Chispas

Capítulo 27

Se rió entre dientes mientras se ponía de pie y se desapuntaba la camisa. Estoy segura de que mis ojos sobresalieron pero mantuve la compostura, en su mayoría. Era terriblemente guapo bajo esa camisa. Tenía un tatuaje de una estrella hueca verde en un hombro y un brazalete negro de filigrana arremolinada en el otro. Lo reconocí como el diseño en el portón de su casa.

Se volvió para apagar la lámpara y escuché el crujir de la tela así que asumí que se estaba poniendo su ropa para dormir. Luego la cama se hundió y se subió a mi lado.

Dudé sólo por un segundo. Daniel y yo ni siquiera habíamos dormido juntos, ni siquiera sólo dormir. Tentativamente me acerqué y rocé con la mano su camiseta y la firme piel debajo. Sin embargo él no dudó. Tiró de mí directamente a su pecho.

Vi una pantalla azul en la oscuridad.

-Coloco la alarma del celular para que vibre así estaré fuera de aquí antes de que tu papá trate de entrar, -explicó.

-Buena idea. Además mañana tengo que trabajar.

-¿Cuánto dura tu turno?

-De 11:00 a 7:00.

-Auch. De acuerdo. Supongo que vendré mañana por la noche después de que tu papá se vaya a la cama. Mañana por la noche tengo que ir a ver a mi papá y tratar algunas cosas con él y algunos de mis tíos, cosas importantes de la familia. Pero te prometo que voy a venir tan pronto como termine.

-Esto será el tiempo más largo que hemos estado sin el otro, -reflexioné, sintiendo de una vez el aguijón de nuestras improntas siendo separadas.

-Sí. ¿Vas a estar bien? Puedo pasar por tu trabajo quizás antes de pasar por donde papá.

-Neh, voy a estar bien. De todas formas necesitamos tratar de hacer que funcione, ¿cierto? No podemos pasar cada segundo juntos, especialmente cuando vayas a regresar a la universidad. Probablemente así sea más fácil destetarnos, -dije sin convicción e hice una mueca en la oscuridad por mi elección de palabras.

-Pero no quiero destetarme, -dijo mientras acariciaba mi oreja haciéndome reír tontamente.

-Yo tampoco pero lo necesitamos. Esto será una buena práctica.

-Sí. De acuerdo. Sólo recuerda, si se pone muy mal sólo llámame en tu mente. De todas maneras si tu cuerpo está angustiado, puedo oírte y vendré corriendo.

-Lo sé, gracias, pero estoy segura de que voy a estar bien.

-Sí, pero qué hay de mí, -dijo y pude ver su sonrisa en la bruma por la farola en la ventana.

-También vas a estar bien, -aseguré y le sonreí.

Besó la punta de mi nariz.

-Supongo. Pero siempre voy a estar aquí para ti. Incluso si no estoy aquí, siempre estoy atento a ti, -dio un golpecito en mi pecho suavemente -, aquí.

-Sí, -dije y traté de alejar el puchero de mi voz ante la idea de no verlo hasta mañana por la noche -. Buenas noches, Fred.

-Buenas noches, Emma.

Luego tomó mi mano y la puso sobre su corazón, con su mano encima, frotando círculos sobre mis nudillos, y sentí los latidos de nuestros corazones golpeteando juntos bajo mi palma hasta que me quedé dormida.

***

Esa mañana me desperté descansada. Completamente descansada y sintiéndome genial. No sentí la necesidad de estirarme o frotarme los ojos o quedarme ahí y acomodarme. Cuando me desperté, estuve alerta al instante. Pensé que me había sentido increíble después de nuestra siesta de ayer, pero no, esta mañana fue el epitome de un buen descanso nocturno.

Incluso Harry parecía estar lleno de vida.

Me levante con el mientras se ponía sus vaqueros sobre sus pantalones de dormir y luego cambiaba su camisa. Si yo tuviera un botón de cámara lenta lo hubiera presionado mientras Harry se sacaba la camisa por la cabeza. Me mordí el labio y mire intensamente desde la puerta de mi armario. Sonrió y negó con la cabeza leyendo mis pensamientos o sentimientos, pero me beso castamente y me dijo que sería mejor dejar de verlo si quería que él se fuera alguna vez. Solo me rei mientras el levantaba la ventana.

Cuando empezó a salir se volteo otra vez hacia mi. No estaba segura de quien era el que necesitaba ayuda para ser liberado en este momento pero ambos solo estallamos con ello. Tomo mi cara y me agarre de su camisa y los dos nos aseguramos de que nos veríamos el uno al otro esta noche, que todo estaría bien y que nos extrañaremos. Luego me beso de nuevo y prácticamente se tiro por la ventana y por el tejado de la tubería de desague. Mi cuerpo ya protestaba por la distancia, diciéndome que necesitaría su toque antes de lo que pensaba.

Lo mire y después de una ultima despedida lo perdi de vista al dejar mi patio. Fui a desbloquear la puerta y me vesti. Mi uniforme era un pequeño vestido con bolsillos y un delantal a la mitad. Mi nombre en la etiqueta se leia "Guisante dulce". El uniforme era un poco corto pero los propietarios querían que todos vistieran con mayas blancas debajo. Era un poco lindo pero sin las mayas habría estado en la frontera de fulana de un bar sucio.

Así que me vestí. En ese momento eran casi las 10:00. Harry había salido a las nueve. Mi padre nunca había salido de la cama antes de esa hora con su trabajo, su turno no empezaba hasta las 11:00, lo que era perfecto para el. Mis turnos solían ser de noche, pero ellos habían cambiado mi agenda desde que me gradué.

Asi que baje en busca de mi desayuno, que consistía en café y crema de vainilla francesa, que mi padre ya había puesto en mi taza de viaje para mi. El no lo había hecho desde el "evento".

Entonces papa volvió a bajar y hablamos durante unos minutos sobre el trabajo y los planes de la cena. Entonces el realmente tomo el periódico para leerlo. No lo había hecho desde el "evento". Ahora las cosas volvían a la normalidad, eso es por lo que planee llamarlo: el "evento".

Me sentí orgullosa de que algo lo había sacado de su cobardía, incluso si fue involuntario. Él tenía una razón para volver a su viejo yo, todo porque estaba saliendo con un nuevo chico. Extraño pero me gusto de todos modos.




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