Dedos me tocan
Que me hacen suspirar
Que me protegen de todo daño.
Uñas que rasguñan
Manos que marcan
Piel virgen manchada por lo “mundano”.
Una explosión recorre nuestros cuerpos
Se estremecen
Brillan
Repercuten
Sensación de éxtasis efímero
Tacto etéreo.
Encajan como una llave y una puerta
Instinto de perpetuar lo nuestro.