Desperté al escuchar voces,las delgadas paredes dejaban escuchar lo que decían.
Nada interesante.
Eso decían.
Eran la 08:04 y yo estaba extrañamente cansada pero volver a dormir no era una opción ya que el alumnado estaba reincorporándose para mañana comenzar las clases, me levante de la cama para ir la duchas, lo cierto es que me parecia demaciado incomodo tener que compartir duchas y baños con toda esta gente, al menos por ahora estaba resignada.
Las voces se escuchaban frente a mipuerta y de cierta forma temía algún tipo de novatada, como quiera revise el número de cuarto así como el croquis de la “zona residencial para damas de 2do año “ y mi neceser.
Suspire profundo y abrí la puerta.
Al mirar al frente vi que las voces que escuchaba estaban en el cuarto de enfrente y me tranquilice, cerré la puerta y caminé a las duchas. Ayer apenas había podido contemplar mi alrededor, un pasillo estrecho de paredes blancas, en el techo pequeños domos de cristal opaco dejaban entrar la luz natural iluminando todo.Había chicas y chicas llegando con equipaje, moviendo muebles y demás, note algunas miradas,pero fingí no percatarme.
Las duchas no eran cosa del otro mundo azulejo blanco y pequeños cubículos los cuales eran las regadera, unas bancas, lavabos y dos espejos de piso a techo.
Después de ducharme regrese a mi cuarto, no quería hacer nada pero tenía hambre.Me vesti con lo primero que vi, conecte mis audifonos y salí del cuarto.Apenas salir recordé que en realidad no tenía idea de donde estaba, volví a entrar y revise el croquis, mi cuarto estaba en el 3er piso de la residencia F2. cuarto 62 y el comedor estaba bajando las escaleras, planta baja.Me resultó extraño ya el día anterior no lo había visto, aunque realidad había dejado de prestar atención y solo seguí a la amable Gabriela.
Al ir bajando por las escaleras en forma de caracol, me encontré con que el techo que cubría esa superficie era otro domo de cristal con gardenias, en la primer planta al fin pude ver el comedor era enorme y al centro un domo igual al de la biblioteca, no sabía quién había diseñado este lugar pero es que simplemente era hermoso y delicado, el ambiente que creaba era sublime, entre las mesas habían pequeñas jardineras con gardenias floreciendo a más no poder. Además de que otras 11 escaleras desembocaban en el lugar, había una cocina por residencia y dos puertas de cristal y herreria con las mismas gardenas flotando en ellas, abiertas de par en par.
Aún había pocas personas,una vez con mi comida me senté cerca de una de esas puertas y al mirar solo podías observar árboles hasta donde la vista se perdía.
La comida en realidad no estaba nada mal, solo dejé mi bandeja y volví a subir a mi cuarto.
Entrar ahí era bastante desolado, tal vez era un desastre pero mi diva interior le pedía glamour y personalidad a ese espacio y así fue como volví a crear un desastre, de cierta forma el estar concentrada en cosas aunque fueran banales me permitían evadir lo triste y sola que me sentía.
Tocaron a mi puerta.
Editado: 21.02.2021