Capítulo 11

(Agatha Cian) 

No había vuelta atrás, tenía tres días para dejar todo en orden, Al llegar a casa de mis Suegros les contamos la noticia, tenía un trabajo y saldría del país por un año, no pareció entusiasmarlos pero como conocían nuestra situación nos ofrecieron su ayuda con Benjamín el tiempo que fuera necesario, la tarde paso rápido entre preparaciones  para el supuesto nuevo trabajo y risas, sin darme cuenta estábamos de regreso en el departamento acomodando a nuestro querido hijo en su camita, después de cobijarlo y dejar un beso en sus mejillas, salimos en dirección a nuestro dormitorio. 

-Thom mañana cancelare todas nuestras deudas, mientras tú te quedas con Benja...

No pude terminar lo que quería decir, Thom me abrazo y sello mis labios con un beso que me trasmito todo el dolor, la preocupación y la ansiedad que sentía. Se apartó delicadamente y me dijo:

• Por favor no lo hagas, le devolveremos todo a ese Señor, venderemos todo y viviremos con mi padres, eso nos dará tiempo para conseguir el dinero que nos falte, no te preocupes volveremos a empezar, si estoy a tu lado sé que lo lograremos, no creo soportar un año sin verte, sin tenerte, eres mi mundo, que haremos Benjamín y yo sin ti, llámalo y dejemos aún lado está farsa, no te daré el divorcio, no permitiré que te arriesgues por nosotros

Por la forma en que lo dijo sabía que se había contenido durante mucho tiempo, pronto mis ojos se nublaron si tenía alguna duda sobre el amor de Thom hacia mí en ese momento se disipó, mi esposo, mi compañero, mi amigo estaba dispuesto a renunciar a todo por mí...         

Si fuéramos solo él y yo no habría duda en aceptar su decisión sin embargo no podía arriesgar el futuro de Benjamín, saque fuerzas del amor que les tenía y mirándolo a los ojos le expuse todos los pensamientos de mi mente y corazón, diciéndole la tortura que sería para mi dejarlos, el suplicio que serían las noches sin tenerlo a mi lado sin tan siquiera escuchar sus voces, el año que me perdería en la vida de nuestro hijo, pero a su vez le mostré la realidad, le hice ver qué los de la estafa piramidal no les bastaría que les entregáramos todo, si antes lo habían dejado en el hospital debido a las palizas no tardarían en cobrarlo con su vida y quién sabe qué harían conmigo y el pequeño Benjamín pues en algunas ocasiones nos habían dado a entender que nos vendería a los traficantes de personas si no les damos el dinero.

La noche de ese día se fue en un mar de lágrimas, arrepentimientos y de consuelo mutua después de concluir que no teníamos otras salida, me dormi en los brazos de mi amado Thom pues sabía que no me quedaban muchas noches más para hacerlo, me prometí que después de este trabajo nunca más me soparía de él y mucho peor de nuestro hijo.

Los días pasaron en un abrir y cerrar de ojos, gracias al contrato y al adelanto que me proporciono el Señor Leman mi familia no tuvo dudas sobre mi trabajo, había dejado todas las cosas en orden, fiel a su palabra el departamento fue transferido a mi nombre las deudas quedaron saldadas e incluso quedo suficiente para darle una buena educación a Benjamín y que Thom empezara una pequeña firma de abogados, me tranquilizaba pensar en cómo ellos estarían seguros y estables mientras estuviera fuera.

Ahora nos encontrábamos montando un pequeño teatro para las familias que entre preocupadas y dichosas se despedían de mí en el aeropuerto, nuevamente tendrá que agradecer al Señor Leman pues él se encargó de que pareciera que trabajaría en el país “R” incluso me proporciono el pasaje de avión, el cual en apariencia abordaría, sin embargo ya había preparado todo para que saliera en un auto el área de embarque.

Mire por última vez a mi pequeño Benjamín y al que es mi amado exesposo, divorciarme de él había sido muy duro, me gustaría decir que fue lo más duro pero no sabía lo que me esperaba en adelante aunque algo si está claro, sería un infierno el tiempo que no estaría con ellos, mis lágrimas salían sin parar y después de un abrazo a cada uno de los miembros de mi familia en los que procure robarme un poquito de su fuerza, me despedí  de todos y no mire atrás, la próxima vez lo que los vea podremos vivir felices y en paz jamás mi volvería a separar de ellos.