Extra~Paris

-¿Estás bien?- le pregunto Jules a su hermano cuando ya habían pasado unos días en París.
-Aun no me creo todo lo que vivimos- admitió viendo por la ventana a Dastan nervioso sentado en una fuente.
-¿Cuál es la que menos te la crees? Lo de La Cenicienta, tu de mosquetero o lo de padre.
-No sé cuál es peor en si. Pero algo me dice que ser un mosquetero fue lo mejor que me pudo haber pasado- sonrió Eric.
-Yo siento que el segundo matrimonio de padre fue bueno para nosotros- sonrió Jules.
-Puede que tengas razón. Aunque se ve que Dastan está muy nervioso.
-Recuerda que padre lo mantuvo escondido de todos por años.
-Me preocupa como a todos. Al menos ya todo termino y ahora falta que ustedes sean nombrados mosqueteros.
-Y que me dices de ti, vizconde.
-No merezco nada de esto- bajo la mirada Eric.
-Sabes que no es así, padre hizo todo eso. No tu.
-Debi abrir los ojos como tú, no hasta mucho después.
-Tu te llevabas con padre y yo con mamá. Era imposible- sonrió Jules.
-Aun asi- susurró Eric.
-Disfruta tu vida y deja de pensar en eso, si sigues así perderás mucho.
-Pero...- pero nada, ya me desesperaste. Solo te lamentas y sientes que no te mereces esto. Puede que sea verdad pero también, creo que en el año que no estuviste en casa tuviste lo que merecías de castigo.
-Mentira, Jules eso es mentira. Desde que llegue al campo hice amigos, conocí a Vainilla y habían veces que reía, me divertía...- pero otras dónde sufriste. Donde temias por tu vida, tienes aun el hombro mal. Deja de lamentarte- lo interrumpió Jules.
-Jules...- ambos ya sufrimos nuestro castigo, además con lo poco que he convivido con Odette algo me dice que ella podrá ser un dolor de cabeza de los buenos- sonrió Jules y Eric rio. Su amada luego tenía un carácter que era difícil pero a él le gustaba hasta verla enojada, aunque cuando estaba de buenas era como Vainilla.
-Se feliz Eric, todos te disculpamos. En si a quien costará perdonar es a padre, no a ti- sonrió Jules y lo abrazo.
-Me gustaría recuperar esos años perdidos dónde nos odiabamos- susurró Eric.
-Aun somos jóvenes, además algo me dice que nos veremos mas que seguido- rio Jules.
-Mejor apuremonos Dastan ya no está y eso significa que hay que correr para lo de los titulos- dijo Eric viendo por la ventana y ambos hermanos corrieron al salón del trono.

-Y con eso damos fin a los 2 títulos de hoy, felicidades- dijo un hombre cuando Dastan y Eric habían sellado los documentos.
-Felicidades caballeros- sonrió el rey. La historia de esa familia cuando la oyó lo sorprendido y deseo conocer a al chico que fue una Cenicienta.
-Gracias su majestad- se inclino Eric.
-¿Que piensa Conde de la Fère? Con todo lo que va a pasar entre hoy y mañana para usted creo que me gustaría saber que opina- miro el rey a Dastan.
-No tengo palabras su majestad- dijo Dastan tratando de calmarse.
-Tranquilo, sea valiente mi Conde de la Fère- dijo el rey deseando hablar con Dastan, pero sabía que era mejor esperar a que el chico esté listo.
-Usted también su majestad- se inclino Dastan.
-Tengo otras cosas que atender, nos vemos mañana- se despidió el rey y empezó a salir del salón.

-Tranquilo, tu historia creo que es muy llamativa. Además se cuanto te cuesta ser el centro de atención- lo calmo Eric.
-Dudo que sepas cómo es eso, tu padre te amaba. A mí me odiaba.
-Cuando estaba en el campo de batalla siempre evite que alguien supiera que era tu hermanastro. Creo que me costó un poco y más cuando contaban tu historia o ese cuento de hadas que creo que ya nos harto al menos a nosotros 2.
-Lo siento- susurró Dastan.
-No te disculpes no es tu culpa, cálmate Dastan. Mejor caminemos, al menos puede que eso nos calme a nosotros y veamos si cierto par nos hará compañía- sonrió Eric y Dastan acepto. Aunque al parecer tardaron más en salir del salón antes de encontrase con Jules, Klaus y Claude. Cosa que hizo que al final los 5 caminaran por los alrededores del castillo.

-¿Nerviosos?- pregunto Eric al ver a los demás nervioso cuando pasaron por el cuartel.
-¿Cómo fue tu nombramiento?- pregunto Jules viendo el cuartel.
-No solo fue para mí, fue para varios. Pero fue bueno que tuviera amigos a mi lado, fue cuando la cosa empezó a calmarse y empezaron a separarnos según el capitán veía conveniente- contó Eric sonriendo.
-Eric- oyeron una voz desde el cuartel y al buscar su dueño, vieron un grupo de hombres acercarse.
-Chicos- dijo Eric sorprendido.
-Aun te llamamos Eric o prefieres vizconde- se burló uno.
-No sé, como gusten.
-¿Donde anda tu yegua?- pregunto otro.
-¿Porque todos creen que Vainilla es mi novia?- pregunto hartado Eric al aire.
-Son tal para cual- sonrió Dastan.
-No te burles Dastan- dijo molesto Eric y sus amigos se sorprendieron.
-El gran Dastan Teyssier- dijo otro de los amigos de Eric sorprendido.
-¿Cómo que el gran?- pregunto Dastan sorprendido.
-Todos han oído de lo que hiciste de niño. En si en el cuartel corrió esa historia como pólvora, eras un niño cuando eso te paso. Mi más sentido pésame- respondió el segundo.
-No es nada, no logré mi cometido. Solo yo sobreviví esa vez.
-Solo alguien valiente podría hacer algo así y más a esa edad. Sabías los peligros y aún así lo hiciste- dijo el capitán asustando a todos.
-Capitan- dijeron los amigos de Eric asustados.
-Dastan ¿Cómo te sientes por tu nuevo título de noble?- pregunto el capitán para calmar la cosa.
-Aun no me la creo. Creía que solo aspiraría a barón o nada- bajo la mirada.
-Me gustaría ver cómo va tu esgrima. Ven y de paso les muestro el cuartel- sonrió el capitán y los llevo casi obligados al cuartel.
-Traigan unas espadas, quiero ver quién está peor- dijo el capitán cuando llegaron y en segundos tenía ya unas espadas listas.
-Elige Dastan- sonrió el capitán.
-No sé si es buena idea- dijo Dastan asustado.
-Tu puedes Dastan- lo animo Jules.
-Vamos Dastan no estás tan mal. Bueno en si están en forma- sonrió Klaus dejando a todos sorprendidos de su acento.
-Dastan si a mí me venciste esa vez. Dudo que no puedas con el capitan- dijo Eric recordando cuando lo amenazó.
-Dastan te irá bien. El capitán es viejo- dijo Claude y todos se asustaron de eso. Aunque el capitán se rió y más porque tomaba a Claude como un hijo o hasta como un amigo.
-En guardia- demandó el capitán y ataco a Dastan. Ataque que Dastan esquivo sin problemas.
-Ataca Dastan- pidió el capitán y Dastan se preparó para pelear de verdad. Recordando con eso cuando jugaba con Claude y cuando practicaba con su padre, Eugene o Travis.
-Vamos Dastan- gritaban los amigos y hermanastros de Dastan.
-Vamos capitán- gritaban los mosqueteros. Aunque la cosa termino con Dastan tirando al capitán y ponerle su espada en si cuello.