Despertar
ALGUNA VEZ han despertado con la rara sensación de escapar de un sueño, pero, realmente no escapas. Sólo te conectas a un sueño más y de nuevo a otro, como si formaras parte de una cadena interminable de sueños interconectados entre sí. Una cadena interminable de rastros en tu memoria, imágenes que nada tienen que ver con tu historia, saltos intermitentes, vacíos repentinos, secuencias irreconocibles, y aquel mundo de agua y vegetación que aparece y desaparece en una fotografía monocromática, un chico que llora bajo un cielo despejado, una familia que no recuerdas y un cubo de vidrio que se destroza.
¿Cómo reconocer la realidad, cómo saber que no estás dormido?
He vuelto a despertar de otro sueño, y estoy aquí. En este mundo al que llaman Cirox y aunque es un mundo desconocido se me hace tan natural, que puedo llamarlo: "hogar".
Cirox, el planeta errante. La leyenda cuenta que no era un planeta habitable, pero nuestra raza lo hizo posible. Hay inmensos rascacielos verdes cubiertos de Anu, una capa artificial a base de fibra de seda y con adición de cloroplastos que permiten el proceso de la fotosíntesis y así el abastecimiento de oxígeno. Las minas de agua y el proceso de terraformación han permitido nuestra supervivencia. Hay aproximadamente nueve millones de humanos en Cirox, el 72% de la población alojada en la periferia está condenada a la miseria, la enfermedad y al hambre en las minas de permafrost. El otro porcentaje está en el Esplendor, la ciudadela: científicos, intelectuales, artistas, militares y sujetos como yo, Los Novas, así se nos llama.
Todas las riquezas que se extraen de Cirox, se invierten en la defensa del planeta, un 30% se destina al holoespacio, una proyección holográfica a multiescala que nos oculta del Destructor; un 20% en armas de energía de cristales y el 50% restante en el proyecto Novum Genus que sólo busca la supervivencia de la humanidad.
ME LLAMO Alice Jonhson, soy, uno de los sujetos del Proyecto Novum Genus, una Novum. He despertado en Cirox, después de un proceso de Criogenización. Al parecer, es un proceso de depuración con un lapso de dos años. Durante este, nuestro cuerpo asimila la Ec-Nock, en un periodo primitivo. El efecto segundario es la pérdida de nuestros recuerdos, pero noblemente el programa nos los devuelve al despertar, usando nuestro dispositivo de personalidad y las cesiones psicoinducidas en el ala C, área de personalidad.
El brazalete sujeto a mi muñeca izquierda, mi All, una especie de dispositivo, que activa un visor holográfico en el ojo izquierdo, parece estar más al tanto de mí misma que mi propia persona.
Puedo operarlo de manera armónica como si lo hubiera hecho antes. Aunque es la primera vez que lo veo, parece algo a lo que estoy acostumbrada, como todo lo relacionado con Cirox y con el proyecto Novum Genus, He logrado leer algunos datos sobre mí misma en mi carta de presentación:
Nombre, Alice Johnson; terrícola, conocidos en Cirox como Avas; Ec-Nock, 8; edad, dieciséis años; estatura, uno setenta; color de cabello, rojizo; color de ojos, verde azul; escuadra, asignada a la escuadra A-6.
También puedo leer algunos datos sobre Cirox, el lugar donde me encuentro. Cirox, planeta base, designado a los de mi raza; once veces más grande que nuestro planeta madre, tierra, con un diámetro de 142.900 kilómetros y un volumen 1.300 veces mayor al de nuestro planeta natal.
En Cirox se nos educa y se monitorea la compatibilidad biológica de la Ec-Nock. En mi caso, Ec-Nock 8, una mejora implantada en nuestro ADN usando epigenomas alienígenas.
Hace un par de días me suspendieron de la Criogenización y me encuentro un poco mareada, como si me hubiera embriagado durante dos años, como si el mundo me diera vueltas. Siento nauseas, dolor en los huesos y un poco de fiebre. La doctora Ango dice que es normal que mi cuerpo presente estas condiciones, que aún no me adapto a las capacidades de mi cuerpo. En ocasiones, mi estomago se retuerce y debo correr al baño, pero no logro vomitar, sólo desalojo de mi interior, una larga baba viscosa que se escurre por mi lengua. Los síntomas han disminuido desde el tercer día, pero aún me afectan la movilidad.
Hace tres horas me trajeron a la Sala de Reconocimiento, el primer ejercicio fue el de respiración, estudiaron mi aparato circulatorio, la capacidad de mis pulmones, el tiempo que soporta mi cuerpo sin oxígeno y mi actividad cardíaca. Num, me dio un 8.
Ahora me dirijo a la prueba de coordinación, soy un tanto lenta y torpe por los mareos y ya estoy retrasada un par de minutos.
He intentado indagar en mi visor sobre nuestro origen, sobre mi planeta, pero hay poca información al respecto, al parecer fue destruido hace doscientos años por un cataclismo natural. No sé si aún queda algo de él.
Por lo poco que he leído sobre él, entiendo que era una especie de micro planeta, alojado en la dimensión Pi. Ubicado en la galaxia 5-69.X0, a la que los de mi raza llamaban vía láctea.
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Editado: 10.08.2018