BoxR tenía una espectacular fiesta en uno de los hoteles Prince de los que René era dueña. Siendo Carmen, la homenajeada de esa noche, por su inmenso valor. Por fin se había hecho justicia y los culpables habían sido condenados a cadena perpetua.
Luna Negra se había agotado por completo y se colocó en la posición número uno en la revista más vendida del año. En la recepción se encontraban muchos escritores famosos, otros no tanto y otros que aún no habían sido descubiertos. Directores de varias editoriales, de periódicos y varias celebridades del mundo literario.
En ese momento Sharaman tomó la palabra.
–Necesito su atención por favor.
Todos guardaron silencio.
–Es un honor tenerlos a todos aquí. A nuestros familiares, amigos, conocidos y miembros de este mundo que nos encanta como es la Literatura. Y es honor porque hace un tiempo atrás yo no conocía este mundo y tres mujeres me dieron la oportunidad de entrar en él y es lo mejor que le ha pasado a mi vida. Esas tres mujeres son mis heroínas. Con ustedes ¡Rachelle Rice! ¡René Roberts! ¡Roxanne Rains! ¡BoxR!
Las tres hicieron una entrada triunfal. Rachelle tenía un vestido palo de rosa sin tirantes, corsé tipo sirena, su cabello afro estaba suelto y lucía brillante; René tenía un vestido rojo de una sola manga, que se amoldaba a su cuerpo, su cabello estaba recogido en un tocado y varios rizos se habían escapado dándole un toque sexy. Por último Roxanne, llevaba un hermoso vestido blanco de tirantes y su cabello corto tenía unos rizos hechos a mano.
La multitud las recibió con un fuerte aplauso. Sharaman le dio el micrófono a Rachelle, esta se lo pasó a René y esta se lo pasó a Roxanne. La última las miró con cara de pocos amigos y esto ocasionó que el público estallara en risas.
–Gracias a todos por estar aquí, para nosotros como revista independiente es muy importante. Hemos crecido con el paso de los años, dando a entender que no nos rendiremos y que nuestra lucha continúa. Hasta que la dignidad se haga costumbre. Esperamos que puedan disfrutar de lo que tenemos esta noche para ustedes. Gracias.
Todos aplaudieron y prosiguieron a felicitarla. Roxanne se entretuvo hablando con algunos escritores jóvenes y no se había percatado de una insistente mirada.
Marcus Canady hizo su presencia logrando que todos estuvieran consternados. Aunque hubiese limpiado su nombre, la sombra de su desagradable familia lo acompañaba.
Roxanne se dio cuenta del rechazo hacia él y se acercó a él de inmediato.
–Hola–lo saludó–Gracias por venir.
Él suspiró y luego le sonrió–No sabía si venir o no y creo que fue mala idea.
–Pero Marcus tú eres inocente.
–Lo sé, pero no quiero incomodar a tus invitados.
Ella lo tomó de la mano y lo instó a pasar. Le hizo señas a René y a Rachelle y ambas arrastraron a sus novios al centro del salón. Estaba feliz porque Darian había decidido renunciar a ser mulsulmán o “dejarlo en pausa” como dice él para probar un noviazgo pleno con su amada. Roxanne le tenía mucha lástima a ese pobre hombre que no sabía con qué mujer se estaba metiendo.
Por el contrario, la pareja comprometida estaba feliz y en cuatro meses se estaría celebrando la boda Rachelle-Tonny. Su amiga no dejaba de mostrarles su hermoso anillo de compromiso y aunque ambas fingían estar hastiadas, tanto René como Roxanne estaban dichosas por su amiga.
–Roxanne los invitados están mirando mal a tu novio–le dijo René.
Esto ocasionó que Tonny y Darian se echaron a reír. Marcus sonrió avergonzado.
–Marcus no es mi novio René–le dijo esta furiosa–las llamé porque me gustaría que hablasen con él, para que las personas dejen de mirarlo así.
–Si no es tú novio ¿Que hacía mirándote como un idiota hace como media hora?–le preguntó René.
–Ya basta–le dijo Rachelle y ella le sonrió a Marcus–Bienvenido, puedes sentarte en la mesa con nosotros.
–Muchísimas gracias–le dijo este–pero antes esperaba robar unos minutos del tiempo de la señorita Rains.
René se echó a reír–”Señorita Rains” Puedes decir “Mi novia” estamos entre familia.
–Darian ¿Puedes llevarte a tu irritante mujer de aquí?–le pidió Roxanne.
–Claro cariño, tus deseos son órdenes para mí–le dijo este y se la llevó.
–Canady te esperamos en la mesa–le dijo Tonny y este asintió murmurando un “Gracias”.
Roxanne lo miró. Estaba guapo de traje completamente negro, tenía peinado su cabello hacia atrás y por alguna razón le gustaba cómo la miraba.
–Me preguntaba si te gustaría acompañarme pasado mañana a Colombia.
Ella alzó las cejas–¿ A Colombia?
–Sí, Cartagena de Indias. Hay un pueblo llamado San Basilio de Palenque, fue el primer pueblo libre de la esclavitud en toda América.
Roxanne no había escuchado nada semejante y le encantó.
–¿Qué dices? ¿Te gustaría venir conmigo?
–Sí, mil veces sí.