Cómo enamorar a Dylan

Capítulo diez

 

Tu nombre es patético 

Me encuentro sentada en unas de las sillas de escritorio que Dylan tiene de repuesto, está a diferencia de la otra tiene rueditas, haciendo que me mueva lentamente con pequeños giros alrededor. Estoy buscando información en mi teléfono, mientras que Sr D lo busca desde su PC, ambos estamos sumamente concentrados en lo nuestro, sin decir ni una sola palabra. Pero las miradas no pueden faltar, así que de vez en cuando nos echamos unas cuantas miraditas, yo admirando lo guapo que es y él viendo si estoy haciendo la tarea.

Veo a mi guapo compañero de estudio como comienza a anotar algo en su carpeta, mientras no despega sus ojos de la pantalla de enfrente. Por mi parte, prosigo a chusmear detalladamente su habitación, he estado más de media hora y aún no me he tomado el tiempo de hacerlo. Las paredes del lugar son de un color gris tenue, haciéndolo ver extremadamente opaco, mientras que los muebles son de color madera. Las sabanas son blancas, haciéndolo el único color diferente al resto, mientras las fundas de las almohadas son grises claro, combinando así con las paredes.  En ellas decoran unos cuantos cuadros con figuras abstractas y naturaleza muerta, haciendo lucir el lugar monótono y sin vida.

ꟷ Asegúrate de que cuando termines de observar toda mi habitación, tengas todos los apuntes listos sobre este escritorio.

Doy un pequeño salto en mi silla al oír su repentina voz, después de treinta largos minutos de silencio.

ꟷ ¿Huh? ¿Qué? ꟷpregunto desconcertada.

Como siempre pillada desprevenida, Sofía…

ꟷ Lo que has oído, Martínez ꟷdice mi apellido con cierto tono de disgusto en su vozꟷ ¿Ese era tu apellido, ¿No?

ꟷ Sí ꟷasiento ligeramenteꟷ Pero puedes decirme solo Sofí.

Vaya, ahora que lo pienso es la primera vez que Dylan se dirige a mí con mi apellido.

ꟷ Oh, está bien. Martínez ꟷdice sin mirarme.

ꟷ ¿Qué ocurre? ¿No te gusta tu apellido? ꟷdice levantando una ceja aún con la mirada en frenteꟷ Ese no es mi problema.

ꟷNo, no es eso.

ꟷ So… (Entonces)

ꟷCreo que llamarme por mi apellido suena muy formal ꟷdigo mirándolo a los ojos.

ꟷ ¿Si? ¿Y? ꟷpregunta secamente.

ꟷ Tenemos la misma edad ꟷjuego con mis dedosꟷ Y así que básicamente suena muy cortés.

ꟷ Lo sé ꟷse gira lentamente a mirarme y levanta una cejaꟷ Pero eso no significa que lo estoy siendo contigo.

ꟷ ¿Enserio? ꟷpregunto incrédulaꟷ ¿Entonces por qué lo haces?

ꟷ Hmm… ꟷcomienza a acercarse lentamente hacia mí, causándome nerviosísimoꟷ Simplemente me gusta llamarte por tu apellido, eso es todo.

ꟷ ¿D-de verdad? ꟷpregunto totalmente sonrojada por su acercamiento.

Dylan al verme roja como un tomate procede a alejarse rápidamente y fija su vista nuevamente al frente, cortando la distancia de pocos centímetros que nos dividía.

ꟷ Sí, pero no te sientas especial ꟷsu tono de voz se volvió fría y cortanteꟷ Simplemente creo que tienes un nombre patético y tu apellido es mucho mejor, eso es todo.

Trago saliva ante su comentario y lo miro atónita.

¿Pero qué diablos le pasa?

ꟷ ¿Qué dices? ¡¿Crees que mi nombre es patético?! ꟷpregunto totalmente ofendida.

ꟷ No lo creo, lo aseguro ꟷdice aún mirando al frenteꟷ Honestamente tus padres no le han puesto mucho ingenio.

Ok, pueden burlarse de mi tartamudez o de mis tonterías, pero no de mi nombre…

Eso no señores…

ꟷ Para ser sinceros tu nombre tampoco es bastante original ꟷdigo mientras comienzo a cruzar mis piernasꟷ También le falta bastante ingenio.

Al oír ese comentario Dylan se da la vuelta nuevamente, quedando frente a frente. Este prosigue a mirarme totalmente serio y sereno.

 ¿Qué pasa cariño, no te gusta algo de tu propia medicina?

ꟷ ¿Qué has dicho?

ꟷ Lo que has oído ꟷdigo la típica frase que siempre usa conmigo.

ꟷ Oh, parece que la niña tiene agallas ꟷdice levantando una cejaꟷ Ojalá ese mismo atrevimiento lo tengas frente a los demás y no solo conmigo.

Trago saliva, sabiendo exactamente a que se refiere.

ꟷ ¿Te duele oír la verdad?

ꟷ Por supuesto que no, simplemente no tolero a los envidiosos.

ꟷ¿Envidiosos? ꟷarrugo mis cejas.

ꟷ Sí, a los envidiosos que codician tener un nombre tan fascinante como el mío y no lo tienen ꟷdice mientras se acomoda en el respaldo de la sillaꟷ Pero no te culpo, Martínez.

Ok, ok, señoras… Al parecer Sr D nos salió bastante egocéntrico.

ꟷ¿Crees que envidio tu nombre?

ꟷPor supuesto ꟷdice con una sonrisa juguetonaꟷ Aunque comprendo el dolor que se debe sentir tener que compartir un nombre tan común y patético con casi la mitad de la población.

ꟷ ¿Ah, sí?  ꟷpregunto irónicamenteꟷ Pues que yo sepa el nombre "Dylan" no es tan exótico y original que digamos.

ꟷ Te equivocas, Martínez ꟷdice pronunciando más fuerte mi apellido que las demás palabrasꟷ Estamos hablando del nombre "Dylan" con "Y" no "I" que son mayormente comunes.

ꟷ¿Y eso que tiene que ver? ꟷpongo la cara del meme de "Acaso me quieres ver la cara de estúpida"ꟷ Son prácticamente iguales.

ꟷ No seas idiota, Martínez ꟷdice girando los ojos hacia arribaꟷ La pronunciación no es la misma. 

ꟷ Por supuesto que lo son…

ꟷ No, no lo son.

ꟷ Claro que sí ꟷdigo retándolo con la mirada.

ꟷ No y fin de la conversación ꟷdice queriendo ganar la pelea, algo que no va a suceder.

ꟷ Lo son, Stoll.

ꟷ Mi nombre al igual que mi apellido provienen del alemán antiguo y son prácticamente inusables e incomparables ꟷdice con aire de ganador.

ꟷ ¡Oh, no me digas! ꟷdigo con los ojos totalmente abiertos, en forma de burla.

ꟷ Lo creas o no es totalmente cierto, Martínez ꟷhace una pausa y continuaꟷ Venimos de una larga cadena familiar en donde todos los varones tienen el nombre Dylan con "I". Hasta mi tátara abuelo lo tuvo como segundo nombre, fue una costumbre alemana.



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En el texto hay: novelajuvenil, romace y desamor, odio al amor

Editado: 05.01.2023

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