Henry
Suspiro profundamente frente a la puerta de la casa de Nicolás, extraño tanto a ese rubio, recuerdo que fue el primero que conocí en un festival de música country, desde ese día nos convertimos en hermanos de corazón, nunca habíamos peleado, pero pasó lo de la llega de las Dracul y todo cambió, yo cambie, ahora me encuentro frente a su casa sin saber que decir.
Antes de tocar lo pienso muy bien, es posible que Bárbara Dracul abra la puerta, por lo que sé están recién casados. Espero que no me abra, después de Katherine ella es la que más miedo da.
Doy tres toques a la puerta.
En cinco segundos se abre, pero no veo a nadie. Alguien se aclara la garganta, bajo la mirada lentamente para ver a una pequeña niña como de unos 6 años bastante rubia, mejillas sonrojadas, ojos azules como el mar, me mira seria sin decir palabra alguna, se nota que es hija de Bárbara y Nicolás.
Pregunto lo obvio.
Se cruza de brazos. Tiene la personalidad de su madre.
Me disculpo con ella.
Dice con orgullo sus dos apellidos.
Sigue mirándome con la misma seriedad cuando abrió la puerta, esta niña me ha puesto nervioso.
Pregunto al no recibir otra palabra de ella. Abre la boca para hablar, justo en ese momento una presencia se posa tras ella, no sé si mirar a otro lado al ver cómo me mira.
Se siente el odio hacia mí.
Se ha quedado pensativa.
Se hace a un lado tomando a su hija de la mano. Entro detallando un poco la casa, es más grande de lo que se ve.
Su voz retumba por todos lados.
Bastaron mili segundos para que llegara, se tensa al verme, es claro que no esperaba encontrarme aquí en su casa.
Necesito recuperarlos como sea, ellos son mi familia.
Mira a Bárbara.
Se fue junto a su hija.
Hablábamos mientras lo sigo a su despacho.
*
Nicolás me pasa el vino de sangre traído por la empleada que claramente es vampiro como todos nosotros. Me siento frente a él en un sillón cerca a unos instrumentos, ver eso me da tanta nostalgia, el grupo se acabó por mi culpa.
Su mirada es sin expresión.
Me sincero.