dije una vez estuve frente a ella.
—Lo sé, pero ¿por qué? —me observó curiosa.
—Recordé cómo se volvió nuestra canción y quise revivir el momento.
—Si que estás loco Jay Halstead —negó con la cabeza y soltó una risa.
—Un poco tal vez —sonreí— quisiera quedarme, pero tengo que trabajar mañana.
—Anda ve a descansar —se puso de puntillas y besó mi mejilla— nos vemos.
—Descansa.
Sonreí y regresé a mi auto, si me preguntan porque lo hice exactamente no lo sabía, la primera vez fue porque no quería ver a mi mejor amiga triste, pero ahora solo quería verla sonreír.
Editado: 06.10.2021