EN EL PRESENTE
POV Amber
—Permanece en el coche, por favor.-Dije cuando Amber empezó a desabrocharse el cinturón de seguridad-.
—Pero
—Por favor. Solo serán diez minutos, lo prometo.
—Diez minutos, está bien?.-Suspiró-.
—Gracias.-Le sonreí, cerrando la puerta del coche con cuidado, y luego caminando hacia la casa de Carlos-.
Su jardín delantero era enorme, decorado profesionalmente con flores, que casi se caían de la valla. Tenía sentido ya que, su madre era florista, decoraba los jardines de los pueblos y vendía flores. Ella también fue la que decoró la tumba de Alex, hizo que se viera hermosa. Yo admiraba el jardín, mientras caminaba por el pequeño camino de rocas. Carlos sabía que yo iba a venir aquí porque él ya estaba de pie en la puerta, con ninguna emoción en su rostro. Su cabello estaba desordenado y él todavía estaba en pijama.
Me di la vuelta y le sonreí un poco a Jordán, haciéndole saber que todo estaba bien antes de entrar en la casa de Carlos. La sonrisa que yo tenía desapareció inmediatamente cuando Carlos cerró la puerta.
—Creo que Steven quiere matarme.-Quería ir al punto. No había suficiente tiempo para juegos, alguien me quería matar. Estaba en peligro-.
—No... no, no.-Vaciló-.
—Yo sé que él es tu primo Carlos, pero es una mala persona, tú sabes que él es! No puedes estar protegiéndolo.
— Él no te quiere matar, aunque, él está obsesionado contigo.-Me encogí de hombros, no estando de acuerdo con Carlos entonces saque mi teléfono y abrí el mensaje antes de mostrárselo a Carlos-.
— Mira.-Él tomo mi teléfono y comenzó a leer los mensajes anónimos frunciendo el ceño. Cuando terminó, me miró, y luego de vuelta en el mensaje y finalmente me miro y señaló a la pantalla-.
— ¿Crees que es Steven?.-Se preguntó. Tragué saliva y asentí con la cabeza-.
—Creo que es el que mató a Alex, ¿no?
—No. Tú sabes quién pienso yo que mato a Alex.-Dijo Carlos cerrando los ojos y mirando al suelo. Los volvió a abrir de forma rápida y gruñó-. Y está de pie detrás de la puerta en este momento.- Carlos abrió la puerta, empujándola contra la pared tan fuerte que la casa parecía temblar.
Jordán estaba allí de pie con las manos en los bolsillos, mirando hacia mí. Me agarró de la mano, entrelazando sus dedos con los míos, y tirando de mí hacia él-.
—Tenemos que irnos.-Susurró. Asentí con la cabeza, luego me volví a Carlos-.
—Lo siento...
—Tomas vendrá aquí de todos modos- sonrió débilmente, pero se notaba que estaba tratando de contener su ira.
Fue triste ver cómo estos dos chicos que solían ser casi hermanos, ahora se odiaban mutuamente. Yo no podía dejar de preguntarme si la culpa fue mía... Jordán me llevo hacia el coche, abrí la puerta y suavemente me senté y abroche el cinturón de seguridad pensando en lo que Carlos había dicho. ¿Por qué estaba siendo tan a la defensiva? Steven era el más probable que detrás de todo esto y él lo sabía. Tal vez él no quería meterse en problemas con su primo, pero él sabía lo que era capaz de hacer, él era un peligro para todos. Miré el reloj en el coche, eran las 4:14 pm y yo no había comido nada.
—¿Vamos a comer entonces?
—Suena bien, ¿A dónde quieres ir?
—Um, ¿Podemos ir a mi casa por un momento? Tengo que cambiarme de ropa y tu agarras tu chaqueta ahí de todos modos.-Le sonreí tratando de convencerlo-.
—Está bien.-Su mano se posó en mi rodilla mientras nos dirigíamos lentamente de regreso a mi casa-.
Esto no se sentía mal, me sentí muy... muy bien. Eché un vistazo a Jordán y vi que estaba sonriendo hacia mí, sus ojos marrones se centraron en mi rostro, no me hizo sentir incómoda, me hizo sentir segura. Yo le devolví la sonrisa a medida que se detuvo cerca de mi casa.
—Bien, voy a subir.-Le expliqué mientras corría por las escaleras una vez que entre en la casa-.Me voy a cambiar y luego bajo. Tu chaqueta está en la cocina.-Él asintió con la cabeza y entró a la cocina-.
Me fui a mi cuarto y comencé a cambiarme, olvidándome de los mensajes de texto anónimos que habían estado en mi mente todo el día. Mi mente quedó en Jordán. Había algo en él, algo intrigante. Cuando estoy cerca de él, me empiezo a sentir más feliz, más segura, empiezo a sentirme bien otra vez.
Me puse unos shorts de mezclilla y me puse una blusa color blanco. Justo cuando estaba a punto de salir de mi habitación sonó el teléfono. No pensé en nada, por lo que le contesté rápidamente.
— ¿Hola?.-Dije alegremente esperando que fuera Jordán desde la cocina diciéndome que me diera prisa-.