Odio el molesto sonido del despertador, es una jodida tortura escucharlo, pero tenía que levantarme para asistir a la academia.
Me arregle con el uniforme y baje a desayunar, mi mamá (o como yo le digo:Clarissa) siempre se va temprano; por lo que me extraño que ella se encontrara esperandome al pie de la escalera. Estaba apunto de casarse con un hombre al que aún no conocia de vista, simplemente lo veia en las revistas y debo admitir que es muy guapo.
– Katy tengo una noticia que darte. Se que te gusta estudiar aquí; pero ya es hora de irnos con Mike a su casa. Sabias que esto hiba a pasar.–
–¡WOW! Espera ¿¡¡Qué!! ? Si sabía pero habiamos acordado que terminaria el semestre y no estoy ni cerca de terminarlo ademas sabes que una vez pisemos esa casa la vida cambiara y seras parte del mundo del espectaculo y no solo tu sino tambien yo. No voy a tener la misma vida, el es un magnate multi billonario y pronto tendre que hacerme cargo de la empresa de mi padre.–
–No esta a discución Elizabeth, ademas no te dejare ser parte de la mierda de tu padre. Joe llegara a las dos de la tarde asi que sube a tu habitación y has tu maleta. –
–¿Quién carajos es Joe? –
–Joe sera tu nuevo chofer–
Sabia que de cualquier modo tendria que adaptarme a la nueva vida, aunque claro ni siquiera tenia amigos en la academia. No era como si me importara, pero en ese momento me estaba despidiendo de tener una vida normal. Para darle la bienvenida a la vida que ni siquiera queria. Tendría que adaptarme al precio que fuera. Eso sin contar que mi padre oculto durante años que era dueño de empresas que implicaban negocios y transacciones sucias, las cuales pronto pasarian a ser de mi propiedad.
–Vamos Elizabeth ¿Qué esperas? Desayunemos y luego de eso empacaremos. –
Ya no tengo más opción que aceptar lo que mi madre dice.
–Estoy en eso Clarissa. –
–Soy tu madre y no Clarissa–
–Si lo que digas–
Solto un suspiro que se notaba que guardaba desde ya hace algun tiempo.
–Sé que no es facil Katy, tampoco lo es para mi; pero realmente lo amo y eso tendria que ser suficiente. Además su hijo Alecxsander tiene 19 años y es un buen chico. –
Termine mi tostada y subí a mi habitación, no soporto que no tome en cuenta nada de lo que yo digo; jamas me dijo a mi que era una buena chica, ni siquiera llegaba a mis juntas ni al maldito dia de las madres. Ni siquiera se presento a mi graduación de secundaria. Ella no estaba cuando sucedio lo de mi padre, apuesto a que ni siquiera tiene idea de lo que eh vivido los ultimos 11 años.
No tengo ni maldita idea de el porqué me molesto en hacer las estupidas maletas. No quiero irme.
Se que no tengo mas opción que aceptar que Clarissa no me dejara en paz si no comienzo a hacer las maleta. Cerre el cerrojo y puse musica a todo volumen, lo suficiente para imaginar que realmente no me habia encerrado en estas malditas cuatro paredes.
Justo al dar el medio dia habia terminado de empacar. Realmente no era mucho lo que tenia. Tome mi iphone que dias atras Clarissa me habia regalado y salí por la ventana.
No tenia un rumbo fijo simplemente camine con mis casquillos puestos.
Tras estar caminando durante exactamente cuarenta minutos decidí ir por ultima vez a la cafeteria a la que mi padre le gustaba llevarme. Lo extraño demasiado, y la vida es tan miserable que me lo quito en menos de diez malditos segundos; llore hasta que me quede sin lagrimas, pasaron los años y Clarissa nunca pregunto sobre mi estado. simplemente continuo con su vida a tal grado que encontró con quien compartirla y a mi simplemente me dejo lejos. Hacia largos viajes de largas jornadas mientras que yo me quedaba con dos hombres cuidándome a todas horas. Y asi ah sido mi vida durante largos años; conforme pasaba el tiempo; a mi dejaba de importarme si realmente ella estaba o no estaba, y me dolia demasiado pero después de un rato te acostumbras a estar sola,
Mi celular sono y me asuste porque era ovio que no esperaba llamada de nadie hasta que ví la hora ¡MIERDA Y MÁS MIERDA!
–Katherine Elizabeth Cooper Sinkler, tienes diez minutos para ya estar aquí ni un momento más y ni uno menos–
– Si hola mamá yo estoy bien, nadie me asalto y tampoco me han violado–
-El tiempo corre Elizabeth y ya estas advertida-
Colgué y corrí lo más que mis pies podían correr, aunque a decir verdad no tenia ganas de llegar a tiempo; pero conociendo a Clarissa es capas de castigarme por el resto de mis días y aunque eso no me importaba, si me interesaba mantenerme lo mas alejada posible de la nueva familia de clarissa. asi que llegue justo en 8 minutos ya que casi ni siquiera había corrido demasiado lejos.
–Ya estoy aquí madre. –
–Que bueno, tus maletas ya están en la Limu, Joe ella es mi hija Katherine–
ese joe si que es muy guapo y se ve demasiado joven para estar trabajando en esto, apuesto que tiene veinte años a lo máximo.
– Hola señorita Katherine. –
– Hola Joe. –
No quería parecer mal educada ante ese apuesto chofer, así que por más que estuviera enojada no podía dejar pasar la oportunidad de hacer que nuestras manos se tocaran.
– Yo sere tu chofer personal y esta es tu nuevo transporte definitivo–
–Bravo Joe, y pensar que habías empezado genial–
–Cállate ya Katherine y sube al maldito auto–
–Lo que digas Clarissa–
–Deja de llamarme asi o... –
–Lo hare de todos modos en mi mente y cuando te presente, seras Clarissa así que acostúmbrate-
–Contigo no se puede llegar a ningún lado–
Subimos al auto y nos encaminamos a la espantosa mancion que se convertirá en mi maldito hogar y al cual no podía resistirme o intentar escapar.
opción 1: escapar a la media noche
Editado: 29.05.2019