Capítulo 2

Instituto Foldi Elemek

Liam Bennett

Creo que lo único bueno por ahora, es que terminó esta clase.

Estábamos en deportes, pero el maestro es todo lo malo que puede haber en este ya podrido mundo, al menos para las chicas porque a los hombres les hace todo tipo de ejercicios de resistencia como lo es dar muchas vueltas al estadio, luego haciendo estocadas por otro buen periodo de tiempo y más, pero con las mujeres es otro caso, a ellas les hace elegir un deporte cualquiera y que jueguen. Pero no solo así, él solo se sienta para verlas jugar, y se deleita toda la clase en eso, y como las chicas solo se concentran en jugar, ni siquiera lo notan.

He intentado quejarme con los rectores de mi departamento, pero solo me dicen que “hasta que una de las chicas se queje y haya pruebas no podremos hacer nada” pero no solo es por el visible acoso ¡ES PORQUE NO LES HACE HACER EJERCICIO Y A NOSOTROS SI! Eso sí es injusto.

- ¿Ahora qué te pasa? -preguntó Lisa de pronto, asustándome.

-Nada…, es solo que ese maestro me tiene harto… ¿Cómo es que ustedes no se dan cuenta? ¿Y por qué debo hacer ejercicio, pero tú no? -pregunté exasperado mientras me secaba mi cabello húmedo con fuerza.

-Ya sabes cómo son las chicas…, son muy competitivas y simplemente no notan esas cosas. Se concentran mucho en que sus respectivos equipos ganen, no podemos culparlas…, y lo otro… al menos a mí no me molesta no tener que hacer ejercicio Jajaja -terminó por reír y yo solo atiné a mirarla con reproche.

Dejé mi cabello un poco húmedo y sin peinar. Ya me había cambiado, pero todavía tenía demasiado calor por lo que dejé mi pelo así.

- ¿No te terminarás de secar el pelo? -pregunto Lisa con brazos cruzados.

-Ya sabes…, estoy tan concentrado en intentar pasar el calor que no noto mi pelo húmedo, además, los hombres no necesitamos hacer eso… y no me molesta -sonreí con sarcasmo.

-Enserio… ya deja ese tema… -suspiró- al menos ponte tu abrigo, podrías coger un resfrío.

-No quiero, todavía tengo calor asique me quedaré así, cuando me dé frio me lo pondré… -la miré con duda- …por casualidad ¿Sabes que es lo que nos toca ahora?

-En serio debes aprenderte el horario porque yo no soy tu asistente -la miré con una ceja alzada y una sonrisa ladina- bien… -resopló- nos toca… “estudio de los ancestros”.

- ¡Genial! -grité con sarcasmo- sabremos más sobre nuestros antepasados del agua ¿No te parece interesante? Sabremos sobre que pez fundó nuestro elemento y el padre pescado del océano.

-No hables de esa forma…, algún maestro podría oírte -miró a todas partes de forma cautelosa- creí que esa materia te interesaba…, en especial por los proyectos de campo que se nos encargaban.

-Eso era antes…, en esa clase no vemos nada de eso. Hablan y hablan de peces, como si ellos fueran el mismo espíritu del agua, cosa que no es así… -refuté con molestia.

- ¿Espíritu del agua? JAJAJA no puede ser JAJAJAJA -de la nada explotó en risas, causándole dolor en el estómago.

- ¿Qué te causa tanta risa? -la miré con molestia y mis brazos cruzados.

-JAJAJA Liam… -fingió limpiarse una lágrima- ¿un espíritu del agua? Eso no existe ¿de dónde sacas tanta imaginación?

-No es inventado… es de… un libro… -respondí incómodo.

- ¿Qué libro? Dime para buscarlo… JAJAJA… un espíritu… que cosas inventas Liam -con eso se adelantó, aún mientras se reía de mí.

Caminamos por un rato. Era el receso asique solo hacíamos tiempo para nuestra siguiente clase, pasamos a la biblioteca a pedir prestados unos libros que necesitábamos, luego sonó el timbre, pero en el camino de vuelta nos encontramos con el maestro de esa misma materia, asique lo acompañamos, pero durante todo el camino iba maldiciendo por lo bajo.

-Esos insolentes… -habló entre dientes.

-Profesor Zen… -comenzó Lisa de forma cautelosa- ¿Le sucede algo? ¿Por qué está tan molesto?

-Los alumnos de Fuego…, son tan engreídos, impacientes y falta de respeto -gruñó.

- ¿Los alumnos de Fuego? -pregunté con burla, recibiendo una mirada molesta por parte de ambos- ¿Qué hicieron ahora? Pero por sobre todo… Si tanto les molestan esos alumnos… ¿Por qué habla con ellos para empezar? -suspiré con aburrimiento.

Este es de los mismos perros que ladran, pero no muerden…

-Una molesta jovencita me empujó con su hombro mientras caminaba –le contestó a Lisa, ignorándome por completo- esos chicos siempre son tan molestos, y luego se le unió otro joven, amenazándome con su estatus ¡QUE POCA CONSIENCIA CON LOS MAYORES! -bramó de pronto, de hecho, Lisa y yo quedamos muy sorprendidos por ese grito repentino.

-Pero profesor…, no se altere -calmó ella- tal vez fue un malentendido entre todos…, no se lo tome personal… Usted sabe que los alumnos suelen estar un poco… -meditó un poco- exaltados, en especial con todas las materias, no se lo tome tan a pecho…

Yo no me molestaría en tenerle tanta paciencia, este viejo siempre es dramático cuando le ocurre algo…, yo no me fiaría mucho.