–¡Me niego rotundamente a realizar un acto anti-feminista!–expresó René a una muy hermosa Rachelle vestida de novia. Se encontraban en la boda de esta con Tonny, la cual había sido una recepción privada donde solo habían asistido familiares y unos cuantos amigos.
Rachelle quería tirar el ramo y sus dos mejores amigas se negaban a realizar aquel acto.
–Yo también me niego, pero debo expresar que considero que el feminismo es demasiado blanco porque mientras ellas luchaban por salir de la cocina, las negras queríamos salir de las plantaciones–comentó Roxanne mientras miraba a su novio, Marcus–¿Cierto mi amor?
–Totalmente preciosa, el feminismo es blanco–concordó Marcus.
–El feminismo es y será para las mujeres. Es bien cierto que como mujeres negras tenemos más luchas, pero son luchas feministas y detesto que dividan el feminismo–dijo René y Darian sonrió.
–Toda su conversación es super interesante–dijo este–pero Rachelle está a punto de llorar.
Ambas la miraron y esta tenía las lágrimas apunto de salir.
Tonny se acercó a ambas–Avísenme si le van arruinar la boda a mi esposa, partida de insensibles. Y se hacen llamar sus amigas.
Roxanne y René se pusieron de pie y fueron a abrazar a su amiga.
–Bueno ¡Vamos a ganarnos ese ramo!–exclamó René.
–¡Confío en ti princesa!–le gritó Darian y ella le dio una mirada asesina.
Rachelle se puso de espaldas y contó hasta tres. Aunque Roxanne no se esforzó lo más mínimo para atraparlo, cayó en sus manos.
–Gracias Rox, alguna tenía que sacrificarse a tal humillación–le dijo René–Que bueno que has sido tú.
–¿Cuándo será el día en que las mujeres dejen de ver el matrimonio como un premio?
Su amiga le sonrió–No estaremos aquí para ver eso.
Ambas vieron a Rachelle feliz y sonrieron de par en par.
FIN