—Bueno al parecer aliados fuertes de tu lado.
¿Qué les pasó después de ser llevados al líder? —
Le contamos lo que nos dijeron.
—Por suerte tu plan funciono —
—Si, pero creo que sospechan de nosotros —
—No te preocupes no creo que vayan a descubrir algo, aún por si acaso limpiamos nuestras guallas —decía sonriendo—. Mi nombre es Clarion y ella es Meredith, miembros de cuarto rango, espero que podamos seguir trabajando juntos —dijo alzando su mano.
— Igualmente, soy Ciara, ella es Iris y el Zareth —dije estrechando la y señalando a los chicos, ellos solo asintieron.
—Pero... ¿Cómo podriamos hablar con los que faltan sin que el clan se entere?, he visto que algunas familias están en contra de rebelarse, según sus palabras prefieren morir antes de rebelarse ante el clan —
—Tenemos que convencerlos, la mayoria no actuaria por el miedo que el clan a infundido —
—No te preocupes por ellos, lo que tenemos que hacer es hablar con todos aquellos que si quieren y obligáremos a los que no —decía Meredith decidida.
—¿Por qué está tan apresurado? —
El se acerca a mi y me dice.
—Se acerca una nueva ceremonia de espadas, escuche que van a estar todos los del primer y segundo rango además de los miembros que viven fuera del clan, creo que es una buena oportunidad de exterminarlos a todos de un solo golpe —
— ... —Me quede pensando—. Creo que esto deberíamos hablarlo en otro momento no sabemos quien nos este escuchando —
—Una ultima cosa, ¿cómo pudiste hipnotizarnos?
Siendo miembros del clan Grosvenor es imposible —preguntaba Iris.
—Bueno, algunos de nosotros tenemos poderes que sobrepasan el poder del clan, pero aún con ese no hemos podido liberarnos de su control —
Después de unos minutos decidimos irnos. Pero antes de poder reencontramos con nuestros compañeros se acercaron algunos guardias a nosotros y sujetaron a Clarion.
—Esperen, ¿qué hacen? —les preguntamos.
—Su amigo sera llevado por causar alboroto —
—Esperen no es su culpa, fue— Iris trataba de defenderlo.
—¡Silencio!, si no quieren que nos los llevemos a ustedes también —decía de manera amenazante, era muy obvio que esas personas que decían ser guardias eran miembros del clan para ser más especifica, eran mienbros de segundo rango.
Mire a los chicos y negué, ya que si intentábamos ayudarlo iba hacer más perjudicial para el y nosotros.
Solo vimos como se lo llevaban.
—Meredith dile a Clarion que después iremos a su casa, hablaremos luego — ella asintió e intercambiamos números.
—¿Creen que Clarion estará bien? —
—Iris, el no morirá, pero es muy probable que no regrese ileso —decía Zareth algo molesto.
Nosotros como tercer y cuarto rango teníamos prohibido hacer escandalo o llamarla atención, cualquiera que lo hiciera sería severamente castigado, y siempre consistían en castigos físicos, los cuales parecían tortura.
Así es como nos mantiene bajo control y además nuestros antepasados no eran tan fuertes como nosotros lo somos ahora.
Después de todo eso regresamos al colegio, nadie hablaba de nada, hasta que llego la hora de salida no dijimos nada ya que habíamos quedado en ir a la casa de Clarion en la noche.
— —
Horas más tarde.
—Mamá ya me voy —dije para dirigirme a la puerta.
—Hija por favor ve con cuidado, ahora que molestaron a los de segundo rango no sabemos lo que les harán —
—Lo sé, mamá iré con mucho cuidado y cualquier cosa te llamare —Mi madre se quedo muy preocupada.
Así salí de mi casa, le envié un mensaje a Iris y a Zareth para encontrarnos e ir juntos, pero me dijeron que se les iba hacer un poco tarde ya que tenían cosas que hacer así que decidí esperarlos.
Me quede en una esquina a una cuadra de la casa de Iris para esperarla y después de diez minutos unos chicos pasaron al lado mío, los reconocí ellos eran del cuarto rango.
Los salude y ellos me devolvieron el saludo, pero al otro lado venia un miembro de segundo rango ellos no lo reconocieron y solo pasaron de largo, ella al ver eso se enojo.
—¡Acaso ahora no saben saludar a sus superiores! —Ella estaba muy enojada saco su espada para intentar atacarlos.
—Lo sentimos señorita, no sabíamos que usted era un miembro superior, por favor perdónenos —dijeron para arrodillarse al suelo.
—Eso no los va a salvar —dijo para patear sus caras.
Quería ayudarlos, pero no podía ya que seguen las leyes del clan si algún miembro superior cree que los demás han hecho algo malo se les otorga el permiso de castigarlos como a ellos les plazca.
Ellos recibieron los golpes en silencio, ya que si nos quejábamos recibíamos un castigo peor.
Ella estaba por atacarlos con la espada.
—Señorita, creo que ellos ya aprendieron la lección, por favor perdónelos —dije interviniendo parándome delante de ellos.
~Ahora si estoy en problemas ~Pensé ya que tampoco podemos intervenir en los ''castigos que dan a otros miembros''.
—¿Quién eres?, ¿porqué intervienes en mi castigo? —
—Soy Ciara, miembro de tercer rango.
Intervine porqué el castigo de la señorita parece ser suficiente —
—Eso yo lo decido, así que muevete —dijo para empujarme.
Yo la detengo pero ella igual intento atacar a los chicos así que rápidamente invoque mi espada y de un movimiento su espada salio volando.
—¡Oh, no! — lo hice sin pensar.
De la nada, aparece alguien al frente mío y sujeto del cuello a ella.
—¿Quién te crees? —dijo la persona, se escuchaba muy enojada.
Rápidamente lo reconocí. —¿Maestro? —
—Hola Ara, al parecer estabas en problemas —
—Por favor déjela, va hacer el problemas más grande —