Colores diferentes

Capítulo 3

Me daba la impresión de que Tom estaba detrás de todo esto. No lo habia vuelto a ver desde aquél misterioso día, es decir, desde hace dos días. Ya había oscurecido, la fiesta de Félix seguramente había iniciado, mi madre me dió permiso de ir, pero no estoy segura con que me vaya a encontrar ahí. Termino de convencerme al rato, tomo una ducha, me visto y salgo de casa para ir a la fiesta que es en unos de los lugares más lujosos de la ciudad. Tardo treinta minutos en llegar y lo primero que observo en una fila para entrar. La música electrónica se escuchaba fuerte desde afuera, no imaginaba como sería adentro. 

—¿Estás invitada? —preguntó el hombre alto y musculoso de la entrada. 

—Sí.

—¿Nombre? 

—Kalye Julson.

El hombre tardó varios minutos buscándome en la lista. Finalmente me encontró y pude pasar. Hay varios chicos de 10° en la primera sala hablando de cómics y Marvel. En la siguiente está una mesa larga con comida y bebidas. Veo atrás de la mesa y ya está tirada una chica ebria, seguramente llegó temprano. Sigo caminando y la música se intensifica mucho más, las luces pegan a mi cara, están por todos lados. Todos bailan, saltan, hablan a gritos, intento pasar por la multitud, pero quedo atrapada en el medio del embotellamiento. No veo a Félix, intento empujar a las personas y solo así llegó al otro lado del salón. Casi todo el colegio está aquí. Sigo aún sin ver a Félix. Veo a una chica muy parecida a Mily sentada junto a dos chicos. Me acerco un poco y confirmo, es ella. Me detengo justo delante de ellos y cruzo mis brazos, Mily se asusta y se queda sorprendida al verme. 

—Me dijiste que no ibas a venir —dije un poco enfadada.

Mily no dice nada, hace una seña con su mano y los chicos se retiran inmediatamente. 

—No deberías estar aquí.

—Ya lo estoy.

—No, no, no deberías —empieza a reír como una maniática —. Yo sí, yo puedo, tú no. 

—¿Por qué? 

—¡Porque yo no estoy enamorada de Félix! —alzó su voz.

No digo nada, solo me quedo observándola. 

—¿Acaso estás ebria? 

—¡No! Shhhhh —ríe.

Mira al techo y ríe cada vez más fuerte. Siento su apestoso olor a alcohol. 

—Mily —agarro sus hombros y la agito —. ¿Te drogaste? 

—No debes ver a Félix con esa chica. 

Quiero preguntarle a quien se refiere, pero intento preocuparme más por ella, jamás la había visto en ese estado. Sigo agitandola para que reaccione. Solo mira al techo y ríe sin parar mientras hace incapié en que me vaya.

—Creo que te divertiste mucho, mejor vamos a casa.

—¡No! ¡Suéltame! Déjame en paz.

—¡No puedo dejarte así!

—¡Vete, déjame tranquila! 

La suelto, respiro e intento no explotar de rabia. 

—Bien, como quieras.

Me marcho molesta, aunque sé que es solo el efecto del alcohol y las drogas que la hacen actuar de esa manera. Intento nuevamente atravesar el río de personas bailando, llego a las escaleras, subo rápido, cruzo a un pasillo largo donde están varias parejas besandose y tocandose, escucho varios susurros, pero la música no me deja diferenciar si son de hombre o mujer. Entro a unos de los cuartos y me encuentro a Félix besandose con un chico de su mismo año, miró al otro extremo y veo una chica tirada en el piso, todos están muy ebrios como para reconocerme. 

Silencio. 

No sabía que Félix fuese bisexual. 

—¡Hey! ¡Hija de puta! ¡Vete de aquí! —exclamó él.

Se quedan viéndome. Doy media vuelta y salgo. Toda la fiesta se estaba descontrolando. Sigo caminando por el pasillo hasta llegar a un balcón, al final de este, no habían personas. Me acerco a la barandilla y miro hacia abajo, la temperatura disminuye cada vez más. Mi manos se empiezan a congelar. Escucho unos pasos detrás de mí, volteó a ver de inmediato. Veo un chico con un suéter y la capucha cubriendo su cabeza. No logró detallar, siento que ya estoy muerta, el asesino ha venido por mí. Doy unos pasos hacía atrás, pero choco con la baranda. 

—¿Ya me tienes miedo? —preguntó el chico misterioso.

No digo nada, solo quedó ahí, inmóvil.

—Vamos Sofía. 

¿Cómo sabe mi nombre? 

—Soy yo.

Se quita la capucha.

—Soy Tom.

—Mal-di-to hijo de... ¿Estás loco? Me has dado un susto.

—¿Creías que te vendría a matar?

—Algo así.

Empieza a reír.

Idiota. Escapo de Tom mientras el continúa siguiéndome. Vuelvo a caminar por todo el pasillo, bajo las escaleras y veo que Félix está en la pista de baile con un par de chicas, no le presto atención y sigo caminando hasta llegar hacia el otro lado. Veo que un chico de cabello largo hasta la altura de sus ojos, alto y moreno, sale de una habitación mientras que otros chicos los persiguen y gritan, por lo que logro escuchar dicen « Bobby». 

¿Será ese tal Bobby Pull?

Las luces se descontrolan, miro a todos lados y me doy cuenta de que vuelan por todos lados mini banderas LGTB. Me agacho y tomo una. La observo, veo que es solo una banderita, le doy vuelta, tiene algo escrito atrás. 

Félix Cumpleaños.

Estamos orgullosos de tí.

Grupo x.

Me quedo inmóvil, miro hacia donde está Félix y veo que no hace nada. Siento un fuerte jalón, me volteo y Tom tiene mi mano agarrada. El chico tiene una gran cara de preocupación, yo solo me quedo mirándolo. Las personas empiezan a reaccionar y a preguntarse sobre lo que acaba de suceder. La música volvió, pero nadie le está prestando atención, solo susurran y leen aquellas banderitas. La fiesta cada vez más llega al segundo acto. 

—Hay que irnos —suplica Tom.

Levanto las cejas. 

—No. Quiero ver que sucede.

La música está cada vez más alta. Volteó a ver a Félix y el chico ya se está empezando a poner furioso.

—¿Acaso quieres quedarte ver el desastre que se aproxima? 

Veo de nuevo a Tom.



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En el texto hay: adolescencia, amistad, acosoescolar

Editado: 08.08.2022

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