~59~

Los días pasaron hasta que llegó el sábado, en el que a primera hora Eric y Claude habían desaparecido, con todos creyendo que los volverán a ver hasta el anochecer si la cosa marchaba bien.
Cosa que se hizo tan lejana que rápidamente se olvidaron de que existían.
-Jules respira- sonrió Klaus cuando ellos se habían ido al lago para estar solos.
-Tengo miedo y lo sabes. Es la primera vez que hacemos esto- contesto alarmado, se habían ido de los terrenos sin avisarle a nadie más que a Dastan y Amelie.
-Solo venimos a entrenar, si hiciéramos algo más Dastan hubiera venido- lo calmo.
-Tu cálmate, necesitas esto más que yo. Además tenemos que hablar y honestamente con tu padre eso se complica.
-Mas bien necesito despejar mi mente- soltó Jules con la mirada baja.
-Ten- le dió Klaus una espada con una sonrisa que decía más que solo esa acción. Cosa que hizo que Jules se perdiera en su rostro.
-Concentrate- sonrió Klaus y se alejo.
-Necesitamos a la próxima a Dastan- se quejo Jules saliendo del trance.
-Quiero que aprendas cosas que en Francia no te enseñan y Dastan lo único que haría sería hacer que eso se complicara.
-¿Cómo?
-Algo que para los de aquí sería muy mal visto o que no te enseñan tan bien. Honestamente mi padre antes de que me alejaran me enseñó mucho, me falta entrenamiento pero al llegar a Francia aprendo. Aunque no es lo mismo, así que estante atento a mis movimientos y como dirían aquí... En guardia- soltó Klaus y empezaron a pelear. Con la excepción de que Klaus cada vez que le enseñaba algo a Jules lo hacía algo lento para que notará el movimiento. Pero conforme la cosa avanzaba más, el aceleraba hasta que si no hubiera sido Jules quien iba a recibir el ataque, este hubiera hasta muerto al momento.
-¿Cómo es que...?- pregunto Jules cansado y en el piso, porque se olvidó que Klaus podía tirarlo con los pies.
-Concentrate- le ofreció la mano serio, evitando hacer algo indebido. Mientras que Jules lo sentía frío.
-Estoy cansado- cerró sus ojos.
-Tu hermano debe de estar igual o hasta peor. De seguro el está corriendo, saltando, trepando, peleando... Tu solamente estás en una pelea de espadas- soltó Klaus.
-Pero es contigo, sabes que aún me falta para alcanzarlos a ti y a Dastan mucho- dijo pensando en como cuando ya sentía que ya podía con ellos, ellos decidan hacerle la práctica más difícil o cambiaban algo.
-Jules, queremos que puedas defenderte. Uno nunca sabe a quien tendrá de enemigo. Honestamente si no fuera porque Eric es tu hermano, ya lo hubieras dejado muy mal parado desde hace mucho- admitió Klaus viendo cómo Jules al pelear con Eric, por miedo no da todo de si.
-Cambiemos de práctica, necesito algo que exija menos movimientos- pidió Jules.
-Que suerte que traje cuchillos- sonrió Klaus, recordando como cuando estaba preparando todo está así llevar o no cuchillos, cosa que terminó en un si algo inseguro.
-Iremos con esos para calentar, pero después quiero que practiques con rocas o cosas así. Te falta detallar algunas cosas- propuso Klaus y siguieron el plan. Aunque en si los cuchillos solo era para estar cerca uno del otro y para calmarse. Porque rápidamente la cosa cambio a aventar otras cosas como piedras al lago, para hacer que salten, cosa que rápidamente Jules entendió.

-Ya empezó a anochecer, ellos ya deben estar de camino y también demos cenar con tu padre- soltó Klaus viendo el atardecer cuando ambos ya estaban prácticamente viendo la naturaleza.
-¿Mañana se va a repetir?- pregunto Jules viendo al danes
-Tu padre ya no tendrá a Eric al lado, no lo se- contesto Klaus y se besaron.
-Vamonos, si seguimos postergando eso, dudo que lleguemos hoy- dijo Klaus nervioso cuando se habían separado.
-Vamonos- acepto Jules algo decaído.
-Sabes que aún nos veremos- sonrió Klaus viéndolo.
-Pero...- Si mañana todo marcha bien, invitamos a Dastan- propuso Klaus y Jules sonrió.
-Me gusta esa sonrisa- dijo Klaus y ambos partieron a toda prisa a su hogar.