—A mí me gustan mayores, de esos que llaman señores...
Tarareo sin parar mientras levanto el volumen de mi radio. Me encanta esa canción.
Me vuelvo a seguir ordenando todo. En ese instante, escucho que Dash se asoma por la puerta de mi cuarto.
—¿Qué cantas? —pregunta enarcando la ceja.
—Un reggaetón que está de moda.
—Vaya mierda de gustos que tienes —dice con su típico gesto de que le apesta todo.
¡De nuevo la burra al trigo! ¿Por qué siempre tiene que meterse con mis gustos? Pero, antes de que se retire, pienso darle mi contraataque.
—Pues mi gusto no es tan mierda —digo de manera inocente mientras me acerco a él. Lo observo de forma penetrante y con cara divertida.
—¿Qué pasa? ¿Por qué me miras así? —me interroga dubitativo.
—Porque me gustas tú... —digo empinándome para estar a su estatura. Vaya que es alto—. Y esa canción te la dedico a ti.
Una gota de sudor baja por su frente. No puedo evitar carcajearme por su reacción.
¡Siiiií! Esta vez he ganado la batalla. Eli 50 - Dash 30