Cleventine 1: Realidad y Ficción

1x11. Mala actitud

 

1º LIBRO – Realidad y Ficción

11.

Mala actitud

 

Llegó la última hora de clase del día, que era gimnasia. Todos los alumnos de la clase 2-A, vestidos con el chándal reglamentario, salieron de sus respectivos vestuarios hacia la piscina cubierta, para salir desde ahí al campo de atletismo. Mientras esperaban a que llegase la profesora de gimnasia, todos se dividieron en grupos para charlar en torno al campo.

Cleven estaba con Raven, sentada en un muro que separaba el lugar de una zona arbolada, bajo el sol. Nakuru, por su parte, estaba acabando de hablar con una compañera de clase que también era miembro del periódico del instituto, aclarando qué artículos escribiría cada una para la primera publicación del curso. Cuando hubo acabado, fue a reunirse con sus dos amigas, pero de pronto un brazo se posó sobre sus hombros, obligándola a girar sobre sus talones, y se quedó pegada al cuerpo de Drasik, aturdida.

—¿Qué haces? —masculló Nakuru, molesta.

—Suna-chan... —murmuró él, cerrando los ojos con gran drama—. Ibas a tropezarte con esa piedra —le señaló hacia el suelo, donde había una piedra enana, del tamaño de una uva—. Pero tranquila, aquí estoy yo para salvarte. No hace falta que me lo agradezcas, me conformaré con un beso...

¡Pum!

—¡Bugh!

Nakuru le había dado un codazo en el estómago.

—Deja de hacer el payaso —le gruñó mientras se alejaba de él.

—Esperagh... —jadeó con un brazo en el vientre y con el otro alzado hacia la chica, doblado por la mitad—. Era broma... Tengo que decirte algo importante... uh...

—Sí, claro —pasó de él.

—Sam ya tiene noticias —dijo entonces, mientras intentaba incorporarse.

—¿¡Cómo!?

—¡Ogh!

Nakuru se había abalanzado contra él con brusquedad, agarrándolo por los hombros.

—¿Qué te ha dicho? ¿Dónde está Kyo? ¿Está bien?

—¡Sí, venga! Cuando se trata de Kyo te preocupas, y cuando soy yo, que me parta un rayo, ¿no? —protestó Drasik, ofendido.

—Por supuesto, tú sólo eres el idiota del grupo. Dispara de una vez.

—No, si no he hablado con él. Durante el cambio de clase de después del recreo, salí un momento para ir al baño y me crucé con Denzel en el pasillo. Me comunicó que Sam me había estado buscando poco antes de acabar el recreo, pero yo entonces estaba en la reunión con el equipo, por lo que no he hablado con él todavía.

—¿Te estaba buscando a ti? —frunció el ceño—. ¿Y por qué no a mí? Soy tu superiora. Soy tres meses mayor que tú.

—Supongo que es porque Sam quiere que yo se lo comunique a Raijin.

—¿Y por qué tú?

—Porque vivo en el mismo edificio que Raijin, somos vecinos, ¿recuerdas? Por eso es más fácil que sea yo quien le pase la información en persona, ya que seguimos sin poder hacer uso de los teléfonos por si la MRS nos los han pinchado.

—En fin, los dos buscaremos a Sam después de la clase, yo también quiero enterarme.

En ese momento llegó la profesora de gimnasia, silbando con su pito para llamar la atención de todo el mundo. Todos se pusieron frente a la mujer guardando silencio.

—Bien, chicos —dijo entonces la profesora, sacando un cuaderno de su maleta deportiva—. Hoy me tenéis que decir, aquellos que queráis, a qué club deportivo queréis apuntaros este año. Sé que algunos de vosotros ya estáis en algún equipo, y por supuesto podéis elegir otra actividad, y los demás que quieran empezar un deporte este año, decídmelo ahora.

Lo chicos y chicas empezaron a hablar entre ellos, comentando unos con otros lo que iban a hacer. La mujer comenzó a nombrarlos al azar mientras apuntaba en su cuaderno. Cuando llegó a Cleven, esta levantó la mano.

—A natación —contestó.

Raven la miró con sorpresa, mientras la profesora seguía con la lista.

—Cleven, ¿te vas a apuntar a natación? ¿Y eso?

—Me encanta la natación, el año pasado no pude apuntarme porque mi padre me obligó a ir a esos cursillos de refuerzo... —titubeó un momento, no quería delatar lo mala estudiante que era—… muchos cursillos de refuerzo… —murmuró.

—No sabía que te gustase ese deporte —le sonrió.

—Desde pequeña, no sé por qué, me encanta el agua —le explicó.

Nakuru, que estaba cerca de ella, la observó durante unos segundos un poco preocupada. Al oír a Cleven decir que sentía fascinación por el agua, se le vinieron a la memoria ciertos recuerdos del pasado, los cuales Cleven ya no tenía, y eso preocupaba a Nakuru por la idea de que, tal vez, volver a hacer una actividad como la natación pudiera revivir alguno de esos recuerdos sepultados.

Por otra parte, Drasik entornó los ojos hacia Cleven, con una maliciosa sonrisa. Nakuru se dio cuenta de ello al instante.

—Drasik, no —le dijo secamente.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.