— ¿Emma estás aquí? — Pregunto Jack tocando la puerta del laboratorio, la joven se había quedado toda la noche en aquel lugar estudiando la sangre del joven, como había descubierto lo que hizo aquel frasco con sangre que tenía algo de sus ojos no dejaba de ver y estudiar, incluso saco de su sangre propia para irla estudiando con la de él.
— Claro Jack, estoy aquí — Dijo la joven y en eso la puerta se abrió y dejo ver a Jack.
— ¿Sabes? no me siento bien y no sé qué pasa Emma — Dijo él.
La joven se levantó del bancos en donde estaba sentada y estudiando aquellas muestras de sangre, se dirigió hasta el, toco su frente y estaba a temperatura normal.
— Ven — Dijo ella muy gentil tomandolo de la mano todo estará bien — acuéstate acá — Ella lo guío hasta la camilla en donde él se acostó ella lo ayudo a subir en al camilla y le puso el termómetro — espérame aquí — Le Dijo mientras salía por una jeringas apagó la luz para que nadie entrará al laboratorio y viera a Jack.
La suerte de aquel laboratorio es que en cada habitación de estudios tenía una o dos camillas para hacer estudios con personas, la joven sabía que Jack teme de que lo tomen como ratón de laboratorio, él como científicos estudia a las personas y se imagina lo que las personas debe sentir cuando le ponen todas esas agujas.
La joven llegó al laboratorio con las agujas, la jóven se devolvió a cerrar las puertas de dónde tomo las agujas, cerró la puerta con seguro y fue con Jack, se acercó a él y le quito el termómetro, volvió a tocar su frente pero no estaba caliente, miró el termómetro y está hacía ver qué si estaba con fiebre, Emma sabía que si eso era lo que se estaba imaginado Jack podría estar en peligro, lo contenía en su sangre ahora le estaba pasando factura ese anticuerpo extraño se estaba multiplicando.
— Jack estira tu mano — Él asintió y le tendió su mano, ella se la tomo y le coloco el catéter y empezó a succionar sangre en su otro brazo le coloco el suero para que no se debilitará — Jack si te sientes mareado debes decirme — Dijo ella y él asintió, ella lo miró mientras acariciaba su cabello a lo que él sonrió y cerró sus ojos.
Le quito la aguja que succionaba su sangre y le dejo la del suero y procedío a darle las medicinas para la fiebre. La chica sabía que él estaba ya muy mal, no entendía porque se ponía cada vez más peor, la mañana de ayer él estaba bien, todo empeoró cuando descubrieron lo que había en su sangre.
— Sé que jure que esto no saldría de los dos Jack, pero mi padre nos podría ayudar — Él la miró cansado y devolvió su vista a la pared, se veía cansado, sus ojos los cerraba y los abría.
— No se emma y si me hacen algo o si alguien más que no sea tu padre se entera, ¿yo que voy hacer? me van hacer experimentos a mi a un científico no emma esto lo tendrás que resolver tú, por favor —Los ojos de él la miraron suplicante.
— Está bien — Asintió y fue a seguir estudiando los frascos de sangre y empezó el procedimiento para averiguar que le causaba su males después de unas medias hora Jack se encontraba dormido y el celular sonó y ella contesto.
— Papá ¿Que pasa? — Contesto la joven.
— Emma cariño ¿Donde estás? Volví a casa — Dijo su padre.
— Yo... — La joven no sabía que decir, nunca le había metido a su padre.
— Emma ¿donde carajos estás metida? — Le habló su padre.
— En el laboratorio — Dijo ella al fin — Estoy trabajando papá.
— Bueno abreme la puerta — Su padre estaba ahí, estaba tras esa puerta..
— ¿Que? no, no puedes pasar — Dijo la joven y colgó el teléfono y eso la puerta fue tocada — Hay dios ahora qué hago — Susurro y miró a Jack quien seguía dormido, estaba sudando.
— Emma — La voz de Jack la saco de sus pensamientos y ella lo miró.
— Hola — Ella se acercó a él y miró a la puerta en donde su padre seguía tocando.
— ¿Pasa algo? — Pregunto él.
— Papá está afuera.
— Emma no me siento muy bien — Dijo un poco débil y cerró sus ojos.
— Jack no, no me hagas esto Jack — Decía la chica mientras intentaba despertar al joven quien se veía inconsciente, suspirando fue y abrió la puerta a su padre quien estaba enojado.
— Emma te he dicho que no juegues a las escondidas conmigo... — Decía mientras entraban y veía donde estaba Jack — ¿Qué pasa aquí? — Pregunto arreglándose la bata y acercándose donde donde Jack — Está inconsciente.
— Es Jack, el día de ayer le encontré un anticuerpo extraño y ahora se está multiplicando — Le respondió — Papá nadie te vio entrar ¿cierto?
— No — Dijo Mientras tomaba un banquillo y se sentaba enfrente de Jack — ¿Ya tomaste las muestras de sangre? — Preguntó y levantó su mano para tocar la frente de él — O tiene fiebre y suda mucho — Dijo.
— Si padre, ya tomé varias muestras — Respondió ella y se acercó al joven.
— ¿Cuánto lleva así? — Pregunto mientras miraba a Jack.
— No lo sé, llegó hace rato muy mal— Respondió Emma.
— Está bien — Él asintió — Déjame ver los resultados.
— Si papá — Ella va tras los resultados y regresa, su padre toma los resultados y le hecha un vistazo, sus avellanas ojos se abrieron sorprendido y preocupado — papá ¿Es grave? No pude descifrar que es lo que tiene, se que es malo pero no sé aún.
— No hija, no es grave — Dijo su padre.
— Papá — Ella llamo y él la miró — sabes que no debes mentirme, Así que quiero saber ¿Que es lo que tiene?
— Es solo una multiplicación de defensa, hicistes bien en sacarle sangre era un colapso lo que el estaba presentando eres toda una científica esto no lo debe saber nadie — Dijo él.
— Si papá — Le respondió — Padre ¿como está Sam? — Le pregunto preocupada, no iría más a la universidad hasta el día de la graduación.
— Creo que está bien, no he ido a la universidad — Respondió su padre — Se que caerá en tus manos hija, podrías salvarla — Ella asintió mientras le metía el termómetro de nuevo a Jack en su boca.