Ethan llevaba aproximadamente veinte minutos estacionado frente a la casa de Scarlett sin saber exactamente porque, se suponía que para aquella hora debía estar camino a casa de su hermana, sin embargo, después de desayunar en Meat su mente se encontraba profundamente confundida entre tantos recuerdos, y sin prestar atención a donde se dirigía se vio perdido en la carretera, terminando en aquella calle sin salida donde ahora se encontraba, y observando directamente a la puerta de la casa como si Scarlett fuera a salir por ella y correr hacía sus brazos, pero sabía que eso no pasaría.
¿Pensaba ir a buscarla?
Claro que no, eso sería egoísta, ella estaba a punto de casarse y él no había tenido la valentía para ir por ella antes, así que no había forma de que lo hiciera ahora.
Pero entonces ¿Que estaba haciendo ahí escondido?
—Esto es increíble—Se dijo en voz alta mientras recostaba la cabeza en el volante del vehículo—No seas imbécil Ethan, se va a casar, superala de una vez por todas y déjala ser feliz.
Eso era algo que Ethan había estado intentando hacer, sin éxito, desde que se enteró del matrimonio, aún no podía creer que se fuera a casar con Josh. El pecoso había notado el interés del joven en Scarlett desde hace unos años, cuando aún estaban en la Universidad y la pelirroja estaba enamorada de él. Recordaba muy bien la decepción que se posó en los ojos del rubio cuando se enteró de que él y Scarlett estaban juntos. Aquel había sido uno de los muchos días en los que la pecosa se encontraba dando vueltas en la cabeza de Ethan, no la había visto desde que cenaron en la casa de la joven y se moría por besarla. Las clases de la mañana pasaban lentas y no lograba prestar mucha atención. Cuando finalmente llegó el almuerzo, salió con rapidez del aula y se dispuso a buscarla, sabía que seguramente se encontraría sentada en una de las bancas fuera del comedor con su cabello rojo cubriéndole el rostro y lista para mostrarle su muy elaborado platillo vegano, sin embargo, su corazón comenzó a latir con fuerza cuando distinguió aquella cabellera color zanahoria a mitad del pasillo.
La joven se encontraba charlando con Josh, el rubio quería disculparse por la cita doble que habían tenido hace unos días, sabía que para Scarlett aquella situación había resultado incomoda y quería compensarlo, así que se acercó a ella con la intención de invitarla a salir. Sin embargo, supo que sus probabilidades con la joven era escazas en cuanto se percató de la mirada de Ethan, Josh no imaginaba como cualquier cosa que el dijera o hiciera podría superar la forma en la que aquel joven de cabello negro la observaba, no había que ser un experto en el amor para darse cuenta de que todo el rostro del pecoso reflejaba algo parecido a lo que te plantean en los cuentos de hadas.
—Creo que te buscan—Le había dicho a Scarlett, desistiendo por completo de su plan.
La joven volteó su mirada hacía donde Josh señalaba y una enorme sonrisa se formó en sus labios—Tengo que irme—Le respondió con rapidez.
Ella también había pasado todo el día deseando encontrarse con Ethan, por tanto, sin aguantar más sus ganas de besarlo, corrió hacía el uniendo sus labios en cuanto se encontraron. Ante aquella imagen Josh simplemente sonrío para sí mismo y se alejó, se alegraba por Scarlett, ella definitivamente merecía a alguien que la quisiera de aquella manera.
—Te extrañe—Pronunció Ethan una vez se separaron.
—Yo no tanto—Le respondió la joven con una sonrisa.
—¿No? —Scarlett negó con la cabeza— Pues entonces te dejo libre para que vayas a almorzar con Josh—Dijo, más sus brazos no la soltaron.
—¿Con Josh? —Inquirió la joven confundida.
—Estoy casi seguro de que le gustas—Respondió Ethan—Pero bueno ¿Cómo no enamorarse de ti? —Agregó honesto, aunque sabía que la joven lo tomaría como una broma.
Scarlett rio ante el comentario—Solo tu estas tan loco como para enamorarte de este desastre—Le respondió—Además, yo no le gusto a Josh, él está con Alison.
—Lo que tú digas pecosa, lo que tú digas—Le dijo divertido ante su inocencia, Ethan pudo ver con claridad la derrotada mirada del joven en cuanto Scarlett se alejó de él.
—Serás insoportable—Le respondió aun sonriendo—¿Vamos a comer?
—Vamos— Tomados de la mano se dirigieron hacía una banca vacía, y como el joven había predicho, Scarlett se dispuso a mostrarle y hacerle probar todo lo que había cocinado para su almuerzo.
En aquel momento Ethan no terminaba de procesar lo feliz que se sentía, solo pensar en la joven le sacaba una sonrisa, no recordaba la última vez que sintió aquella paz que recorría su cuerpo cada vez que la tenía cerca, pero la mejor parte de todo aquello era que Scarlett correspondía aquel sentimiento. Todos los pensamientos ansiosos de la joven desaparecían en cuanto Ethan hacía acto de presencia, sin embargo, la pelirroja sabía que eso no era algo nuevo, había sido de esa manera desde que lo conoció cuando eran niños, y ese había sido uno de los motivos por los cuales fue tan fácil para ella confiar en él y abrirle su corazón.
Pero todo eso había desaparecido de la misma forma en la que inicio, como por arte de magia. Actualmente una parte de Ethan se alegra de que Scarlett se esté por casar con alguien que es consciente de lo especial, hermosa y simplemente perfecta que ella es, aquel era uno de los principales motivos por los que no le daba rienda suelta al impulso de meterse en su casa y secuestrarla, además de que la había visto sonreír al lado de Josh, sonreír como algún día lo había hecho junto a él.
Hace unos meses se encontraba realizando una revisión final en uno de los edificios departamentales que había diseñado en su trabajo y mientras se encontraba en el lobby del lugar, encargándose del papeleo, la agente inmobiliaria atravesó las grandes puertas de vidrió junto con una joven pareja que se encontraba interesada en comprar un apartamento. Al principio no prestó mucha atención, pensó que se trataba de un par de enamorados más, sin embargo, sintió como su respiración se detuvo por un par de segundos al distinguir aquella melena pelirroja y unos hermosos ojos verdes. Ethan se encontraba fuera de la vista de la pecosa, pero él podía observarla con completa libertad y no pudo evitar pensar que seguía siendo igual de hermosa, Scarlett sonreía alegremente y eso provocó un sentimiento de paz dentro de él, todo lo que deseaba para ella es que fuera feliz. Por un momento la necesidad de gritar su nombre se atoró en su garganta, se moría por escucharla y saber cómo había estado en ese par de años que llevaba sin verla, pero estaba completamente perplejo, admirándola como se admira algo que supera toda grandeza, más un vacío se instauro en su estómago al percatarse de que su mano sostenía la de alguien más, y el sentimiento empeoró al descubrir de quien se trataba.