Una Boda

Scarlett levanto su mano y la colocó en el pomo de la puerta, un escalofrío le recorrió el cuerpo,  estaba helado. Intento retirarla pero le resulto imposible, era como si su palma se hubiera adherido a este.

De repente, a sus oídos llegó el murmuro de una melodía que provenía del otro lado de la puerta. Aquella música le recordó el funeral de su abuela.

¿Quien ha muerto?

El miedo comenzó a recorrer su cuerpo y nuevamente intentó con todas sus fuerzas separar su mano del pomo, cuando finalmente lo logró, la puerta se abrió lo suficiente para poder observar lo que había al otro lado.

Las bancas de la iglesia se encontraban llenas de personas, todos parecían estar esperando ansiosos, el lugar estaba decorado con tulipanes y telas rojas y en una esquina se encontraban los músicos que tocaban aquella melodía. Scarlett se dispuso a salir del lugar pero, como si conociera sus intenciones, la puerta se abrió con violencia provocando un estruendo que capto la atención de todos los presentes. Todas las miradas se posaron en la joven y un escalofrío recorrió su cuerpo, aquellos rostros le sonreían maliciosamente, como si disfrutaran la desgracia que esta a punto de sucederle.

¿Que esta pasando?

De repente se percató de que la música que sonaba era la canción que tocan en las bodas cuando la novia hace su entrada pero en un tono más melancólico, como si se tratara de un velorio.

—¿Scarlett?—La voz de su madre llamando su nombre sonaba lejana—Hija habré la puerta.

—Ya la abrí madre.

—Scarlett? ¿Estás ahí?

—Aquí estoy madre ¿En donde estas? Tengo miedo.

De repente un golpe seco retumbó en la  habitación y Scarlett despertó sobresaltada.

No podía creer que otra vez hubiera soñado con su boda. Al principio eran sueños hermosos, ella caminado hacia el altar, el hombre que tanto ama esperándola, todos llorando de la emoción. Sin embargo, mientras más se acercaba el gran día, más perturbadores se volvían.

La joven se levanto de la cama y se dirigió hacia la puerta de su departamento. Su madre y hermana estaban ahí para ayudarla a prepararse.

—Al fin abres—Dijo su madre—Llevamos como media hora llamando.

—Lo siento, estaba dormida.

—Eso veo—Dijo su madre mientras la examinaba con la mirada— Que pintas traes cariño, estas pálida ¿Te sientes bien? ¿Ya desayunaste?

—Estoy bien mamá—Dijo retirando delicadamente las manos de su madre de sus mejillas y abrazándola.

—¿Estas segura? Pareces un muerto viviente—Molesto su hermana mayor.

—Que graciosa Vanessa—Le respondió para luego abrazarla.

Su hermana y ella eran bastante parecidas, sin embargo, no compartían el cabello rojizo ni las pecas. Scarlett se parecía más a su padre y Vanessa a su madre, ojos cafés y cabello rubio.

—¿Como estuvo el vuelo?—Le pregunto su mamá.

Después de terminar la Universidad Scarlett consiguió un empleo en la ciudad y se mudo. Sin embargo, habían decidido casarse en el lugar donde se conocieron, su pueblo natal, así que había vuelto el día anterior.

—Bastante bien—Pronuncio Scarlett dejándose caer en la cama nuevamente. No haber dormido nada comenzaba a pasarle factura.

—Ni siquiera lo pienses señorita—Le regaño su madre—Al baño, ahora.

—Solo quiero dormir un poco más—Se quejó la joven.

—Scarlett, hay mucho que hacer hoy—Eso la joven lo sabia muy bien, llevaba tres meses planeando ese día, pero cuando al fin llegó no quería pensar en nada. No obstante,  era consciente de que su madre no le permitiera dormir, así que resignada se dirigió a la ducha con la esperanza de que un baño de agua fría la ayudara a despertar.

Cuando salió del baño se encontró con su madre revisando la despensa.

—Por Dios Scarlett—Le dijo en cuanto la vio—No tienes nada comestible aquí.

—Mamá, sabes que no vengo desde hace seis meses.

—Lo sé, pero pudiste por lo menos comprar algo para el desayuno.

—Pensaba ir a Meat.

—¿Meat?—Dijo su hermana incrédula—¿Que no eras vegana?

—Tienen un menú vegetariano

—Bueno, será mejor que nos vayamos ya o no llegaremos a tiempo a la boda.

—Eso no importa mamá, la novia siempre se hace de esperar—Respondió su hermana y Scarlett sonrío pensando que le gustaría hacerse esperar toda la vida. No me malinterpreten, por supuesto que quería casarse , lo amaba, pero no amaba la idea de realizar aquella boda enorme por la que su madre estaba tan emocionada.

—Entonces hija—Dijo su mamá sacando una lista de su bolso y poniéndola sobre la mesa— A las diez menos quince tenemos la ultima prueba de vestido. Claro, esto lo hubiéramos hecho hace mucho si tan solo hubieras venido antes—Reclamo con una mirada acusadora— A las once tenemos que estar en casa para empezar con el maquillaje y el peinado de las damas, claramente tu vas de ultima para que no te despeines mientras esperas. Oh, casi lo olvido, debo verificar si las flores para la iglesia ya están en camino, en seguida vuelvo, ordenen por mí.

Scarlett respiro con alivio y centro su atención en el menú, sin embargo, podía sentir la mirada acusadora de su hermana. Sabía que su madre no se percataría de su estado de animo porque estaría muy ocupada controlando que todo salga perfecto pero su hermana si que lo haría.

—¿Que vas a pedir?—Le pregunto Vanessa

—No lo sé.

—¿No dormiste bien?

Scarlett sabía que su hermana estaba tratando de sonsacarle con disimulo el verdadero motivo de su cansancio.

—Solo pregunta lo que quieres saber Vanessa—Dijo Scarlett aún sin despegar la vista del menú.

—¿Estas segura de que quieres casarte?

Scarlett finalmente posó su mirada en su hermana, aquella pregunta la había tomado por sorpresa pues pensó que le preguntaría algo como ¿Tienes insomnio de nuevo? ¿Estas teniendo mucha ansiedad?