Una frutuela salió velozmente volando por los aires y una flecha la atravesó cortándola en 2 perfectas mitades, Gría tomo una de ellas y la saboreó con gusto. Al ver la expresión en su rostro, Simppa tomo rápidamente la otra mitad y también la disfrutó en su boca.
- ¡Gracias Irrock! Tenía hambre… - dijo Gría con una sonrisa en su rostro al chico con el arco en la mano que había lanzado la flecha para rebanar la frutuela.
- No es nada- dijo con tono serio- pero tenemos que apurarnos, deberíamos estar preparando La Noche de Sombras como Natia dijo.
- Claro, “como Natia dijo”- imitó Simppa con tono juguetón mientras le daba un codazo a Eddo buscando complicidad.
- Au…- dijo Eddo, mientras nuevamente se concentraba en las notas de su libreta.
Irrock dirigió una mirada asesina a Simppa porque advirtió las intenciones de su comentario.
- Cálmense chicos…- dijo Gría intentando apaciguar el ambiente- Simppa no seas así con él, sabes que no le gusta que toquemos ese tema, ¿Verdad Irrock?
- No sé de qué tema hablas- dijo Irrock con un gesto de desagrado.
- De qué te gusta Natia…- dijo Eddo con desdén y todos se sorprendieron porque parecía que no prestaba atención.
- De qué te gusta MUCHO Natia.- amplifico Fuzza mientras continuaba haciendo flexiones en la rama de un árbol.
- De que la amas en secreto- dijo Gría.
- Y probablemente también la sueñas en secreto- dijo Simppa con un tono de humor.
- Eso es totalmente ridículo ¿La falta de comida les causa delirios?- dijo Irrock queriendo zafarse.
- Es otro él que está delirando…
- Pero de Amor- dijeron las chicas complementándose.
Se pudo observar un gesto nervioso en el rostro de Irrock antes de que dijera:
- Es suficiente, tenemos que irnos.- dijo mientras se pone ponía en marcha.
- ¡NEGACIÓN!- dijo Simppa riendo al mismo tiempo.
- Ya basta Simppa- replicó Gría impidiendo que continúe con algo que era delicado de tratar.
- ¿Fuzza puedes hacerme un favor?- dijo Irrock ignorando el comentario de Simppa.
- ¿Qué necesitas?
- ¿podrás cargar con Veltor hasta llegar a la ciudad? Es que su pata se dañó mientras perseguimos al Bajáli, es menor que no lo monte hasta que Natialett lo revise…
- Yo puedo curarlo sí quieres, Natia me estuvo enseñando técnicas de sanación- dijo Gría mientras hacía movimientos con sus manos y pronunciaba palabras incomprensibles, justo en aquel momento, levito a gran altura mientras gritaba del terror.
Los chicos vieron que su cuerpo se detuvo y se dispuso a caer, lo que pudo ser mortal, pero Simppa utilizó su habilidad y rápidamente se colocó debajo para poder atraparla en el momento justo.
Al abrir los ojos y notar que estaba a salvo Gría dijo con una sonrisa:
- Creo que no era de sanación, sino de levitación después de todo… Gracias Simppa.
- … - él solo sonrió y la bajó al suelo porque aún se encontraba en sus brazos.
- No te preocupes Gría- dijo Fuzza- no es problema, yo puedo con él- y se dirigió a la mascota de Irrock, le coloco un arnés y lo cargó en su espalda.
- Sí, es verdad- dijo Simppa- Fuzza puede, la he visto cargar con al menos dos de esas bestias en cada brazo, ella es sensacional.- mostró gran entusiasmo.
- Bien, todo listo, vamos, las nubes desaparecen, la Noche de Sombras pronto comenzará- concluyó Irrock.
El grupo comenzó a caminar, pero Gría se sentía desanimada.
- Creí que podía ayudar...- dijo Gría por lo bajo.
- No te preocupes, según mis cálculos, harás algo muy importante para el Resguardo Real pronto- le susurró Eddo.
- ¿De verdad?¿¡Cuándo!? – inquirió ella con asombro.
- En la Noche de Sombras- dijo él.
- ¡Sí!¡Lo sabía!- festejó ella, mostró nuevamente su espléndida sonrisa y comenzó a caminar muy animadamente.
…
Mientras tanto en las profundidades de la casa de Cristopher Tennyson, las hermosísimas Áladas preparaban un banquete para su creador, quién se encontraba en el sótano inmerso en sus experimentos, había avanzado, pero aún no encontraba la fórmula correcta. Su máquina no le proporcionaba los resultados exactos y el genio empezaba a ofuscarse.
- ¿¡Qué es lo que necesitas para funcionar bendita creación!? Ya lo he combinado todo- decía el Moäri mientras comenzaba a caminar por el lugar- quiero que sepas que Cristopher Tennyson no es cualquier ser débil e inexperto, tampoco se rinde, y mucho menos cómete errores sin soluciones, así que si quieres jugar ese juego, jugaremos, pero te advierto que perderás.
Habrá quienes digan que Cristopher Tennyson era un loco por hablar y discutir tan acaloradamente con una máquina, pero muy pocos se ponen en su lugar, muy pocos sienten empatía por él. No es fácil, para nada fácil vivir su vida, una vida que dio un giro rotundo por las propias consecuencias de trabajar en lo que es su pasión, nadie es dueño de elegir su cuerpo, pero se acepta y se le toma cariño durante toda una vida con él, Cristopher estaba condenado a vivir otra vida distinta, quien fue alguna vez ya no estaba, y extrañaba eso. Le parecía sofocante todo ese pelaje, todo ese hedor, aquella forma de sus manos, le frustraba no poder verse el rostro y no encontrar soluciones a esas circunstancias tan desesperantes, le costaba creer que había algo que no era capaz de lograr, de cambiar, de reparar, ese era un golpe duro a su ego. ¿Quién era él si no tenía todas las respuestas? No podía vivir bajo esa forma que no era la suya, cada vez que entraba a ese laboratorio deseaba salir siendo distinto, siendo el mismo, pero cada día que seguía igual era un día lleno de fracaso y solo fracaso. Nadie puede saber eso al evaluar el carácter de Tennyson, y es por eso que lo consideran un completo egoísta. Pero aunque demuestra quererse mucho a sí mismo en el fondo resulta ser muy autocrítico y exigente, guarda mucho dolor y fracaso dentro de sí.