Capitulo 1

Lo único que importaba era el sabor de sus labios, y nada más.

Las luces de colores sobre nosotros, la oscuridad que nos rodeaba y el olor de alcohol de nuestras respiraciones eran meramente notorias en ese momento.

Ahora solo importamos él y yo, yo y él, solo nosotros.

6 MESES ATRÁS

—¿Estás seguro de que podrás ir?

—Clara, ya te he dicho que si más de cien veces esta semana, y apenas es miércoles.—dije mientras terminaba mi lata de refresco para después tirarla en el bote delante de nosotros

—Quiero estar segura, llevamos planeando ir a esa fiestas desde que estamos en primero—dijo mientras hacía movimientos exagerados con sus manos para atraer mi atención—y ya estamos en nuestro último semestre ¡Nuestro último semestre de prepa Viktor!—exclamó sacudiéndome desde mis hombros

—Ya lo sé, pero sabes cómo son mis papás-quite sus manos de mis hombros para seguir caminando—ellos piensan en los peores escenarios posibles para no dejarme ir. Pero esta vez creo que realmente los estoy convenciendo

—¿Y cuál es tu plan esta vez? ¿Escaparte?—contesto sarcásticamente echando una mirada de desaprobación

—Esa idea no suena mal para mi

Dijo una voz más detrás de nosotros uniéndose a la conversación, Clara solo rodó los ojos y siguió caminando, fastidiada por la nueva presencia que se unió a nosotros.
Yo, sin embargo, me di la vuelta y planté un beso fugaz en sus labios.

—Hola ¿Cómo te fue en tus clases?

—Bastante bien para ser la primera semana de clases—contesté mientras dejaba que tomara mi mano—¿Cómo te fue a ti?

—Tengo a Treviño como maestro de matemáticas, con eso te digo todo

—Que bueno.—dijo Clara mientras rompía la conexión entre nuestras manos—Pero si no es mucha molestia quiero compartir mi tiempo de calidad con Viktor, tu ya lo tuviste durante toda la mañana.

—Que poco compartida eres eh—dijo para después besarme—Es mi novio, no el tuyo

Ese beso y sus palabras inoportunas hicieron que mi cara ardiera y se sonrojara.

—Vez ya lo descompusiste, ya vete mejor—Exclamó mientras lo obligaba a irse—¿Por qué siempre lo maltratas?

—¿No se comieron lo suficiente durante las 2 horas que se vieron?

Argumentó mientras yo evitaba mirarla porque sabía que tenía razón, me salte una de mis clases para poder vernos, y durante todo ese tiempo no nos pudimos separar, a excepción para respirar después de cada ronda de besos que teníamos.
Te odio sistema respiratorio.

—Además, necesitamos hablar sobre todo lo que ha pasado—agregó mientras desviaba la mirada de mi—Casi no nos vimos durante las vacaciones y no sabemos qué ha pasado con nosotros

—Pues me hice novio de Alejandro

—No ¿En serio?—dijo con sarcasmo mientras me daba un pequeño golpe en el hombro—La verdad de porque no me gusta que se junte con nosotros es que a veces siento que hago de mal tercio, salgo sobrando.

—Solo a veces—agregue en forma de burla

—Te odio

La mire por un momento con lástima, tenía razón, desde que Alejandro y yo nos convertimos en novios he tenido muy poca interacción con Clara, nuestras conversaciones por mensaje se han tratado de yo platicarle sobre él y todo lo que pasa, al menos eso es el setenta por ciento de nuestro chat.
Pero no puedo evitarlo, se puede decir que estoy viviendo mi amor adolescente, soy muy sensible a mis emociones y no puedo contenerlas.

—Esta bien, tienes razón, debemos hablar más ¿Qué pasó durante tus vacaciones?

—Nada interesante la verdad.

—Chinga a tu madre pues.

Ella solo soltó una carcajada, nos burlamos de la situación y seguimos hablando mientras esperábamos el autobús.
Solo tuvieron que pasar un par de minutos para que estos llegaran, y vacíos sorprendentemente. Me despedí de Clara y me subí al autobús. El camino a casa era largo, una hora de tiempo que aprovechó para estar en Instagram o Facebook; me gustaría pasar ese tiempo hablando con Ale, pero él va directo al gimnasio que está cerca de la preparatoria después de salir, y no quiero molestarlo mientras él se ejercita.

Pero, como si de una invocación se tratara, recibí un mensaje suyo. Sin dudarlo abrí la conversación solo para encontrarme una foto de él con su típica camiseta de compresión mientras flexionaba sus brazos, acompañada del mensaje Ya te extrañan
Conteste su mensaje solo dejando la reacción de un fueguito en su foto.
Conecte mis audífonos y reproducí la música. El simple hecho de pensar en él y en aquella foto hace que mi corazón se descontrole. Me cubrí con mi mochila, y al parecer otras cosas también, malditas hormonas.

Intenté despejar mi mente para que mi erección desapareciera, pero la mente hace cualquier cosa para que eso no pase. Intente ignorar mi problemita revisando las historias de instagram, pero no pasaron más de dos historias para que Alejandro volviera a aparecer en la pantalla, era un foto de el y sus amigos, Mario, Luis, pero el que más destacaba entre todos era Cristian, que estaba abarcando la mitad de la pantalla.

Siempre me pregunte si es que ellos sabían de lo nuestro, nunca me moleste en conocerlos o hacer que Alejandro nos presentara, simplemente pensé que él se los diría o nos descubrirían en algún momento, pero no estoy seguro.

El autobús se detuvo, y como si pudiera invocar a las personas con tan solo pensarlas, los tres subieron al autobús. Me había olvidado de que este autobús también los lleva a las canchas donde van a jugar futbol.
Al pasar a un lado de mi yo solo agache la cabeza para no generar ningún tipo de contacto con ellos, y gracias a Dios ninguno me dirigió la palabra. Ni siquiera sé si debería agradecer a Dios pero en lo mas profundo de mi sentí alivio.

Y fue entonces ahí cuando un pensamiento fugaz se hizo presente, “y si soy yo quien no quiere conocerlos realmente”, ¿Qué otra explicación habría a que quiera evitarlos? siempre los intento evitar y no generar ningún vínculo con ellos, supongo que he tenido tantas malas experiencias con los hombres respecto a mi orientación sexual que los evito a toda costa, y más en este punto que tengo una relación con uno de su grupo ¿Qué podría pasar si simplemente nos llevamos mal? Mejor no descubrirlo.