Chispas

Capítulo 33

Me desperté varias veces a la luz. Cuando me asomé por encima de Fred vi a Gran o Rachel o Peter, alguien que nos miraba a escondidas cada hora más o menos. Era molesto y dulce todo al mismo tiempo. La cara de Fred estaba del otro lado por lo que nunca se despertó. A veces había dos de ellos y los oía preocuparse por nosotros. Dos voces masculinas, pero no pude distinguir de quién.

-Yo podría matarlos por esto. Cómo se atreven a ir a este extremo, por alguien que ni siquiera creció con esto.

-Esa no es la costumbre de nuestro clan.

-Tal vez debería serlo. Richard y su hijo idiota sólo se saldrán con la suya. No es como si pudiésemos ir a la policía.

-Vamos a mantenerla a salvo. Los subestimamos, es todo. No vamos a cometer el mismo error otra vez. Hicimos todo lo que pudimos hacer. Oímos la llamada y fuimos tras ella. Si no hubiéramos estado tan lejos, no habría sido un problema.

-Sí, pero ahora tenemos un nuevo problema. ¿Cómo mantenerla con nosotros y segura y no alterar su relación con su padre?

-No lo sé. La familia de Gran renegó así de ella, honestamente, nunca pensé en tener que lidiar con humanos antes de esta manera, pero no voy a obligarla a elegir. No sería correcto. Sólo tenemos que encontrar una manera de alguna forma.

-No hay otra manera.

-Sí, pero no veo cómo. Su seguridad es de suma importancia para cualquier otra cosa, y Fred. Él se está adaptando muy bien. Me dijo que no sólo ha escuchado los latidos de su corazón desde el primer segundo de la impresión, pero también ha sido capaz de leer sus sentimientos.

-¿Tan pronto? ¿En serio? Fascinante.

-Sí. Y al parecer, ella se adelanta también. Ya está leyendo sus pensamientos y sentimientos a su antojo y sus bajones no han sido tan graves como temía.

Palidecí pensando en los bajones siendo peor de lo que ya eran.

-Bueno, eso es genial, pero lo primero es lo primero. Para su seguridad, Fred tiene que convencerla de dejar de trabajar en ese restaurante.

-No se lo creerá. Pensara que está tratando de controlarla.

-No, no creo que lo haga. Es inteligente. Entenderá la necesidad de tal acto para su seguridad. Además, creo que probablemente va a estar más propensa a querer la compañía de Fred a partir de ahora después de lo que pasó.

-¿La has visto? Estuvo fantástica. Ese idiota se hundió con poco esfuerzo de su parte.

-Lo sé. Nos está sorprendiendo gratamente a todos, creo. Sólo espero que no se sienta presionada por toda la atención y preocupación.

-¿Cómo no iba a hacerlo? Pero es una mujer joven extraordinaria con una buena cabeza. Fred es un hombre afortunado. Estoy muy contento por todo esto. Será bueno para nuestro clan.

Hubo una pausa.

-Siento que se fuera Adam.

-No lo hagas. A lo mejor va a volver. Tal vez en unos pocos años, cuando sea mayor de edad se imprimara. Tal vez todos lo harán. Tal vez este es el catalizador para la remontada que hemos estado esperando.

-Eso espero. No sé cuánto tiempo podremos mantener el celibato de nuestro clan. No es justo y pronto vamos a tener que preocuparnos de llevar nuestro nombre y patrimonio. ¿Qué vamos a hacer cuando no haya ni una...?

-Ni siquiera lo digas. No hay nada que podamos hacer salvo esperar. Y creo que ver a tu hijo y su nueva pareja será justo lo que necesita este clan, para darles esperanza.

Y la pequeña franja de luz de la puerta se cerró a la oscuridad y las voces se detuvieron por un tiempo. Lo único que podía hacer era aferrarme al cuerpo dormido de Fred y esperar más allá de la esperanza en que tuviesen razón en todo.

Cuando la luz llenaba la ventana, abrí los ojos. A pesar de que había dormido a ratos y sin descanso, todavía me sentía fresca y un montón más. Mi garganta todavía dolía y me dolía la cabeza un poco, pero nada como lo que había sentido la noche anterior. Y ningún doloroso bajón. Esa fue la mejor parte. Las pasadas últimas noches, dormir con Fred, me hacía sentir completamente nueva en la mañana y no estaba segura de poder volver a dormir sin él otra vez, aunque no hubiese un echoling tratando de hacerme daño.

Volví la cara de la ventana para ver a Fred observándome, apoyado en un codo, con el ceño fruncido de preocupación en la frente.

-¿Estás mejor ahora? -Pregunta mientras su mano se desliza por mi brazo.

Corrí mi dedo sobre el tatuaje de alambre de filigrana en su brazo. Se estremeció lo que me hizo reír.

-Sí, estoy mejor.

Mientras miraba mi cara completa por primera vez hizo una mueca y cerró los ojos durante unos segundos.

-Oh, sí. -Palmee el punto negro que sabía que tenía. -Tal vez podríamos ver a Gran un momento.

Él asintió con la cabeza.

-Ya ha estado aquí, pero le dije que necesitabas dormir. Te está esperando abajo. Todo el mundo lo hace.

-¿Por qué? -Le dije tirando de la manta hasta el cuello como si fuese a ayudarme a protegerme de alguna manera.

-Todo el mundo estaba muy preocupado por ti y, al parecer molesto conmigo por llevarte al segundo piso en lugar de dejar que te echaran un vistazo la última noche. Unos pocos han estado aquí ya esta mañana para sermonearme.

Él sonrió torcidamente.

-¿En serio? -Sonreí tímidamente. -Wow. Nunca había tenido a nadie tan preocupado por mí antes.

-Bienvenida a la familia.

Ese pensamiento me hizo sonreír más ampliamente. Se inclinó más cerca.

-Eso es lo que me gusta ver -susurró y luego me besó. Dejó que su mano se deslizara desde la parte superior de mi brazo a mi codo.

Sus siguientes palabras fueron susurradas contra mis labios. -Tu piel es tan suave. Y eres realmente... hermosa en la mañana. ¿Alguna vez te dije eso?

-No -suspiré y lo sentí golpear sobre mi corazón con el dedo índice, sintiendo el latido irregular de mi corazón, y sonrió de satisfacción en mi mejilla.

-¿Te he mencionado también cómo te ves de adorable en mi camisa? -Dijo con voz ronca mientras arrugaba en sus puños la gran camisa que llevaba, tirando de mí más cerca para reclamar mis labios.




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