Cinderella Story ~ El joven mosquetero

~71~

En la comida la cosa fue más tranquila, aunque Gustave solo miraba a sus hijos. Preguntándose porque eran tan diferentes y cada vez que los veía más se daba cuenta de más diferencias y cambios que les veía. 
En su última visita al pueblo, Eric se mostraba más creído que antes y hasta casi se peleaba con alguien en la taberna. Mientras que Jules cuando lo llevo meses atrás se sentía orgulloso de el, su educación, su inteligencia, sus habilidades para el habla y físicas. Aunque todo se arruinó en la taberna, pero no para causar una pelea física como Eric. Además de que cuando llevo a Eric se veía que si no lo hubieran calmado la cosa hubiera llegado a más, mientras que Jules decidió mejor salir del lugar antes de que la cosa se complicará.
Pero eso sí, Gustave no sabia porque pero Jules le daba más miedo que Eric. Cosa que hasta lo hacía sentir hasta incómodo y le costaba admitir, porque cuando Jules salió ese día de la taberna intimidó más que Eric cuando estaba a nada de pelearse con alguien. Cosa que era imposible, debía ser al revés. Pero no y no sabia que era eso que hacía que evitar una pelea sea más intimidante que estar a nada de estar en ella.

-¿Padre en qué piensa?- pregunto Jules después de un rato de ver a su padre viendo a sus hijos metido en su cabeza.
-En que haría si los perdiera a ambos aunque sea un día- respondió, cosa que era en parte verdad.
-Padre esperemos que no pase- le sonrió Jules para calmarlo.
-Ademas se dice que la guerra puede que ya esté por terminar- dijo Eric viendo su comida.
-¿Eso es posible?- pregunto Gustave sorprendido y Eric le contó lo que medio sabia sobre el tema. Aunque con un aire narcisista que terminó haciendo que su padre se preocupara de su hijo.

-¿Pierre crees que eso se pueda?- pregunto Gustave a su hijastro, el cuál estaba sirviéndole más agua.
-No sabría decirle, necesitaría más información. Puede que se trate de un simple rumor.
-No te fias de el- dijo Gustave decaído, ni el le creía últimamente a su hijo mayor.
-No- respondió Dastan sin dudar. Haciendo que Eric se molestará por su respuesta, pero en si nadie confiaba en Eric últimamente y hasta el se daba cuenta.
-Tendre que preguntar afuera entonces. Para no tener falsas ilusiones- concluyó Gustave.
-Padre si gustas...- no Eric. Iré yo solo- dijo Gustave con una sonrisa algo decaída y esperando que Jules quisiera ir. Pero dudaba que el lo dijera.
-Ire hoy mismo- dijo Gustave pensando en que era sábado.
-¿Regresara hoy, padre?- pregunto Jules viendo a su padre.
-No lo se Jules- admitió Gustave y el resto del desayuno pasó en silencio.
Y al término, Gustave prepararse para partir y seguir investigando de la guerra.

Y el resto del día Eric y Claude salieron, para que se pudiera planear bien la boda. Cosa que fue algo que Dastan le pidió a Claude y este aceptar, porque entendía el motivo de esa petición más que bien.
-Ya casi, hasta puede que está semana esté listo todo- se oyó a una de las cocineras.
-Te ves hermosa- dijo otra y en eso entraron los chicos.
-¿Donde siempre?- preguntaron trayendo la leña y ellas les asistieron.
-¿Cómo van?- pregunto Dastan tratando de ver.
-La próxima semana puede que ya sea el día- respondió una muy animada.
-Suena de maravilla- sonrió Jules.
-Pero mejor ayuden a qué Hugo no venga- pidieron ellas y los corrieron de la cocina.

-El pobre ya quiere ver a Amelie- dijo Jules pensando en como ellas llevaban desde el desayuno viendo eso.
-Dejalas, es de mala suerte que el novio vea a la novia lista antes de la boda- sonrió Dastan.
-¿Cómo lo sabes?- pregunto Jules sorprendido.
-Es una muy buena historia. Mis padres siempre contaban que antes de la boda mi padre salió en misión. Y durante la misión se vio lo del vestido, cuando llegó el vestido ya estaba listo- sonrió Dastan recordando como sus padres a la hora de dormir luego le contaban sus historias de pareja.
-Primero- dijo Jules quitándole la capucha y viendo a Dastan con una sonrisa perdido.
-La luz- cerró un ojo. Aún no se acostumbraba a sentir el sol.
-Ya te ves con mas color y mejor fisico- sonrió Jules.
-Si tu padre o Eric vieran esto...- puede que te tomen como alguien más. Aún te ven como alguien sin vida- lo calmo Jules recordando como Eric lo vio como alguien que no podria matar ni a un insecto.
-Y asi es mejor. Cuanto menos sepan de mi vida mejor- contesto Dastan sonriendo.
-Me sorprende como es que puedes ser el chico que veo cuando ese par está cerca y cuando estás lejos de ellos... Eres alguien que demuestra algo que solo he visto en nobles o príncipes- dijo Klaus recordando como Dastan podía pasar a ser alguien que hasta podría pasar por una estatua o un hombre tan viejo que la vida ya no valía para el. A ser alguien que podría tener un porte y una actitud que grite poder.
-Y Jules. De ser un buen hijo de Gustave a un mosquetero. Tu de mudo a alguien que habla de más y cuando no- lo empujó Dastan y casi lo tira.
-Deja eso. Mi padre es...- Jules paro apenado, recordando todas esas veces en que le demostró Gustave a el que eran de pensamientos distintos.
-Veamos a los caballos- soltó Klaus para alegrar el momento y fueron a los establos.
Aunque en si la visita fue para conversar y verlos. Hasta que oyeron que alguien llegaba y con caballos.



#18414 en Otros

En el texto hay: cenicienta, mosquetero

Editado: 19.04.2022

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